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Probamos a fondo el nuevo modo a 60FPS de Fortnite para consolas

Una nueva experiencia.

Gozando a día de hoy de una enorme popularidad gracias a su fantástico modo Battle Royale, Fortnite ha mejorado todavía más recientemente al incluir un modo opcional a 60FPS en consolas, algo que beneficia enormemente a un shooter rápido con es el juego de Epic. Hemos visto diversos 'modos de rendimiento' que se marcan como objetivo los 60FPS en las consolas de Microsoft y Sony, pero por lo general no cumplían con las expectativas. La buena noticia es que el trabajo de Epic no solo es fantástico, sino que además no es exclusivo de las versiones más potentes de las actuales consolas y los usuarios de los modelos estándar también se benefician de esta mejora.

Por lo que hemos podido averiguar a través de redes sociales y las notas del parche, el enfoque de los desarrolladores para obtener esta fluida experiencia es una combinación de las nuevas tecnologías gráficas del Unreal Engine 4 y una optimización intensiva de la CPU. El resultado cumple con creces al examinar los frame-rates tanto en las consolas estándar como en las mejoradas, y el nuevo modo ofrece 60FPS estables casi todo el rato. La consistencia es en general excelente, aguantando tanto en movimiento transversal como en los intensos tiroteos, con todas las plataformas moviéndose de forma fluida con poquísimos tirones.

Pero no es perfecto. Al moverte por los pueblos gráficamente más complejos se aprecian algunas caídas y algo de tearing en la parte superior de la pantalla, pero más allá de esto el impacto en la jugabilidad se limita a pequeños tirones que desaparecen rápidamente. Fortnite ofrece una experiencia premium con este frame-rate en todas las consolas, aunque las pequeñas caídas de rendimiento ocurren con algo más de frecuencia en la Xbox One estándar. Es una sutil diferencia, en cualquier caso, y seguimos prefiriendo este nuevo modo que el antiguo estándar a 30FPS.

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El paso de los 30FPS a los 60FPS hace que el juego sea mucho más fluido, pero el nuevo modo ofrece también a Fortnite una ventaja crucial respecto a su principal competidor Battle Royale en consolas, la versión para Xbox One de PUBG. El juego early access de Bluehole tiene serios problemas para mantener los 30FPS y en ciertas situaciones en concreto puede ofrecer un rendimiento especialmente pobre. En este sentido hay ciertas similitudes en como el frame-rate de Fortnite se ve afectado, y en concreto en qué escenarios puede haber problemas de rendimiento.

Por ejemplo, el momento en el que el frame-rate de PUBG sufre más es cuando te lanzas en paracaídas, y este mismo proceso también causa problemas en Fortnite. La extensa distancia de dibujado y la complejidad del escenario son las causas más probables, con tirones prologados que indican cuellos de botella dependientes del online. Esto es quizás previsible teniendo en cuenta el volumen de jugadores que se amontona en una misma área, pero por suerte los problemas desaparecen cuando alcanzamos tierra firme, con un rendimiento que se estabiliza correctamente.

¿Hay sacrificios? Sin duda, si los buscas. Al reducir el tiempo de renderizado a 1/60 parte de un segundo (16,7 milisegundos) el escalado dinámico de la resolución y la reconstrucción temporal juegan un papel fundamental para acelerar el flujo de renderizado, y esto puede introducir algunos defectos de dithering, cuya incidencia varía de una plataforma a otra. Sin embargo, el equilibrio entre la calidad de imagen y el rendimiento es más que correcto la mayor parte del tiempo, permitiendo a los jugadores disfrutar de una experiencia fluida y estable en situaciones en las que una resolución fija provocaría caídas en el frame-rate.

PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
En todas las plataformas se utiliza resolución dinámica y reconstrucción temporal. PlayStation 4 opera entre 756p y 1080p, mientras que en PlayStation 4 Pro oscila entre 856p y 1080p. Ambas versiones se mantienen en el tope con frecuencia, pero caen por debajo en escenas complejas.
Xbox One
Xbox One X
La diferencia en calidad visual entre Xbox One y Xbox One X es mucho mayor. La consola estándar opera entre 600p y 900p, mientras que en X la resolución oscila entre 1152p y 1728p con el modo 60FPS activado. Xbox One X suele estabilizarse en 1440p, mientras que la Xbox One estándar suele operar alrededor de 792p.
Xbox One 60fps On
Xbox One 60fps Off
La resolución de las sombras es más baja en todas las consolas al jugar a 60FPS. Fijaos en la apariencia más borrosa y la falta de definición de estos elementos en el modo a 60FPS.
Xbox One 60fps On
Xbox One 60fps Off
PlayStation 4 Pro conserva el motion blur en el modo a 60FPS, pero el efecto solo está disponible en la PlayStation 4 estándar, en Xbox One y en Xbox One X cuando se juega a 30FPS.

Aparte de introducir un framebuffer dinámico, una serie de ajustes visuales ayudan a reducir la carga de renderizado. La calidad de las sombras, por ejemplo, es inferior en todas las consolas cuando el modo a 60FPS está activado, y en PlayStation 4, Xbox One y Xbox One X también se elimina el efecto de motion blur. Curiosamente esto último no es así en PlayStation 4 Pro, donde el efecto está presente en todos los modos del juego.

¿Hasta qué punto es dinámico ese escalador y cómo varía la calidad de imagen a lo largo de la partida? La Xbox One estándar posee la GPU menos potente de todas las consolas de actual generación, alcanzando un pico de resolución de 900p y cayendo hasta 600p en las escenas más exigentes. La resolución más común que hemos observado, sin embargo, suele ser de 792p. Preferimos jugar a Fortnite con el incremento de frame-rate, pero es aquí donde los sacrificios para ello se notan más.

Xbox One X, en cambio, es la consola más potente y también la que ofrece unos resultados más impresionantes. La resolución más baja que hemos observado es de 1152p, alcanzando un pico de 1728p y con 1440p como la medida más habitual. El contraste entre las consolas estándar y las mejoradas es bastante notable; Xbox One X luce muy bien en una pantalla 4K pese a mover una cantidad de pixeles inferior, pero la baja resolución del modelo base hace que la imagen del juego sea bastante borrosa.

Tanto PlayStation 4 como PlayStation 4 Pro se marcan como objetivo 1080p nativo, con la consola mejorada usando la potencia extra de la GPU para añadir efectos adicionales y una distancia de dibujado mejorada. En las áreas más complejas la resolución en PlayStation 4 cae hasta 756p, mientras que en PlayStation 4 Pro desciende a 900p. Sin embargo, la resolución suele ser mayor durante gran parte de la partida, con PlayStation 4 alcanzando de forma regular 900p y PlayStation 4 Pro 1080p.

PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
La resolución de las sombras es inferior en la PlayStation 4 estándar, con menos detalle. En PlayStation 4 Pro el efecto es más refinado.
Xbox One
Xbox One X
Ocurre exactamente lo mismo en Xbox, con Xbox One X obteniendo las mismas mejoras en el sombreado que en PlayStation 4 Pro.
PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
La oclusión ambiental tiene más cobertura y es más pronunciada en PlayStation 4 Pro y Xbox One X. Esto añade más profundidad a la escena alrededor de los edificios y los objetos.
Xbox One
Xbox One X
Aquí podéis observar la diferencia en la oclusión ambiental en las dos consolas Xbox.
PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
La iluminación mejora mucho en PlayStation 4, con más profundidad y brillo volumétrico en el exterior, creando un sombreado adicional alrededor de los objetos.
Xbox One
Xbox One X
Una vez más, esa mejora en la iluminación de PlayStation 4 Pro se traslada a Xbox One X. En todas las capturas de esta comparativa hemos usado el modo espectador para igualar las condiciones.

Básicamente los jugadores tienen varias opciones a su disposición: una mejora en la calidad de imagen en el modo estándar a 30FPS o bien una alternativa con un refresco más fluido con el nuevo parche. Sin embargo, tenemos que dejar claro que los 60FPS son de momento exclusivos para el modo Battle Royale, y no se aplican al modo Salvar el Mundo con el que se publicó originalmente Fortnite.

Hay cambios tanto positivos como negativos en ese modo tipo tower defense. Tienes a tu disposición una nueva opción que te permite desbloquear el frame-rate, pero Epic no promete en ningún momento los 60FPS en la descripción. Al probarla lo entendemos, porque el juego se mantiene entre los 30FPS y los 40FPS en Xbox One X, de forma inestable. En este caso es simplemente mejor activar el bloqueo, para obtener una experiencia más consistente. Lo bueno es que la tecnología de reescalado dinámico se aplica correctamente, y con ella se eliminan aquellas caídas por debajo de los 30FPS que vimos en el primer parche con mejoras para One X. El nuevo código para la revisión de la consola de Microsoft no es tan estable como la alternativa a 1080p de PlayStation 4 Pro, pero al menos sí supone una gran mejora.

Pero la estrella de la función es, sin duda, el modo Battle Royale. Esta parte de Fortnite se ha transformado en una auténtica experiencia a sesenta frames por segundo, y no solo en las consolas más potentes, sino también en los modelos estándar. Es algo que impresiona ver en movimiento, y como lo que pierdes en nitidez lo ganas en fluidez del gameplay estamos convencidos de que una vez pruebes el juego a 60FPS no volverás al anterior modo a 30FPS.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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