Análisis del Razer Phone 2
Suave como la seda.
El año pasado Razer entró en el mercado de los smartphones con el Razer Phone, un dispositivo diferente y muy enfocado a los videojuegos y al consumo de medios, combinando lo que por aquel entonces era el procesador para Android más rápido del mercado con una pantalla con refresco variable, unos potentes altavoces frontales y 8GB de RAM. Es el teléfono sigo utilizando a día de hoy, y pese a que evidentemente hay móviles más potentes, tiene cosas que ni siquiera los topes de gama de otros fabricantes pueden ofrecerme.
Es por ello que quizás no resulte sorprendente que las cosas que me encandilaron en el primer Razer Phone se mantengan en su sucesor, porque su propuesta sigue siendo parecida. Al juntar una pantalla de 5,7 pulgadas con resolución 1440p y 120Hz con una gran cantidad de RAM se obtiene un uso muy fluido y una respuesta fantástica. Sí, Razer se dirige principalmente a los jugadores, pero para mi lo realmente interesante es que el funcionamiento básico está a otro nivel: puedes cambiar entre aplicaciones de forma instantánea, y hacer scroll o deslizar es muchísimo más fluido que con otros teléfonos. Simplemente se nota como algo superior. En los últimos catorce meses he probado y he acabado descartando para mi día a día el Samsung Galaxy S8, el S9+ (tanto la variante con Snapdragon 845 como la que monta el Exynos 9810) y el iPhone XR, aunque el Honor Play me pareció que tenía una relación calidad-precio estupenda. En algunos aspectos, como el brillo de la pantalla, el diseño o la cámara, tanto el S9 como el XR superan con creces al Razer Phone (y, de hecho, al Razer Phone 2), pero la calidad de la interfaz, el elemento básico que une al usuario con el teléfono, sigue sin superarse.
El Razer Phone 2, como no podía ser de otra forma, ofrece numerosas mejoras respecto al original. Para empezar, el procesador Snapdragon 835 del primer Razer Phone deja paso a su sucesor, el Snapdragon 845, con mayor rendimiento de la CPU y la GPU. En segundo lugar, la pantalla ha mejorado mucho: aunque me gustó la fluidez de la que hacía gala en el modelo original, simplemente no era lo suficientemente brillante para su uso en exteriores. El Razer Phone 2 mejora mucho en este aspecto y, aunque no llega a los niveles de una OLED, los 645 nits de brillo máximo son más que suficientes para que se vea bien cuando estás en la calle, aparte de permitir la reproducción de contenido HDR de forma aceptable. He probado contenido HDR en YouTube con el que estoy bastante familiarizado, y aunque el rango dinámico no es tan amplio como el del televisor del salón o el de algunos teléfonos con pantalla OLED, sí se consigue una presentación HDR convincente.
Otra mejora es la inclusión de la iluminación Chroma RGB en el logo trasero (el cual se puede sincronizar con las notificaciones, si te interesa ese tipo de función) y que la cubierta metálica del original se reemplaza con cristal, el cual no solo ofrece un acabado más premium sino que también permite la carga inalámbrica. Mi preocupación en este sentido es la durabilidad; el Razer Phone 2 es uno de los teléfonos más grandes del mercado, y a lo largo de los meses he perdido la cuenta de las veces que el original (de dimensiones parecidas) se cayó de mi bolsillo, rallando la superficie metálica y mellando los bordes. Usar una funda es una buena idea, pero esto hace que un teléfono que ya es grande de por si sea todavía más incómodo, y por tamaño tampoco evita que se caiga de tu bolsillo.
Razer, de todas formas, ha trabajado duro para mejorar el diseño original, añadiendo resistencia IP67 a polvo y agua. Aunque estas mejoras son más que bienvenidas, se ha mejorado muy poco la cámara, que tras el brillo de la pantalla era mi principal queja con el Razer Phone original. La calidad de la imagen es correcta, pero mediocre si se compara con los resultados obtenidos con muchos otros terminales. La grabación de vídeo también resulta decepcionante - el Razer Phone original nunca recibió la prometida actualización a 1080p60, y ahora que la competencia ofrece grabación de vídeo a 4K60 sorprende ver que el Razer Phone 2 se queda tan detrás de sus rivales en un aspecto crucial del diseño de smartphones.
¿Y qué hay de los juegos? Al fin y al cabo este es el mercado específico al que se dirige este dispositivo. La inclusión del Snapdragon 845 garantiza que, por lo menos en el mercado Android, el rendimiento es el mejor posible a día de hoy. Este procesador es el mismo que montan el Galaxy S9 y S9+ en otros mercados (aquí se vende con el Exynos de Samsung, un chip rápido pero con una GPU menos potente que la variante con Snapdragon). El Razer combina ese procesador con una serie de opciones y optimizaciones de rendimiento que se pueden activar a través de un portal, y si a eso le sumamos la pantalla VRR es justo reconocer que estamos ante el mejor smartphone Android para jugar. Mi única queja es que pese a las mejoras introducidas respecto a la disipación del calor el Razer Phone 2 sigue calentándose mucho tras una sesión larga de juego.
Razer Phone 2 | Razer Phone | Galaxy S9+ (Exynos) | iPhone XR | |
---|---|---|---|---|
Geekbench Single-Core | 2414 | 1954 | 3660 | 4795 |
Geekbench Multi-Core | 8713 | 6719 | 9007 | 11204 |
GFXBench T-Rex 1080p | 155fps | 120fps | 143fps | 235fps |
GFXBench Manhattan 3.1.1 1440p | 33.0fps | 24.0fps | 26.4fps | 39.0fps |
3DMark Slingshot Extreme Unlimited | 4837 | 3822 | 3380 | 4212 |
Otro reto al que se enfrenta el Razer Phone 2 a la hora de posicionarse como el mejor teléfono móvil para jugadores es que las dos últimas generaciones de dispositivos iOS son excelentes y poseen un rendimiento puntero. Probando juegos como Fortnite o Asphalt 9 Legends se aprecia que el iPhone X ofrece gráficos con calidad similar, pero un rendimiento superior. Parte de esta ventaja se debe a la potencia del chip diseñado por Apple, pero en nuestras conversaciones con desarrolladores de juegos para móviles hemos constatado que la API Metal de Apple ofrece mejores resultados que OpenGL o incluso Vulkan en Android. Mientras, los últimos teléfonos iOS -el XS, XS Max y XR- mueven esos dos juegos a sesenta frames por segundo aparte de los treinta estándar, y con un aspecto excelente. También debe aplaudirse que Apple utilice almacenamiento de alta velocidad; los juegos cargan más rápido que en cualquier teléfono Android que haya probado, y eso incluye al Razer Phone 2. Admiro la calidad de los diseños aunque prefiera la diversidad de los dispositivos Android, pero si lo más importante para ti es jugar los productos de Apple ahora no tienen rival.
Para mi, personalmente, lo de jugar en el móvil no es una prioridad, pero incluso con ese enfoque dirigido al mercado gaming el Razer Phone 2 es el único teléfono que me planteo comprar actualmente. Todo se reduce a la interfaz, la que tiene la menor cantidad de lag y tirones que he podido probar en un smartphone. Puede no parecer una gran mejora al principio, pero cuando te acostumbras a una interfaz tan rápida y suave es realmente difícil volver a usar una pantalla estándar. La fluidez de la experiencia que ofrece Razer solo disminuye con páginas web poco optimizadas -algo que afecta a todos los teléfonos, en cualquier caso- pero incluso en estas situaciones los tirones se minimizan gracias a la pantalla VRR. Es así como deberían funcionar todas las interfaces de smartphone, y pese al progreso visto en otras alternativas (los últimos dispositivos iOS tienen proceso táctil de 120Hz) solo el Razer Phone y el Razer Phone 2 ofrecen esta experiencia. Inicialmente ambos teléfonos están configurados a 90Hz (con los 120Hz como opción), pero incluso así la fluidez es excepcional. Solo el Asus ROG Phone podría hacerle frente, pero todavía no he podido probarlo.
El Razer Phone y el nuevo Razer Phone 2 son fascinantes. No estoy del todo convencido que ofrezcan la mejor experiencia de juego móvil en un momento en el que los dispositivos iOS son tan potentes, pero lo que me hace conservar mi Razer original es la experiencia con la interfaz, las aplicaciones que funcionan en él, la sólida autonomía de la batería y el hecho de que sigue funcionando igual de rápido que el primer día. Al diseñar un teléfono dirigido a los jugadores Razer ha creado la interfaz más fluida que he podido probar, y es eso lo que pasas más tiempo utilizando al interactuar con tu smartphone. Sí, preferiría un teléfono más fino, sin marcos y con una pantalla OLED, pero tras un año con el Razer Phone y un par de semanas con su sucesor estoy convencido de que Apple, Samsung y los demás fabricantes están ignorando algo muy importante: una pantalla con una alta tasa de refresco junto con un montón de RAM suponen una gran diferencia en la experiencia del usuario, y donde Razer ha innovado espero que otros sigan sus pasos.