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Análisis del Motorola Moto G

¿El nuevo rey de la gama media?

Apple no fabrica cosas baratas. Esa era la frase que muchos pronunciaron en el momento en que aparecieron los primeros rumores sobre un iPhone de bajo coste. Cuando se filtraron en internet imágenes borrosas de un dispositivo con carcasa de plástico hubo gente que especuló con que los de Cupertino finalmente plantarían cara a Android en el segmento de bajo coste del mercado. Pero cuando se hizo el anuncio oficial todas esas esperanzas se desvanecieron: el iPhone 5C es, sí, un iPhone más barato, pero su precio - apenas 100€ menos que el del 5S - sólo puede considerarse barato si estás acostumbrado a comprar en tiendas de lujo y conduces un Ferrari.

Casi como si se tratase de una lección sobre cómo debería ser un smartphone barato, Motorola ha lanzado al mercado el Moto G, un terminal quad-core con una pantalla HD de 4,5 pulgadas y un precio de tan solo 175€. Es un toque de atención para Apple, y aunque en su interior no hay nada que emocione especialmente a un fanático de la tecnología, sí puede acabar siendo uno de los teléfonos Android más importantes de los últimos años.

Motorola y Google han hecho de forma deliberada las cosas simples con el Moto G. Los componentes del teléfono son - según su fabricante - tan comunes como sea posible para garantizar una producción rápida y sencilla. El diseño resultante no es especialmente atractivo, aunque tiene una sutil belleza que recuerda a la del Moto X, lanzado en Estados Unidos el año pasado.

La parte trasera del teléfono es negra, con un acabado mate suave, pero esta tapa se puede retirar (un proceso más difícil de lo que parece y que puede terminar con alguna uña rota) y reemplazar con una alternativa más colorista. La presencia de una tapa trasera sugiere que en su interior puede haber una batería intercambiable, pero no es así: la batería de 2070mAh del Moto G está sellada al cuerpo del teléfono, y el único elemento de interés bajo la tapa de plástico es el slot para la tarjeta Micro SIM.

Aunque la pantalla IPS del Moto G no es tan atractiva a nivel visual como los paneles Super AMOLED que solemos ver en los teléfonos Android de Samsung, sigue siendo más que adecuada y ofrece una representación del color por encima de la media, con un sólido contraste y un brillo impresionante. La resolución HD 720p iguala la del Samsung Galaxy S3, mientras que la densidad de pixeles de 326ppp implica que las imágenes se ven muy nítidas.

Pero la naturaleza barata del teléfono no tarda en ser evidente. Busca cuanto quieras bajo la tapa trasera, pero no encontrarás un slot para tarjeta MicroSD - un sacrificio necesario para reducir tanto el precio - y dentro de la caja apenas hay un cable Micro USB. No viene en su interior ni un cargador ni unos auriculares, elementos que Motorola no ve cruciales y que encarecerían el producto. No es un gran problema, eso sí, porque puedes adquirirlos fácilmente en cualquier otro sitio.

Pero por lo demás, parece increíble que un teléfono como este tenga un precio tan reducido. El Moto G utiliza un chipset Snapdragon 400, compuesto por una CPU de cuatro núcleos a 1.2GHz y un procesador gráfico Adreno 305, todo ello acompañado por 1GB de memoria RAM. Obviamente este conjunto tiene poco que hacer frente a un Samsung Galaxy S4 o un Nexus 5 - especialmente en lo que concierne a los juegos 3D - pero si lo comparas con otros terminales Android de precio similar, el hardware interno del Moto G resulta poco menos que impresionante.

"Aunque la precisión de los benchmarks puede variar hasta un 10% dependiendo de los trucos OEM, los resultados sugieren que el Moto G ofrece un rendimiento superior al del S3 con un precio brillante."

Moto G Galaxy S3 Nexus 4 Nexus 5 Galaxy S4 HTC One
AnTuTu 16455 11950 16333 22870 23578 24374
Geekbench 3 1084 1198 1646 2548 2190 1883
GLBenchmark Egypt On-Screen/ Off-Screen 27fps 16fps 16fps 16fps 39fps 31fps 50fps 57fps 41fps 41fps 31fps 34fps
GLBenchmark T-Rex On-Screen/ Off-Screen 11fps 6fps 4fps 6fps 19fps 12fps 24fps 23fps 15fps 15fps 13fps 15fps
3D Mark Ice Storm Unlimited 4430 3401 10743 16514 10382 10602

Pero no todo es perfecto, porque la ya mencionada ausencia de slot para tarjeta MicroSD causa problemas obvios. El modelo de 8GB tan sólo deja 5GB libres para el usuario, puesto que el sistema operativo consume 3GB del total. El servicio de almacenamiento en la nube Drive de Google ayuda a aliviar un poco este problema ofreciendo almacenamiento gratuito, pero obviamente quedas a merced de tu conexión de red para acceder a él. Usar otras opciones de almacenamiento en la nube - como Google Music, Google Photos o Dropbox - ayudan a ahorrar aún más espacio, pero con el modelo de 16GB costando un poquito más que el de 8GB creemos que lo más inteligente es adquirir el terminal con mayor capacidad.

El Moto G viene de serie con Android 4.3, lo cual implica que es lo más cercano a la experiencia "stock" que puedes encontrar fuera del Nexus 4 o el Nexus 5. Aunque no es la última versión del sistema operativo de Google, ya se ha empezado a distribuir la actualización a Android 4.4 KitKat. Si consideras la cantidad de teléfonos Android que están varias versiones por detrás - especialmente en el segmento budget, con muchos teléfonos anclados todavía en Ice Cream Sandwich o algo aún peor - el Moto G es francamente destacable.

Motorola se ha mostrado muy comedida a la hora de preinstalar bloatware: apenas hay unas pocas apps cargadas inicialmente en el teléfono, y las que son exclusivas resultan ser genuinamente útiles. Assist - que parece un app diseñada por la propia Google - imita la función "No Molestar" vista en iOS. Lee el calendario para buscar tus citas y silencia automáticamente el teléfono durante ellas. Además, también se asegura de que tu teléfono no suene durante la noche.

"La aplicación para la cámara es mucho mejor que la del Nexus 4 y su sucesor, pero el sensor de cinco megapixels no destaca demasiado, y tiene problemas en condiciones de poca luz."

El enfoque de un toque y el sistema de captura del Moto G es algo que nos gustaría ver en otros dispositivos, pero en general la cámara de 5 megapixels no es fantástica a la hora de tomar fotografías. Los colores tienen un aspecto lavado y carecen de profundidad y claridad.

Las aplicaciones exclusivas no son lo único que ofrece el Moto G. La app de la cámara es también muy diferente a la que viene de serie con el Nexus 4 y 5. Para hacer una foto simplemente pulsas la pantalla donde quieres enfocar, y para hacer varias fotografías seguidas mantienes el dedo en la pantalla, dejándolo ir cuando has terminado. Comparado con el proceso de captura del Nexus 5 - que te obliga a pulsar para enfocar y luego pulsar otra parte de la pantalla para hacer la foto - ésta es una experiencia mucho más directa. Sin embargo, el sensor de 5 megapixels no es tan bueno como nos gustaría, produciendo fotografías insípidas y mostrando problemas en condiciones de poca luz.

El Moto G tampoco destaca como plataforma para jugar frente a los últimos terminales del mercado, aunque sí aguanta muy bien el tipo frente al tope de gama de 2012. Aunque la CPU de cuatro núcleos se muestra más que fluida al realizar las tareas diarias, mover juegos como Dead Trigger 2 o After Burner Climax es algo que le cuesta muchísimo más. Para jugar a títulos 2D como Ridiculous Fishing o Super Hexagon, en cambio, esa ausencia de potencia no resulta tan evidente. Por suerte la autonomía de la batería es más positiva, y nuestra unidad para análisis no tuvo problemas en aguantar todo un día con un uso entre moderado y frecuente.

Motorola Moto G: el veredicto de Digital Foundry

"Con un excelente rendimiento en casi cualquier tipo de tarea el Moto G puede competir en condiciones con la mayoría de dispositivos Android, excepto a nivel de GPU."

Aunque el Moto G no es tan puntero como otros teléfonos Android como el Nexus 5 o el Galaxy S4 también debe destacarse que su precio es significativamente inferior. Con un precio base de 175€, el terminal de Motorola ofrece una increíble relación calidad-precio y sin duda es una revolución en el mercado de los móviles baratos, hasta ahora dominado por teléfonos poco potentes con pantallas enanas y sistemas operativos desfasados. El Nexus 5 ya ha cambiado la concepción que tiene el usuario de lo que debe pagar por un terminal puntero, y el Moto G redefine el significado de las opciones de bajo coste.

Es perfecto para los más jóvenes, o para aquellos que quieran un smartphone barato sin sentirse como un leproso tecnológico. El Moto G es sin duda uno de los lanzamiento más importantes de los últimos tiempos, y supone el esperado regreso de la compañía que creó el famoso RAZR. Pero por bueno que sea, uno no debe comprar el Moto G esperando tener un rendimiento puntero con juegos. Los títulos más ambiciosos sencillamente llevan al Moto G más allá de sus límites, con un rendimiento decepcionante incluso cuando los benchmarks de la GPU sugieren un nivel de potencia entre el Galaxy S3 y el iPhone 5.

Sin embargo, con este precio es difícil criticar el valor final de este producto. Lo más cercano que hemos visto fue el precio rebajado de Google al liquidar el stock del Nexus 4, colocando el modelo de 8GB a 249€ - una excelente relación calidad-precio, pero quizás algo caro para el público mainstream. Aquí es donde entra en juego el nuevo terminal de Motorola, y mientras lo que busques no sean los últimos juegos, el Moto G es una oferta aún mejor, una brillante y barata forma de introducirte en el mundo Android.

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