Vanquish
Jugamos a la demo del E3.
Es fuera del apuntar y disparar común donde Vanquish se pone interesante. Habiendo sazonado a los robots enemigos con balas hasta que empiezan a soltar chispas y convulsionar, puedes finiquitarlos deslizándote por el suelo y pegándoles una patada en la cara a cámara lenta, aterrizando de pie tras una voltereta de campana.
Los cohetes en el traje de combate de Sam le permiten deslizarse sobre sus rodillas como un niño disfrutando de los suelos encerados de un aeropuerto, sólo que a una velocidad considerablemente mayor, y pasando a cámara lenta para permitirle matar a todo lo que se cruce en su camino. Es a la vez una forma de escapar y una estilosa técnica de combate. Cada pistola tiene diferentes ataques de cuerpo a cuerpo, pero la voltereta de campana potenciada con cohetes es la más divertida.
La cámara lenta se activa automáticamente cuando nos queda poca salud como ayuda, aunque es una ayuda que distrae, especialmente cuando tratas de huir a una cobertura. También puedes entrar o salir de la cobertura con una voltereta un poco absurda que lleva a Sam cinco metros a un lado en el aire, y que no deja de ser otra excelente oportunidad para ir a cámara lenta y volar algunas cabezas robóticas antes de llegar al suelo.
Tras haber matado a todos los enemigos del hangar con una combinación de balas de ametralladora, patadas en la cara y disparos a quemarropa, toca batalla contra jefe. Es la enorme araña robótica espacial del primer tráiler de Vanquish, emergiendo del suelo en un hecatombe de hormigón destrozado y metal retorcido.
En esta ocasión, sin embargo, tras haber vaciado casi todos los cargadores en los puntos débiles de su cabeza, se transforma en una enorme máquina bípeda con una gigantesca mueca en su roja faz como la de los clásicos Robots Luchadores de nuestra infancia.
La araña libera un enjambre de balas, lásers que matan de un toque, cohetes, golpes de cadera y otra gran variedad de tipos de muerte, haciendo que nos cueste mucho apuntarle a la cara. Nos apenó comprobar que lanzarte a las rodillas del robot a cámara lenta y pegarle una patada acrobática no servía para nada, aunque disparar a los puntos naranjas brillantes sí lo hacía.
Tras haber destrozado los codos del robot, Sam entra en un QTE a cámara lenta, esquivando cohetes en el aire antes de introducirse en la ametralladora fija del brazo del robot y arrancársela, dejando un amasijo de cables en su lugar. Tras otro asalto ante el expuesto núcleo del robot, se acabó: se cae al suelo, su brillante cara roja se apaga y la demo termina.
Cuando el director Shinji Mikami afirmó que el juego parecía un shooter pero las sensaciones eran las propias de un juego de acción, no se equivocaba. Ver a Sam deslizarse esquivando balas del tamaño de un hombre con un ligero toque del stick analógico y arrancar un miembro de un enorme jefe final nos trae a la memoria placenteros recuerdos de Bayonetta.
De todas formas, las comparaciones son odiosas; Vanquish parece completamente diferente a todos lo que hemos visto en el resto de juegos de Platinum. Las sospechas de que estamos ante un Gears of War japonés con un lavado de cara estallan en mil pedacitos cuando te deslizas hacia una barrera, le pegas una patada y la mandas hacia una muchedumbre de robots justo antes de lanzar un cigarrillo a los escombros.
Vanquish saldrá para PS3 y Xbox 360 este invierno.
Traducción de Jaime San Simón.