Primeras impresiones E3 2014: Kirby and the Rainbow Curse no podría ser más bonito
Cuando Nintendo conoció a Aardman.
Teniendo en cuenta que no es uno de los personajes más prolíficos de Nintendo (al menos no tanto como a uno le gustaría), lo último que me esperaba encontrar en el E3 era un nuevo Kirby. Pero ahí estaba, apareciendo por sorpresa en el evento digital de la compañía que dirige Satoru Iwata y dejándonos a todos con la boca abierta con su peculiar apuesta visual. Pero a eso ya llegaremos más adelante.
A nivel jugable Rainbow Curse retoma la mecánica de uno de los primeros clásicos de Nintendo DS, Kirby: Power Paintbrush. La idea es que Kirby está hecho una bola, pulsando sobre él con el stylus lo impulsas hacia adelante, dibujando líneas sobre la pantalla diriges su movimiento y apretando sobre él un par de segundos realizas un embiste especial más destructivo.
Y eso es todo: las mecánicas son sencillísimas y es el acertado diseño de los niveles, retante y plagado de secretos y zonas ocultas, el que se encarga de hacer que la experiencia avance y sea muy reconfortante. El tramo inicial que nos dejó probar Nintendo en el E3 no añadía mucho más a la fórmula original, la verdad, pero estoy convencido de que la compañía japonesa se guarda muchas novedades para más adelante.
Lo que sí salta a la vista y se convierte en su principal factor diferencial es el espectacular diseño visual; si Epic Yarn optaba por hilos y cordones, Rainbow Curse va un paso más allá y apuesta por gráficos totalmente basados en plastilina. El resultado es tremendamente bonito y, sin duda, el más original y preciosista que hemos visto en la feria de Los Angeles, con una colorida y dinámica estética que recuerda irremediablemente al de una película de animación del estudio Aardman.
Bastan apenas unos pocos segundos con él para caer rendido a sus encantos; el nuevo Kirby conserva ese encantador aura que siempre ha rodeado a la rosada mascota diseñada por Sakurai. El planteamiento de recuperar las mecánicas de Power Paintbrush es un acierto, además, porque funcionan estupendamente bien con el GamePad de Wii U. Seguro que Rainbow Curse no será ese vendeconsolas que tanto necesita ahora Nintendo, pero sí una fabulosa adición a un catálogo de exclusivos cada vez más atractivo. Y eso ya es mucho, según como lo mires.