E3: The Saboteur

Básicamente se muestran en blanco y negro las zonas ocupadas por los nazis, mientras que las zonas libres están bañadas con una paleta de colores radiante. Como si fuéramos el viento en Flower, nuestro objetivo como saboteador será conseguir que París recupere su color; así, con cada una de nuestras incursiones haremos retroceder a nuestros enemigos y al mismo tiempo conseguiremos que florezca la esperanza entre la población, algo que también tendrá su afectación sobre la jugabilidad de un modo parecido a lo que hemos visto en Red Faction: Guerrilla.

Cambiar de una zona ocupada a otra libre (o a la inversa) supone ser testigos de un suave degradado que sin darnos cuenta hará que prácticamente cambiemos de mundo con tan solo avanzar unos pasos. Todo ello con un resultado visual espectacular, que podríamos decir que jugará con nuestro propio estado de ánimo. Asimismo, dependiendo de en que zona nos encontremos no deberemos olvidar cómo nos comportamos si no queremos levantar sospechas entre los nazis, ni tampoco deberemos bajar la guardia por el hecho de que las zonas ocupadas estarán llenas de enemigos. A este respecto, no hay que olvidar que además de la zona urbana de París también nos moveremos por otras localizaciones de los alrededores que serán escenarios más rurales.

Si sumamos este concepto de acción basada en el sabotaje al hecho de que tendremos un mundo que explorar abierto el resultado será que podremos afrontar las misiones de distintas maneras. Por ejemplo, tal como pudimos ver en el nivel de muestra, tanto podremos decidir actuar de forma sigilosa, como podría ser consiguiendo un uniforme nazi para infiltrarnos en su base; como de forma totalmente ruidosa mediante explosivos y pirotecnia varía (nos aseguraron que hasta podremos derribar zepelines con el lanzacohetes, cosa que hasta que no veamos no nos creeremos). Sin embargo, por lo que vimos en la demo, como juego de acción su planteamiento parece que será muy típico, algo que lamentamos. Dispondremos de un sistema de cobertura dinámico, varias armas (metralletas, francotirador, etc.) y todo un cúmulo de escenas programadas que harán que el desarrollo de las misiones sea más peliculero. De hecho, habrá también ese elemento tan manido en este tipo de juegos como son los clásicos barriles explosivos.

Otro elemento del que todavía no hemos dicho nada hace referencia las carreras de vehículos, y es que nuestro protagonista, además de ser un hombre comprometido con la resistencia es también un aficionado a las carreras de coches. Sin duda, es el elemento que faltaba en la combinación para obtener el clásico juego de mundo abierto (exploración + acción + vehículos). Tendremos oportunidad de poder hacernos con cualquier coche que nos encontremos por la calle y utilizarlo para desplazarnos por la ciudad o para participar en carreras. Eso sí todo ello con la gracia de utilizar, como ya hemos visto en juegos como Mafia, coches de época. Los recorridos tendrán lugar en la misma ciudad y podrán pasar por las dos zonas en una misma carrera, con lo que el efecto de cambio de colores que hemos comentado será si cabe más espectacular todavía. Conducir en una zona iluminada cuando a lo lejos vemos como nos acercamos al blanco y negro de la zona nazi es estremecedor. Más todavía si tenemos en cuenta que los coches siempre se verán de color y esto hace que el resultado visual sea muy peculiar.

¿Qué le falta entonces al protagonista para convertirse en el arquetipo del tipo duro? Exacto, ser un mujeriego, y eso algo que también estará presente en The Saboteur. Solamente hay que ver como nuestra base de operaciones será un Cabaret lleno de bailarinas, o como para recuperar vida deberemos acudir a una especie de distrito rojo de la ciudad (uno de los muchos refugios que deberemos ir descubriendo), para someternos a un tipo de cuidados intensivos que según lo visto serán la mar de efectivos.

De momento The Saboteur se ha ganado un merecido puesto entre los juegos más esperados para lo que queda de año, pero todavía quedan muchas cosas por ver, sobre todo alrededor de la que quizás es la cuestión más importante que nos ha despertado: ¿aportará algo realmente nuevo más allá de su estética? La verdad es que esperamos que Pandemic Studios nos ofrezca algo más que un GTA ambientado en la Segunda Guerra Mundial, pues la fuerza y la sensualidad de una historia como esta puede dar para muchas situaciones jugables que lo conviertan en una gran experiencia.