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Análisis de EA Sports FC 25 - El verdadero fútbol del pueblo

No tiene nada que le sobre.

Puede que este año EA Sports FC 25 sea más comedido en cuanto a novedades de relumbrón, pero aun así las hay y abordan sutiles cambios en la experiencia de juego que mejoran, sin revolucionar, todo lo visto hasta la fecha.

Una de las preguntas más recurrentes que hace la gente cuando sale un nuevo FIFA (ya no se llama así, pero para que nos entendamos) es si tiene novedades o es “más de lo mismo”. Suele pasar con la gran mayoría de juegos deportivos que se publican de forma anual, donde los cambios son generalmente nimios, especialmente si la fórmula funciona como ocurre con el título de Electronic Arts. Podemos analizar su éxito mediantes distintas vertientes, como que el fútbol es el deporte rey en la mitad del planeta, lo que ha calado Ultimate Team entre su comunidad o la ausencia de una competencia que aporte otras opciones a los usuarios.

El caso es que EA Sports FC 25 llega con la vitola de ser el favorito para ganar de calle todas las competiciones. Un riesgo que le puede llevar al conformismo y a que a mucha gente le pueda parecer lo mismo de siempre. Y, en cierta parte, tienen razón; con lo bueno y con lo malo, esa sensación de familiaridad está presente, de algo así como repetir una tradición temporada tras temporada. Pero siempre hay pequeños cambios, ajustes y retoques. Y esta vez su presencia es mayor en lo aparentemente más debería importar: jugar a fútbol. Lo que pasa es que hay que rascar más allá de la superficie para sacarle partido, para conseguir ese toque diferencial que diferencia a un equipo de media tabla de uno que tiene aspiraciones de jugar competiciones continentales.

No esperéis, eso sí, ningún cambio radical. Lo que vemos en EA Sports FC 25 sigue un camino marcado, con la salvedad de que, si queremos, podemos encauzar la experiencia a algo en lo que la responsabilidad por ganar o perder vaya algo más allá que depender de si la pelota entra en la portería o no. Ahí es donde debe salir nuestro alma de entrenador y aprovechar las nuevas variantes tácticas que se han añadido en esta edición, que son muy interesantes. Toca meter en la pizarra FC IQ, que es la tecnología de nombre rimbombante que toca para esta temporada, y que profundiza en las acciones y en cómo se mueven los jugadores sin balón.

Aparte de planear la formación y el tipo de juego que más le convenga al equipo que manejamos, ahora es aconsejable ir más allá y profundizar en una de las novedades más importantes del juego: los roles. Cada futbolista tiene asignados unos en base a su demarcación y a su calidad, resultando obviamente más determinantes cuando más calidad o especialidad en ellos tiene el jugador en cuestión. Hay varias opciones y, por ejemplo, podemos hacer que un extremo se pegue a la banda lo máximo posible o que caiga al centro del campo para recibir, que un delantero sea móvil si sus características son la conducción o las carreras al espacio, o bien dejarlo como referencia para fijar a los centrales, generar espacios para sus compañeros y quedarse a los remates dentro del área.

Para realizar este tipo de variaciones hay que dedicar un tiempo a la dirección del equipo y trazar un plan para cada partido según nuestra plantilla o forma de jugar, claro. Algo más que recomendable si me preguntáis; en alguna ocasión durante mi experiencia con el juego he disputado un partido sin realizar estos ajustes y no he sentido que mi equipo carburase bien, así que he optado por reiniciar para toquetear estas opciones, añadiendo la función de carrilero al lateral o el rol de segundo delantero al mediapunta y todo ha fluido mucho más, aportando una experiencia mejor... y un resultado positivo al encuentro.

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Todo quiere ser mucho más fluido en esta iteración y, para no tener que repetir proceso en cada choque podemos realizar y guardar distintos ajustes para poder cambiar el rumbo de un partido complicado mediante los accesos rápidos y sin siquiera tener que pausar la partida. Pero en EA Sports saben que no todos somos unos Pep Guardiola en potencia y también se prestan a la hora de dejarnos sugerencias durante el transcurso de los noventa minutos en función de cómo detecten que está yendo el partido, instándonos a un cambio de estrategia si nos está costando mantener el esférico o a si dar un paso atrás en el caso de ir por delante en el luminoso. Son pequeños detalles que tal vez no se aprecian en los primeros partidos, y que sumados a las acciones más inteligentes de nuestros compañeros sin el cuero o a un mayor realismo en los contactos cuerpo a cuerpo, hacen que la experiencia tenga, al menos, un pequeño toque diferencial con respecto a la temporada anterior.

Pero, por supuesto, no todo es de color de rosa y se siguen arrastrando problemas del pasado. Las físicas no son tan realistas como nos gustaría, en muchos momentos ocurren cosas inexplicables que parecen ya parte del lore de EA. Otros detalles siguen frustrando, como la nula intención de nuestros compañeros de tirar desmarques para darnos espacio o de intentar evitar caer en fuera de juego, siendo esto último especialmente flagrante porque se vendió como una de las principales mejoras hace pocas temporadas para desaparecer sin dejar rastro. Y teniendo en cuenta que este año se aprecian bastantes mejoras en el plano de la IA en general gracias al mencionado FC IQ, resulta exasperante que se haya trabajado y pulido ciertos aspectos como los mencionados dejando a un lado otros aspectos que requerían de más urgencia.

Ya sabemos que EA Sports FC 25 no sólamente es echarse partidos, así que toca hablar de la oferta de modos de juego que encontramos. Aquí destaca especialmente Rush, un nuevo modo de fantasía que nos lleva a disputar partidos 5v5 en un estadio de dimensiones más reducidas y normas específicas, como el fuera de juego zonal, penaltis en movimiento o tarjetas azules que derivan en expulsiones temporales; una suerte de Kings League que llega para sustituir a un Volta que se le notaba ya algo forzado y que no acababa de cuajar entre el público. Lo más destacable de este nuevo apartado es que está integrado en otros modos como Kick-Off, Ultimate Team o Clubes, lo que puede serviros para trastear, por ejemplo, con las nuevas cartas que vayáis consiguiendo en FUT e incluso aprovechar para potenciarlas y estar más familiarizados con ellas cuando os toque mediros a otros jugadores en el que es, indiscutiblemente, el modo estrella desde hace muchos años y que también incluye cambios en pequeños detalles destinados a mejorar la calidad de vida, como por ejemplo, la eliminación de los contratos de los futbolistas y entrenadores que vayamos obteniendo a medida que abrimos sobres.

Tampoco hay que olvidar el Modo Carrera, que es la forma que tenemos de soñar con llevar a la gloria quienes somos aficionados de equipos humildes. Aquí también encontramos algún que otro detalle curioso, como que las noticias de los traspasos llegan mediante una especie de red social integrada donde tanto el Marca como Fabrizio Romano son quienes publican las informaciones. En EA han prometido que se añadirán situaciones emergentes a lo largo de la temporada para dar una mayor vida al Modo Carrera en función de lo que vaya ocurriendo en las competiciones reales, planteándonos distintos retos. Lógicamente, tendremos que esperar un tiempo para saber cómo encaja y si cumple lo prometido.

Así que, si toca responder a la pregunta de si EA Sports FC 25 es lo mismo de siempre, la respuesta es sí... pero también es no. Puede que las mejoras incluidas no justifiquen el cambio anual para algunos usuarios, pero también que este juego sea vla vía de escape y el placer culpable de cada temporada para otros. Como ocurre en el fútbol real, como seguir a tu equipo favorito, toca empezar una nueva temporada con momentos de alegría, tristeza y frustración. Esa es su inexplicable magia.

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