Análisis de EA Sports UFC 2
Contacto sangriento.
Cuando en 1988 se estrenó en los cines Bloodsport (en España, Contacto Sangriento), la idea de una competición de artes marciales salvaje y casi sin reglas parecía absurda, acostumbrados como estábamos a la inocente y extravagante teatralidad de la WWE. Hoy, sin embargo, aquel vehículo de la Cannon diseñado para el lucimiento de Jean-Claude Van Damme parece casi inocente si se compara con la UFC (Ultimate Fighting Championship), una liga de artes marciales mixtas que arrasa en todo el mundo y tiene especial éxito en Estados Unidos. La realidad, dicen, acaba superando a la ficción.
Tras varios videojuegos publicados bajo el auspicio de la malograda THQ, Electronic Arts se hizo con los derechos de la UFC en 2012, poniendo rápidamente a trabajar al equipo de Canadá responsable del fantástico Fight Night Champion en lo que dos años más tarde llegaría a las tiendas con el nombre de EA Sports UFC. El resultado no acabó de cuajar ni a nivel de crítica ni a nivel de ventas, pero dejó pinceladas de calidad y presentó las últimas novedades del motor Ignite, que más tarde dieron el salto a franquicias estrella como FIFA, NHL o Madden NFL. Ahora, con unas cuantas lecciones aprendidas y el feedback de los usuarios, llega la hora de ver si EA Sports ha sido capaz de aprovechar al máximo una de las licencias más jugosas del mercado o si, una vez más, se ha quedado a medias con un producto incapaz de representar con total fidelidad lo salvaje de este polémico deporte.
El punto de partida de los combates del campeonato de la UFC es relativamente sencillo: dos luchadores (no necesariamente de la misma especialidad, porque puedes ver a uno practicando muay thai y al otro jiu-jitsu, por ejemplo) luchando en un ring de forma octogonal con un máximo de cinco rondas de cinco minutos cada una con un juez controlando la situación para ordenar la paralización en caso necesario. El resultado, como puedes prever, es de una violencia y brutalidad inusitada (el senador republicano John McCain, que llegó a ser candidato presidencial en Estados Unidos en 2008, lo definió como "human cockfighting"), pero esconde bajo la superficie mucha técnica y todavía más estrategia, siendo un deporte en el que el desgaste tiene casi tanta importancia como el ataque y la defensa. O más.
Quizás por ello en su adaptación a videojuego es más un simulador puro y duro que no un juego de lucha tradicional. Es vital tener esto en cuenta, porque la curve de aprendizaje de EA Sports UFC 2 es bastante pronunciada, aún cuando tenemos a nuestra disposición un tutorial bastante completo que explica tanto los movimientos básicos como otras técnicas más enrevesadas pero igualmente fundamentales, como los agarres o la sumisión. La cantidad de conceptos a dominar puede resultar bastante apabullante si te introduces por primera vez en la franquicia, pero se agradece el intento por parte de los desarrolladores a la hora de hacerlos más accesibles; el clinch posee ahora un hud más claro y comprensible, y las sumisiones siguen requiriendo bastante entrenamiento para completarse con éxito, pero al menos cuentan con un sistema de indicadores que guía mucho mejor a lo largo de su ejecución.
¿Basta eso para redimir dos de las mecánicas más criticadas en el anterior EA Sports UFC? Desgraciadamente, no. Para empezar, resulta evidente el desequilibrio entre ambas; el grappling es demasiado sencillo y se convierte en un recurso fácil, mientras que la sumisión es excesivamente compleja con sus múltiples pasos y se hace realmente pesada a la hora de jugar. Que una de las grandes novedades de UFC 2 sea la inclusión de un modo llamado Knock Out, en el que los combates se desarrollan más al estilo de un juego de lucha normal, sin agarres ni sumisión, casi parece la aceptación tácita por parte de EA de que dos mecánicas básicas dentro de este deporte no funcionan tan bien como deberían, hasta el punto de resultar prescindibles para muchos jugadores.
En términos de contenido, en cambio, es más difícil poner pegas, porque lo hay a paladas. EA Sports UFC 2 pone a tu disposición un roster con alrededor de doscientos cincuenta luchadores (destacando, evidentemente, a las dos estrellas de la portada, los mediáticos Conor McGregor y Ronda Rousey), con sus características y movimientos propios, así como la posibilidad de crear el tuyo propio con un completo editor. La representación gráfica no podría ser mejor, además, con un apartado visual de enorme realismo y ese incomparable know-how que tiene EA a nivel de producción. Un combate de EA Sports UFC 2 podría pasar perfectamente por una retransmisión de pay per view en una cadena de cable americano, y eso ya lo dice todo.
Hay diversas opciones para crear combates a medida, entrenar o superar retos prefijados, pero evidentemente el modo Carrera sigue siendo el plato fuerte en cuanto a juego en solitario. Aunque cumple, sorprende que la misma gente que hizo de la historia de Fight Night Champion un derroche de epicidad sean incapaces de dotar al UFC de la misma emoción; en vez de centrarse en la rivalidad y en crear antagonistas, limitándose a introducirte en una serie de combates mientras aumenta tu popularidad y tu número de fans. No hay drama, y en un deporte en el que parece casi tan importante el espectáculo fuera del octógono como dentro de él se echa en falta un modo Carrera con más personalidad y, sobre todo, más carisma.
Es posible que el modo Carrera resulte tan desangelado porque los desarrolladores han preferido centrar su atención en el nuevo modo Ultimate Team, heredero de una de las opciones más populares -y lucrativas, para qué engañarnos- de los FIFA y los Madden. La idea es crear un equipo de hasta cinco luchadores e ir desbloqueando mejoras para los mismos con combates online y offline; la diferencia fundamental respecto a FUT o MUT es que las cartas de los sobres no incluyen luchadores, sino nuevos movimientos, modificadores y boosts para hacer que sean más competitivos. Si quieres conseguir más monedas, aparte de ganar combates, puedes recurrir también los Live Events, un -salvando las distancias- original sistema de quinielas que premia tus aciertos a la hora de predecir resultados así como participar en los combates reales que se celebran cada semana.
Electronic Arts sabe, en cualquier caso, que el principal atractivo de UFC, especialmente a largo plazo, está en los combates online. Ninguna pega en este sentido: aparte del Ultimate Team y los combates con amigos también tenemos un sistema de liga en internet con divisiones bastante apañado. El ritmo de las partidas, por la propia idiosincrasia de este deporte, es mucho más pausado que el de otro tipo de juegos de lucha, con lo cual no suele verse afectado por problemas de lag, y el matchmaking es rápido y bastante fiable. En este sentido, el juego simplemente funciona tal y como debería; algo que cabría dar por sentado, pero que vistos algunos fiascos recientes sorprende de forma agradable.
En EA Sports UFC 2 se han solventado muchos de los aspectos más criticados de la primera entrega, pero aún siendo un título notable sigue sin ser esa simulación excelente que demandan los fans del Ultimate Fighting Championship. Los combates siguen siendo espectaculares y han ganado en precisión gracias a las mejoras en el control, pero sorprende que técnicas tan básicas como los agarres o la sumisión no estén más depuradas. Su vida útil es también más longeva gracias a la ingente cantidad de contenido y al modo Ultimate Team, aunque se echa en falta en falta cada vez más un modo Carrera que sepa representar toda la parafernalia que rodea al octógono. Aún está lejos de la perfección, pero EA Sports UFC 2 es un paso en el camino correcto. Veremos si a la tercera va la vencida.