Eat Lead: The Return of Matt Hazard
El Último Boy Scout de los videojuegos.
La imparable llegada de novedades largamente anunciadas a bombo y platillo no debe hacernos dejar de lado lanzamientos que, no por menos sonados, dejan de ser inmensamente interesantes. Tal es: el caso de Eat Lead: the Return of Matt Hazard –lo último de D3P–, un juego que pudimos probar recientemente y que nos nos podría haber dejado mejor sabor de boca.
La apuesta de D3P para este juego es, en apariencia, clara y simple: un shooter en tercera persona repleto de acción, sistemas de cobertura, escenarios destructibles… Pero os aseguramos que hay algo que hará a Eat Lead algo especial, y es que parece el juego más gracioso y divertido que se haya visto en años: es una parodia irreverente y sarcástica del mundo y la cultura del videojuego. Tuvimos el placer de charlar con Joseph Fletcher (productor asociado) acerca de Eat Lead mientras nos mostraba unos cuantos ejemplos del mimo, el amor por el medio y del buen hacer que desprende este título en las oficinas de Virgin España.
La historia que nos ocupa comienza con que D3P había desarrollado su propio motor gráfico (el Vicious Engine 2) y en el estudio querían un buen título de acción para presentarlo. “En un principio” nos comentó Fletcher, “pensábamos hacer un shooter genérico, tipo marines espaciales y demás”. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que el mercado anda bastante saturado de productos así y comenzaron a darle vueltas a la idea que ha terminado materializándose en Eat Lead: “¿qué tal funcionaría un juego de acción que tratase sobre un videojuego y sobre los clichés de los videojuegos y sus diferentes géneros?”. Sobre esta base elaboraron un hilarante guión repleto de guiños al jugador avezado y sobre ese guión han sabido montar un juego que, por lo poco que pudimos probar, resulta inmediatamente adictivo, divertido e inteligente.
En Eat Lead encarnamos a Matt Hazard, una supuesta leyenda del videojuego de acción de los ochenta que vuelve de un retiro forzoso para protagonizar su propio videojuego “Next-Gen” y descubre que, en realidad, la compañía para la que trabaja quiere deshacerse de él y matarlo. Así que tendrá que enfrentarse a todos los enemigos de todos los títulos de su juventud, pero también a los del resto del catálogo de juegos de Marathon Megasoft. No queremos desvelar más que lo dicho acerca del argumento del juego, pero os podemos asegurar que tanto los diálogos como las situaciones y los personajes son absolutamente descacharrantes para cualquiera que haya jugado en alguna ocasión a casi cualquier videojuego.
Para tranquilidad de muchos, Eat Lead vendrá completamente traducido y doblado al castellano, de modo que nadie se perderá una pizca del ácido sentido del humor que acompaña a su argumento. La única pega de esto es que, según se nos dijo, por el camino nos quedaremos sin el doblaje original del juego, a cargo de actores cómicos como Will Arnett (Arrested Development) o Neil Patrick Harris (Barney en Cómo conocí a vuestra madre).
Pero no quisiéramos señalar como único mérito de Eat Lead el de su más que evidente éxito como parodia. Tras sólo unos minutos de juego la impresión que deja es que parece tener una jugabilidad realmente sólida: es un shooter en tercera persona con todas las letras, y quiere estar al nivel de lo mejor que se pueda encontrar en el mercado. En él encontraremos multitud de armas, enemigos con distintas IAs y estrategias, sistemas de cobertura y combate completos y complejos… Sus desarrolladores parece que han sabido acompañar el humor del guión con un acertadísimo y muy ingenioso diseño gráfico y de niveles, con un ritmo de juego imprevisible y llamativo y con una física perfectamente implementada, quedando como una excelente tarjeta de presentación para su –por lo visto en la beta– muy solvente motor gráfico.
Eat Lead: the Return of Matt Hazard tiene previsto ser lanzado el próximo 13 de Marzo en Ps3 y Xbox 360; una fecha de salida sin duda complicada. Fletcher nos aseguró que la versión final del juego luciría aún mejor y que estaban terminando de pulir pequeños detalles, de modo que salimos de allí con la sensación de que Eat Lead puede ser aún mejor de lo que parece. Esperemos que así sea: lo contrario supondría una muy amarga decepción. Muy pronto podremos comprobarlo y aquí estaremos para contároslo.