Skip to main content

El día en que murió Infinity Ward

Cronología del CODgate.

¿Y ahora qué?

Esa es la pregunta del millón, pero lo que si es seguro es que el futuro de la franquicia Call of Duty / Modern Warfare ha cambiado radicalmente en tan sólo tres días.

En el mejor de los casos, Zampella y West dejan Infinity Ward y el estudio continua igual bajo una nueva dirección y bajo el auspicio de Activision. Pero dudamos mucho que así sea. Sabemos por varias fuentes fiables que buena parte del staff de IW es fiel a sus antiguos jefes, y que no dudarán en dejar la compañía si éstos se aproximan a ellos para unirse a un nuevo estudio de desarrollo. Y todo apunta a que, si bien no será ni hoy, ni mañana ni el mes que viene, esto acabará produciéndose. Infinity Ward, en este caso, quedaría herida de muerte, con sus mejores talentos abandonando el barco. Call of Duty tampoco será lo mismo: cuando un estudio que no es Infinity Ward se ha encargado de crear un juego de la franquicia (Treyarch, por ejemplo), los resultados nunca han sido tan positivos como cuando IW estaba detrás.

Lo que sí es seguro es que cuando Zampella y West formen un nuevo estudio, éste no trabajará con Activision. Y eso es una tragedia para la compañía que dirige Bobby Kotick: de la noche a la mañana habrán perdido a su mejor estudio interno y el que más beneficios les reporta (con permiso de Blizzard) e indirectamente habrán reforzado a la competencia. Electronic Arts, Take Two o Bethesda son sólo tres de los posibles partners que podría tener el nuevo estudio (y no dudéis que en estos momentos los teléfonos de los ex de Infinity Ward deben estar echando humo). John Riccitiello debe estar frotándose las manos…

El futuro de COD es, ahora mismo, más inestable que la situación geopolítica en Afganistán.

Ahora mismo, todo el público está del lado de Zampella y West. Es comprensible: Activision es la "gran y malvada" empresa y ellos los indefensos trabajadores despedidos. Es posible que así haya sido, pero hay algo que todo el mundo parece haber olvidado. Hace diez años, cuando la pareja dirigía el estudio 2015 y había terminado su trabajo con Medal of Honor: Allied Assault, su salida de Electronic Arts también fue polémica. Cuando algo ocurre una vez puede ser casualidad, pero cuando ocurre otra vez empieza a haber un patrón ligeramente sospechoso. Y si nos ponemos en la piel de Bobby Kotick, la situación tampoco tiene ningún sentido. Es una temeridad sin precedentes desmantelar de forma deliberada el estudio que te ha proporcionado más de 1.000 millones de dólares de beneficios con su última creación, dejar coja a tu franquicia estrella, enfrentarte a una demanda multimillonaria y, de postre, reforzar a un rival directo.

Se mire como se mire, la información que tenemos a día de hoy es incompleta. A lo largo de los próximos meses iremos conociendo nuevos detalles que nos ayudarán a formarnos una imagen aproximada de por qué ha ocurrido un suceso de esta magnitud, y entonces será el momento de sacar conclusiones. Hasta entonces, id preparando las palomitas: nos esperan semanas de polémica, trapos sucios y ataques cruzados. ¿Es aburrida la trastienda del sector del videojuego? Posiblemente, pero ahora mismo tenemos ante nosotros el estallido de una bomba de relojería de la cual todavía es difícil hacer un recuento de daños.

También te puede interesar