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El intercambio de videojuegos

¿Pasará a ser un recuerdo del pasado?

Si hay un debate que se repite de forma excesivamente cansina estas últimas semanas es el manido tema de las desarrolladoras y su visión de la segunda mano. No hay semana en que no aparezca el estudio de marras a darnos su opinión al respecto y que acto seguido toda la comunidad gamer arda en críticas e insultos hacia sus declaraciones.

Esta vez le ha tocado el turno a Volition, los responsables tras la saga Saints Row, del que uno de sus diseñadores ha asegurado "Sería fantástico que Xbox 720 detectara los juegos usados". No han sido los únicos, también los polacos CD Projekt, autores de The Witcher, se han pronunciado al respecto; aunque de forma contraria a la mayoría de sus colegas, asegurando todo lo contrario: tales medidas no solo irían en contra de la libertad de los usuarios sino que además dicha posibilidad podría ser algo malo.

No voy a entrar a discutir sobre este tema porque ya lo hemos tratado en infinidad de ocasiones y nuestra opinión ya es harto conocida. Además, gracias a la magnifica exposición de nuestro amigo Fanatiko, ahora podemos comprender el porqué de esta obsesión por parte de las desarrolladoras hacia la segunda mano. Pero de entre todas las cosas que dice el diseñador de Volition, Jameson Durall, hay una en particular que me llama la atención. Éste asegura que ciertamente susodicho sistema podría tener lagunas a las cuales se podrían encontrar soluciones, como el alquiler de juegos o el hecho que un amigo le preste el título a otro.

Prestar videojuegos ha sido la base que hemos tenido muchos en nuestra infancia y adolescencia para poder jugar a varios títulos diferentes a lo largo del año.

Prestar videojuegos ha sido la base que hemos tenido muchos en nuestra infancia y adolescencia para poder jugar a varios títulos diferentes a lo largo del año. No teníamos dinero para más, así que dependíamos no solo de nuestra biblioteca, sino también de lo que compraban nuestros compañeros de clase. En mi caso llegamos incluso a organizarnos con tal de poder abarcar entre todos el máximo número de títulos. Si en aquella época no hubiera intercambiado videojuegos con los amigos posiblemente no estaría aquí escribiendo estas líneas, pues no habría descubierto nunca sagas como "Metal Gear", "Final Fantasy" o "The Legend of Zelda" ya que mis primeros contactos con ellas fueron gracias al intercambio.

Es más, prestarse videojuegos entre amigos es la base sobre la que programas como Game Over pueden seguir funcionando a día de hoy. Sin esa posibilidad no podríamos jugar a los títulos que comentamos conjuntamente entre todos en el programa ni especiales como el futuro especial GOTY, en el que todos los miembros han de demostrar haber jugado a todos los juegos nominados, podrían ser una realidad. Somos un espacio modesto, pequeño, sin oficinas ni renombre entre las distribuidoras. Prácticamente todo lo que pasa por el programa ha sido comprado, dejado o ya que sale el tema, en ocasiones alquilado. No pocos programas o blogs de videojuegos afines operan precisamente gracias al alquiler, pagándolo todo de su propio bolsillo.

No obstante la visión de la industria parece ser precisamente la erradicación total y absoluta de estos "problemas". Mi caso con Volition tiene una gracia especial, pues precisamente es un estudio del que he llegado a descubrir sus principales títulos, Saints Row y Red Faction, gracias a que en su momento me los prestaron buenos amigos. Sin esos intercambios posiblemente ni me hubiera hecho eco de sus declaraciones pues no sabría ni de su existencia y mucho menos habría comentado sus juegos en alguna de las entregas de nuestro programa. Algunos de ellos con muy buena nota añado.

El debate de la supuesta propiedad de los juegos en descarga digital: ¿Son míos realmente?

Este debate, además, ha reabierto otro clásico de foros y redes sociales en Internet: la supuesta propiedad de los juegos en descarga digital. ¿Son míos realmente? ¿Puedo hacer con ellos lo que quiera, como haría con uno físico?

Por una vez, aunque espero no sirva de precedente, voy a cargar contra Steam. Creo sinceramente que si a día de hoy, tras casi diez años de vida, la plataforma de Valve sigue sin incorporar un sistema de prestarse videojuegos entre colegas, es porque la compañía de Gabe Newell no quiere. Y esa es una de las principales razones por las que vea con tanto recelo el salto definitivo e irremediable del físico al digital.

Las plataformas de libros digitales, como el famoso Kindle de Amazon, ya lo hacen con mucho menos recorrido en el mercado. Evidentemente hay restricciones y el sistema no es perfecto, pero tengo la posibilidad de prestar libros digitales a otros compañeros con el mismo modelo de lector electrónico como llevo haciendo toda la vida. La idea es perfecta, el libro desaparece de mi dispositivo para reaparecer automáticamente al cabo de unos días, asegurando de paso que podrás recuperarlo, algo que nunca podías dar por sentado en el mundo físico.

¿Por qué Steam, la plataforma líder tanto en ventas como en innovación, no hace algo similar? No me cabe duda que muchos estudios, los más grandes, pondrían todo tipo de trabas a esta iniciativa pero... ¿No van tan de enrollados? ¿No aseguran siempre que la piratería no les preocupa y que solo quieren ofrecer un servicio perfecto? ¿Por qué no hacerlo con su propio catalogo sentando de paso un valioso precedente? Ese precedente tan necesario que ya instauraron hace casi una década y que ha terminado por convencer incluso a las más obstinadas desarrolladoras del futuro inevitable del videojuego.

Es más, algunas plataformas pretenden incluso que acabemos comprando el mismo título tantas veces como usuarios tengamos en nuestro hogar.

El mercado va peligrosamente orientado a que llegue ese temido momento en que los títulos que hemos comprado no puedan salir ni de nuestras bibliotecas ni de nuestras casas... Es más, algunas plataformas pretenden incluso que acabemos comprando el mismo título tantas veces como usuarios tengamos en nuestro hogar. Salvo, claro está, que lo pirateemos. Y os confieso que servidor, que nunca ha hecho apología de la piratería en los medios sino todo lo contrario, cada vez siento una mayor tentación de caer en sus redes. Porque de momento, semejante política ha acabado ya con un programa especial de nuestra casa, el programa GOTY Indies y Descargables, el cual no podremos celebrar pues la propiedad de la mayoría de candidatos es única e intransferible.

Llamadme tremendista si queréis pero semejantes políticas llevadas al extremo, como parece que es hacia donde se dirigen, no solo es un atropello al usuario sino que además pueden acabar provocando la desaparición de programas como el nuestro o como tantos otros de la podcasfera española. Por no hablar de tantos otros blogs o medios humildes que no pueden optar a los recursos de un gran medio como éste en el que leéis estas lineas. Si no podemos acceder a todos los títulos posibles gracias al trueque, el intercambio o el alquiler, nos veremos obligados o a hablar de otra cosa o a desaparecer.

Lo que si tengo claro es que efectivamente hay que encontrar una solución inmediata a estas "lagunas" o asumiré que la industria considera que toda mi infancia y crecimiento en el mundo de los videojuegos fue un problema. Un problema a erradicar.

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