Elders of Madness, el videojuego creado por 120 alumnos de secundaria
Imaginación al poder.
¿Pueden los videojuegos cumplir una función didáctica? Miguel Ángel García Guerra, profesor de informática en el colegio San Juan Bosco de Torrejón de Ardoz, no solo cree que sí, sino que está convencido de ello.
Por eso la intención de Miguel Ángel no es solo que sus alumnos asimilen todos los conceptos teóricos que aprenden en las distintas asignaturas, sino, mucho más importante, que sepan ponerlo en práctica en un proyecto común que, por definición, reúne conocimientos de campos totalmente diversos y requiere de la voluntad de muchos para llegar a buen puerto: desarrollar un videojuego.
El resultado ha sido "Elders of Madness", un juego con una estética retro muy atractiva que nace fruto de siete meses de trabajo y de las ideas de 120 chicos y chicas de tercero y cuarto de la ESO.
"El objetivo era que los alumnos se sintieran motivados e interesados por el mundo de la creación, el diseño gráfico, la creación musical y la programación al tiempo que ponían en práctica todos los contenidos teóricos que han estado estudiando durante el curso en multitud de asignaturas," explica Migel Ángel en su página web.
Y es que el principal objetivo del proyecto no es, claro, la mera creación de un videojuego. El verdadero sentido está en aunar conocimientos, en dar a estos chicos y chicas la responsabilidad de abanderar un proyecto emocionante y, sobre todo, mantener viva su curiosidad por saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona aquello que les rodea, qué se esconde detrás de lo cotidiano. "Quiero que los '¿cómo?' inunden sus mentes cuando vean a la Roomba aspirar su salón, o cuando el mando a distancia cambie el canal," nos cuenta Miguel Ángel.
Elders of Madness es un juego sorprendentemente bien hecho, con las carencias comprensibles que conlleva algo de estas características, pero con muchas más virtudes de las que necesitaría para llamar la atención; se nota que detrás hay pasión y trabajo en equipo. Pero esta no es la primera vez que Miguel Ángel lleva a cabo este experimento. En 2014 se publicó "Monsters are back", un videojuego gratuito con licencia CC cuyo desarrollo gustó tanto a sus responsables que ahora, un año después, han repetido la idea. Elders of Madness es más adulto, desde luego, no solo por sus mecánicas sino también por su estética, que se inspira con gran acierto en la literatura de H. P. Lovecraft, o Howard Philips, y August Derleth.
"Hemos visto cómo las matemáticas, la geometría y el álgebra son importantes para hacer un videojuego. Nunca imaginábamos que nos apasionaría tanto estar todos enfrascados en un mismo y enorme proyecto. Y lo mejor de todo es que hemos logrado tener algo muy especial, algo que quedará para siempre, no se trata de un ejercicio en la hoja de un cuaderno, de una lámina de dibujo, de una redacción, se trata de algo de lo que pueden disfrutar personas de todo el mundo, un videojuego que nos ha costado mucho hacer y que lo hemos hecho con una ilusión enorme," afirma.
Elders of Madness no es solo el resultado de aplicar aquello que se ha aprendido en clase, sino que es también la demostración de que la diversión y la curiosidad son parte indivisible, casi integral, de la enseñanza. Los alumnos no solo han tenido que aprender técnicas relacionadas con el desarrollo del videojuego, sino que han tenido que ser conscientes de los límites a los que se enfrentaban, de lo que querían lograr frente a lo que podían hacer realmente. El resultado no es un ejemplo de diseño de videojuegos, como es lógico teniendo en cuenta el tiempo y recursos disponibles, pero sí es un ejemplo único de astucia, una forma distinta de afianzar los conocimientos en el alumno anteponiendo la diversión y la creatividad, la imaginación al fin y al cabo, a los restrictivos recursos memotécnicos.
No olvidéis echarle un vistazo y contarnos en los comentarios qué os ha parecido. Podéis descargar el juego aquí.