Avance de Everybody's Golf
O jugamos todos o el putt al río.
Os confieso que se me ocurren pocos motivos para entrar en este texto sin haber probado el Everybody's Golf de Playstation Vita, algo ya de por sí difícil teniendo en cuenta que ni la propia Sony sabe ya muy bien de qué consola ni que consolo estamos hablando. Y sin embargo, hayas entrado por admiración hacia nuestro medio -nosotros también te queremos-, por conocer de antes esta peculiar saga japonesa o porque te has confundido al mover el ratón y era esto o el anuncio deberías de tener en cuenta que estamos hablando del que sin duda era uno de los mejores -me mojo y digo cinco- exclusivos del catálogo de la portátil. Si es mucho o poco lo dejaré a vuestra elección, pero es incontestable el hecho de que la franquicia iniciada por, ojo cuidado, los mismos que Shining Force y Golden Sun y continuada casi desde sus inicios por Clap Hanz mezcla con bastante eficiencia elementos de rol, arcade y juego deportivo para brindar una obra entretenida y risueña.
Probada ya la beta cerrada que se llevó a cabo el pasado fin de semana, lo más importante es certificar que la fórmula permanece inalterada. Quizás lo primero que deberíamos de aclarar en este avance es que muchos de los modos presentes en el juego final estaban deshabilitados, por lo que deberemos de esperar para poder opinar sobre el multijugador, el modo carrera o los llamativos minijuegos de pesca y karts. Pero lo que está, lo que podemos palpar una vez saltamos al verde con nuestro pantalón y nuestro cardigan, dista poco de lo que conocemos bien dentro de la saga. Everybody's Golf sigue siendo un juego muy japonés, con sus demenciales gestos y poses de victoria cada vez que embocamos la pelotita en el hoyo, su personalización extrema y su gusto por los colorines y el ritmo. No digo esto como algo peyorativo: El juego de Clap Hanz es muy consciente de que lo suyo no es trasladar la seriedad y etiqueta del golf profesional; él quiere ofrecer una experiencia arcade, de aprender a jugar pero también pasárnoslo bien y relajarnos. Por eso, una vez efectuada la cordial presentación, opta por soltarte directamente en los terrenos del club de golf para dar una vuelta, explorar el terreno e incluso encontrar algunos coleccionables y objetos especiales.
Una vez nos decidamos a entrar en el circuito, la mecánica de tiro no dista mucho de la vista en el género desde los tiempos del legendario Neo Turf Masters -alemán forevah-. El truco, como siempre, está en controlar la dirección del viento, jugar con la máxima distancia de cada palo y ajustar tanto la potencia como la desviación de la bola para acercarnos todo lo posible al green y meter la pelotita en el agujero. Teniendo clara la teoría, todo es cuestión de irse haciendo a los distintos escenarios -en la beta solo teníamos disponible uno, bastante clásico- y jugando con varios factores para presentar nuestra mejor tarjeta tanto a los jugadores controlados por la máquina como a los que se optan por la modalidad online.
De estos últimos podemos hablar un poco más, ya que pese a no contar con multijugador como tal sí teníamos un modo, Guerra de Territorio, que promete alguna que otra sorpresa agradable en el caso de cuajar. El funcionamiento es bastante sencillo: Divididos en dos grupos y libres en el campo cual marabunta de golfistas dementes que corren con un estilo mezcla de Naruto y un pollo decapitado deberemos de ir completando hoyos, pudiendo elegir el que gustemos sin orden premeditado, para sumar puntos y llevar a nuestro equipo a la victoria. Suena más loco de lo que en realidad es, pero ver a tu alrededor a personajes sacados de la imaginación lisérgica de Hunter S. Thompson correteando y dándole al hierro 3 es lo bastante gracioso como para, una vez se llenen los servidores, aportar un extra interesante a los modos más tradicionales.
El otro punto central de la saga, inamovible, es la personalización, y nos alegra decir que parece ir bastante sobrado. Incorporando de nuevo pequeñas pinceladas de rol, tenemos desde la posibilidad de ponernos todo tipo de complementos y peinados a ir subiendo nuestros atributos y mejorando como jugadores un poco a nuestro aire. De hecho, cuanto más usemos un palo determinado o cumpliendo ciertos requisitos (acercarnos lo máximo posible al asta de la bandera, llegar al green con un palo determinado) más mejorarán nuestras estadísticas, importante sobre todo a la hora de encarar retos como el desafío diario o algunos de los hoyos más exigentes. Si a eso le sumamos el poder hacerlo luciendo un afro espectacular y un bigote que sería la envidia de Tom Selleck, mejor que mejor. Eso sí, imprescindible jugar mucho y ganar algunos torneos, ya que como en la vida misma sin dinerito poco podremos tunearnos para molar.
Poco más podemos decir de esta primera toma de contacto, bastante esperanzadora por otro lado. Insistiendo otra vez en la idea inicial, Everybody's Golf es uno de esos juegos que no se suelen tener en cuenta, pero que visten con mucha alegría el catálogo de una consola. A falta de ver cómo se integran algunas de las novedades en esta entrega, volvemos a encontrarnos con el aroma arcade de siempre, la locura más absoluta en forma de vestiditos y complementos y, lo más importante, ganas de que lo pasemos bien. Habrá que tener la vista puesta en el 30 de agosto, porque puede que, por enésima vez, la fiebre del golf chiflado pille por sorpresa a más de uno.