F1 2011
Mantiene el tiempo de vuelta.
Estos detalles lastran puntualmente la experiencia, pero el que seguramente pese más es uno que no se ha sabido -o podido, o querido- mejorar respecto al primer título de la saga, y es que la dificultad del juego se basa en las ayudas que nos proporcionan y nunca por elementos externos. Es decir, la forma más fácil de jugar es con todas las ayudas de control de tracción, el ABS, el cambio de marchas controlado por la computadora, efectos de daños en el vehículo inutilizados y una lista de detalles de índole similar... pero Vettel sigue haciendo tiempos de infarto en los circuitos. En el caso de que uno necesite aprender a conducir a un nivel competitivo desde abajo, lo tendrá difícil si no empieza a quitarse ayudas, y será complicado llegar a aprender a lidiar directamente con otros rivales si no es posible mantener su nivel en pista. Y no es simplemente una crítica por posible falta de nivel personal; quizás uno de vosotros llegue a superar todo reto y le interese que el mismo piloto de Red Bull ya mencionado destroce aún más el cronómetro para llegar a vuestro nivel. De esta forma, la competición sigue siendo contra el tiempo: sabemos que haremos la pole en Monza si bajamos de 1:24.
Dejando la mecánica de lado, F1 2011 consta de cuatro modos de juego. En el modo contra el cronómetro existe la opción de mirar qué tiempos llegamos a hacer en el circuito que queramos, la climatología que elijamos y con el coche que prefiramos, o superar ciertos retos con estas condiciones ya impuestas. De forma parecida, el modo Gran Premio nos permite elegir un corredor y disputar una o varias carreras con sus fines de semana completos o no, y con 5 duraciones predeterminadas a elegir (pero nunca mayor que la real), con sus entrenamientos libres, tres sesiones calificatorias y carreras con paradas en boxes.
Pero la guinda del pastel es el modo Trayectoria. En él empezaremos desde equipos más humildes y podremos llegar a la cúspide del campeonato si somos, no sólo buenos pilotos, sino también buenos habladores en las ruedas de prensa. Todo ello retransmitido por la prensa de una forma similar a cómo se había visto ya en la anterior entrega. Con las mismas opciones posibles que en el modo Gran Premio, podremos adaptar esta campaña a nuestro nivel, tiempo y estilo de conducción.
El insuficiente modo multijugador del juego anterior -algo que la misma Codemasters había admitido- ha sido enormemente mejorado. Para empezar, aparece la siempre bienvenida pantalla partida cuando son dos los jugadores. Además, a nivel local u online, se permite hasta 16 jugadores simultáneos sin la incomprensible limitación de un jugador por equipo, y añadir bots para completar los 24 puestos de la parrilla de salida. Para evitar diferencias de competitividad entre jugadores, se dispone de un sencillo sistema de puntos de experiencia para poner a cada jugador en su sitio. Finalmente, y no menos importante, se presenta la nueva opción de temporada cooperativa, en la que dos jugadores compiten para superarse mutuamente a cada gran premio mientras corren en la misma escudería, aunque este modo sólo se puede disfrutar a través del juego online.
A nivel gráfico el detalle es realmente asombroso. No sólo los vehículos están fielmente reproducidos, sin ninguna pega a la vista, sino que los circuitos presentan sofisticados detalles visuales. Quizás las pendientes (como la de Montecarlo) no acaben de estar perfectamente reproducidas pero se aproximan bastante a lo que debería ser. Grado parecido tiene el sonido, caracterizado principalmente por el de los V8 con ese toque electrónico tan característico de estos monoplazas. El contenido está completamente traducido y doblado al castellano con buena calidad.
Sabíamos que Codemasters puede hacer un buen juego sobre la cumbre del motor, y F1 2011 es un gran añadido si se es aficionado a la simulación realista y fanático de la Fórmula 1. Sin embargo, el nivel de continuidad que se espera tras haber creado ya un primer título tiene que verse reflejado en innovación y solución de errores pasados. No es que no mejore, al contrario, pero sólo esperemos que en futuras entregas no haya ningún detalle importante que reprochar.