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Avance de F1 2017

Ingeniería y tecnología.

Me resulta curioso la facilidad con la que se asocian motos y F1 como una especie de paquete de "deportes de motor", cuando no se me ocurren dos competiciones más distintas. Las motos son un deporte de instinto, de garra, físico, donde la relación del piloto con su vehículo es esencial y donde prácticamente solo se pisan los boxes si hay lluvia. La F1, en cambio, depende casi más de lo que está sucediendo entre bastidores que del propio piloto; este es tan solo la última pieza del engranaje de una enorme maquinaria donde se pueden sacar décimas de segundo levantando unos milímetros un alerón aprovechando una parada. La Fórmula 1 tiene su parte espectacular, pero su base es otra: la ingeniería convertida en pasión.

Codemasters ha sabido comprenderlo y enfocar sus juegos hacia el fan más acérrimo. En los casi ocho años que la compañía ha estado al cargo de la licencia de la Fórmula 1 ha ido mostrando más y más detallismo a la hora de reproducir lo que se conoce como "el circo" que rodea a este deporte.

Hace unos días tuvimos la ocasión de probar la próxima entrega de la saga durante un par de horas, que dedicamos sobre todo a probar cómo es el fin de semana de carreras en F1 2017. La campaña sigue, como en anteriores juegos, siendo un modo de una gran complejidad que trata de trasladar la experiencia completa del deporte. Eso se traduce en que la carrera no comienza en la parrilla de salida, ni siquiera en la clasificación, sino en las reuniones de objetivos con nuestra agente y con las pantallas de preparación de los entrenamientos libres.

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Tenemos que poner a punto todos y cada uno de los reglajes del coche, gestionar las unidades disponibles y realizar los objetivos que nos proporciona el equipo durante los entrenamientos para obtener puntos de mejora que se traducen en actualizaciones para el coche en un árbol de mejores que no llamaría la atención en un JRPG. Codemasters tiene como objetivo reproducir la Fórmula 1 de forma exquisita, y parte de ello es reconocer que la carrera del domingo es tan solo la culminación de horas y horas de trabajo.

El problema derivado de ello es que, de cara al usuario que no esté muy metido en el deporte, puede llegar a ser un poco exasperante. La cantidad de menús y submenús parece no acabar nunca, pero a cambio te permiten obtener una flexibilidad total si quieres ir al detalle. Puedo imaginarme sin problemas el día en que Codemasters termine realizando algo similar a Sports Interactive con Football Manager: creando un modo historia para el fan y otro para el jugador que busca una experiencia más directa.

En su forma definitiva F1 2017 es exigente hasta decir basta, una constante lucha contra nosotros mismos donde un solo error se paga con el coche en la grava.

En cuanto a la conducción, no ha cambiado demasiado respecto al pasado. Si escogemos quitar las ayudas tendremos la experiencia completa, pero lo cierto es que muchos necesitaremos bajar un poco la dificultad para no empezar a pegar trompos en la primera curva. En su forma definitiva F1 2017 es exigente hasta decir basta, una constante lucha contra nosotros mismos donde un solo error se paga con el coche en la grava. Experimentamos alguna ligera caída de frames, pero se nos prometió que desaparecerían en la versión final.

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También pudimos probar algunos de los coches clásicos que incluirá el juego, como el F1 2002 de Ferrari con el que Schumacher se paseó por medio mundo, el Renault R26 con el que Alonso logró su segundo título o el McLaren MP4/4 que en 1988 logró ganar todas las carreras excepto uno. Es un gustazo volver a escuchar los rugidos de los motores de F1, que se han ido apagando en los últimos años hasta tener un sonido ahogado y bastante desagradable para los que llevamos unos años siguiéndola.

Codemasters ha llegado a un punto de recreación tan fiel que se puede permitir relajarse un poco y lanzar una entrega continuista.

Quizá lo más interesante de los coches clásicos son las pruebas específicas que reciben, como puede ser adelantar a coches más lentos que el nuestro pero partiendo con desventaja o adelantar a un mínimo de coches similares al nuestro antes de que se acabe el tiempo. Están integradas en el modo campaña como una especie de misiones secundarias entre carrera y carrera y la verdad es que son bastante refrescantes por directas en comparación con el modo historia.

Codemasters ha llegado a un punto de recreación tan fiel que se puede permitir relajarse un poco y lanzar una entrega continuista. Lo único que les falta para clavar el deporte es su faceta más impredecible: pilotos bajándose del coche a tomarse un helado, pilotos siendo atropellados por el coche de seguridad, pilotos insultando al director de carrera, pilotos mandando al traste un mundial por salir de boxes con la manguera pegada al coche, pilotos de la propia McLaren impidiendo el récord total de carreras del McLaren MP4/4 no dejándose doblar... La Fórmula 1 es ingeniería y tecnología, pero lo que es imposible simular son sus errores humanos.

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