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Fable II: Isla Knothole

Más puzzles, combates, exploración y... ¡Logros!

Ha pasado el tiempo suficiente como para que la mayoría de quienes se hicieron con Fable II (cuya review en Eurogamer.es podéis leer aquí) hayan completado –quizás incluso en más de una ocasión– la historia principal que nos ofrecía el título de Lionhead Studios. Para aquellos que sientan la morriña propia que generan los paisajes húmedos y las alargadas sombras que proyectan los bosques y casas de Albión, desde el pasado 13 de enero está disponible en el Bazar de Xbox Live la primera expansión descargable de Fable II, a un coste de 800 MSPoints; gracias a ella podremos visitar la Isla de Knothole, país de paz. ¿Qué encontraremos allí tras el breve viaje en submarino desde el puerto de Bowerstone?

En primer lugar nos espera una misión al uso, comparable a cualesquiera otras que hayamos jugado con anterioridad durante nuestro periplo tras la pista de Lucien. En ella conoceremos a los menesterosos y algo pejigueros habitantes de Knothole y a su enervante Cacique local. Durante la misión tendremos un poco de todo: puzzles, combates, exploración… Y, como recompensa, la satisfacción por un trabajo bien hecho y otro motivo más para que nuestro nombre se convierta en leyenda. Por supuesto, nuestro camino estará regado de objetos que coleccionar o comprar –algunos de ellos exclusivos y autóctonos–, propiedades que adquirir, negocios que regentar y parroquianos de todo género y condición a los que seducir, traicionar, enamorar y/o asesinar.

Imágenes como esta hubiesen quedado muy bien en Navidad si no se hubiese retrasado el lanzamiento de esta expansión.

Para los más completistas, la visita a la Isla de Knothole es también una buena ocasión con la que lograr 100G más de logros: 50 por la misión principal, 25 más poniendo algo de esmero y, por último, otros 25 dedicándole ya algo de tiempo y de recursos en una recolección que nos obligará a recorrer también partes del continente en busca de objetos que intercambiar. Como compensación por las molestias, veremos no sólo como nuestras cuentas de logros engordan, sino que podremos hacernos con todo un surtido de piezas imposibles de conseguir por otros medios.

Otro incentivo más es el nexo que une a la Isla de Knothole con el primer Fable, un motivo que quizás satisfaga a los fans de la primera parte que no terminasen de quedar conformes con la continuidad entre ambos títulos. Y, por último, aunque quizás no menos poderosa que cualesquiera otra de las razones anteriores, en la Isla de Knothole tanto aquellos héroes más sacrificados como quienes optaron por acabar sus días nadando en la abundancia económica gozarán de una oportunidad para recuperar la compañía peluda y cánida de cierto personaje cuyo destino queda sellado durante la misión principal.

Gordon te llevará en su submarino de Knothole a Albión tantas veces como quieras.

No puede decirse, pues, de Knothole que sea un lugar poco interesante o llamativo para un héroe de Albión con unos cuantos MSPoints de sobra en su bolsillo. Como sucede con toda expansión, la de la Isla de Knothole predica en tierra de fieles: nadie encontrará en ella nada que se salga de lo que Fable II ofrecía originalmente. Nadie la verá como un motivo para correr a comprarse Fable II si no lo tenía ya antes, pero todo aquél que haya disfrutado de la experiencia de salvar a los albiónidas de las manos de Lucien (quizás para hacerles sufrir en las propias) recibirá contenido suficiente –en cantidad y en variedad– como para dar por buena su inversión.

7 / 10

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