FIFA 10

Nuestros jugadores ya no se mueven en diagonales ni actúan como misiles teledirigidos. Se pueden mover, tanto en ataque como en defensa, por donde les de la real gana. Y las posibilidades que eso extiende ante nosotros son enormes; podemos rodear un defensor y quitarle el balón pro donde no se lo espera, fintar hacia donde nos de la gana, lanzar un desmarque cuando queramos… e incluso diseñar nuestras propias jugadas a balón parado para aplicarlas luego en partidos.

Esta novedad tiene otro complemento ideal que le da todavía más sentido. En FIFA 10 ya no tendremos que pulsar la A o la X (X360, PS3) para quitar el balón si no que, simplemente, tendremos que acercarnos a quien lo está conduciendo e intentar ganar la posición. Lo mismo con un atacante; si no queremos perder el esférico deberemos ser conscientes de nuestras capacidades físicas. Así Drogba es un maldito tanque ahí arriba y es capaz de avanzar a trompicones y empujones —como en la realidad— hasta lograr una buena posición de tiro o un pase hacia atrás. Sin embargo Messi tendrá que valerse de las sutilezas del control de 360 grados para modificar ligera y constantmente la trayectoría de su carrera para que una bestia parda de la defensa rival no le desestabilice fácilmente en un cuerpo a cuerpo —otra vez—. El ritmo de los partidos, por tanto, requiere de ti una capacidad analítica y de anticipación. Debes mover el balón y forzar el error del rival, o esperar un desmarque oportuno de alguno de tus compañeros. Las paredes son fundamentales y el pase corto y los cambios de juego tienen una relevancia esencial, mucho más que el regate.

Esta acción, sin embargo, sigue siendo necesaria para zafarte efectiva y definitivamente de tus contrincantes cuando estás cerca de la portería. El regate clásico con gatillo izquierdo y stick derecho sigue ahí y se le une uno nuevo que se ejecuta con los dos gatillos. Es un intento de replicar un control preciso del balón, con cambios de pierna, pero no nos ha acabado de convencer; curiosamente en versiones previas a la final me había gustado bastante más. No nos olvidemos tampoco de que podemos hacer sombreros y elevarnos el balón en cualquier momento.

Respecto al comportamiento de la Inteligencia Artificial comentar que, en líneas generales, es muy notable. Destaca especialmente en las coberturas defensivas cuando algún jugador se suma en ataque y, lo más importante, no suelen detectarse cantadas como en otros años. El comportamiento de los porteros ha mejorado muchísimo pero sigue siendo algo a revisar; aunque digan que no es tan fácil meter globos a nosotros nos entran con demasiada facilidad. Tampoco hay tantos palos como en FIFA 09, por cierto.