Avance de FIFA 20
El modo Volta es interesante, pero le falta la chispa que tenía FIFA Street.
Me lo pasé bastante bien con Volta, el nuevo modo de fútbol callejero de FIFA 20, durante el evento celebrado en julio por Electronic Arts para presentar la nueva edición de su popular juego deportivo. Es rápido y fácil de entender, pero posee los suficientes matices como para que, si juegas un rato con él, veas que es también un modo bastante generoso. Es un poco como una mezcla de El Camino, de Clubes Pro y de Ultimate Team. Sobre el papel esto parece hecho exactamente para mi, pero al final resulta que le falta un poquito de magia para que el conjunto funcione a la perfección.
Hay dos formas de jugar a este modo: con tu propio jugador, creado desde cero, y un equipo de estrellas ficticias del fútbol callejero que puedes "robar" a los oponentes que has derrotado (aunque realmente son más bien una copia; puedes elegir cuál de sus jugadores añadir a tu equipo pero ellos lo mantienen); o bien con clubes reales, online u offline, escogiendo una selección de jugadores - Hazard, Ramos y Modric del Real Madrid, por ejemplo - para crear tu pequeño equipo.
Buena parte de los detalles fundamentales ya se explicaron durante el pasado E3, pero por si no te acuerdas de lo que se explicó en su momento aquí va lo más básico: puedes jugar con equipos de varios tamaños - tres contra tres sin portero, cuatro contra cuatro con portero o cinco contra cinco usando normas de fútbol sala - y también puedes modificar las reglas del campo, activando o desactivando las paredes para que se puedan aprovechar los rebotes o jugar de una forma más tradicional, por ejemplo. Cuando juegas online esa personalización se define según un sistema de "reglas de la casa", en el cual el jugador que actúa como local juega con su campo y con el tamaño de equipo y normas de su elección.
El problema está en la razón real para jugar en este modo. No estoy seguro de que exista alguna, más allá de las motivaciones artificiales que forman parte del gran juego como servicio que es FIFA. Hay una especie de progresión tipo RPG para tu personaje, que va subiendo niveles con el paso del tiempo (las opciones de personalización de tu avatar, por cierto son bastante extensas, lo cual siempre es de agradecer). Hay una progresión también en el sentido de que puedes negociar con otros jugadores para mejorar tu equipo, un elemento que parece más propio de Ultimate Team. Y luego hay, claro, una tienda de elementos cosméticos, donde se mantiene lo de siempre: nada se puede comprar con dinero real, solo con las Monedas Volta (el nombre oficial para el "dinero de grindeo" del que hablaba EA hace un mes), y - al menos por lo que he visto hasta ahora - no hay cajas de loot aleatorias ni tampoco "mecánicas sorpresa".
El quid de la cuestión reside en que todas estas son cosas externas para animarme a seguir jugando a Volta, de forma parecida a los trofeos o los logros. La jugabilidad de este modo, y esto es lo que me preocupa, no tiene profundidad, y lo cierto es que la cantidad de mecánicas de progresión que han incluido los desarrolladores sugiere que son un poco conscientes de ello, que son una forma de compensarlo. Pronto habrás visto todas las arenas, todas ellas realizadas con mucho detalle, especialmente la que se ubica en una azotea en Japón, y luego todo se reduce a conseguir algunos jugadores anónimos más con mejores estadísticas o quizás un par de pantalones cortos que te hacen gracia. Si le quitas todo eso, una vez ya has dominado el ritmo de Volta (más rápido) y aprendido un par de técnicas (los pases de cuchara y los trucos al chutar, que son intencionalmente más fáciles de realizar para que el juego sea más divertido), te quedas con la sensación de que ya has terminado con él.
Y tras un tiempo es también frustrante. Uno de los mayores problemas que he tenido con FIFA desde hace un tiempo es lo frenética que resulta la velocidad de los partidos, algo que convierte el juego en una lucha con tu paciencia, una especie de consecución de pelotazos hasta que un mal toque finalmente te abre una vía para marcar. En todo lo que EA Sport se ha esforzado para hacer que el 11v11 de FIFA 20 sea más considerado, Volta va en la dirección opuesta. Al poco tiempo tendrás la sensación de haber estado golpeando tu cabeza contra una pared casi tanto como a la propia pelota. Y eso duele.
Incluso con eso creo que hay una cosa que podría haber salvado a Volta, y que de hecho hubiese supuesto una revelación. Creo que los desarrolladores necesitaban divertirse más, y no limitarse únicamente a pensar que lo divertido es añadir trucos fáciles de hacer con el balón. Divertirse de verdad. El modo Ultimate Team de este año tendrá reglas de la casa que permiten recoger en el campo power-ups para tener velocidad sobrehumana o hacer que el balón brille. En Volta hay zapatillas con neones y unos extraños guantes para tu portero que hacen que parezca que se toma el ciclismo demasiado en serio. Es ligero y correcto como si estuviese sacado del Disney Channel, de la misma forma que ocurría en años anteriores con El Camino. Esto es comprensible por la clasificación de edades, pero no tomes la ruta del realismo con la jugabilidad para luego tener cinemáticas y gritos durante los partidos donde los jugadores no pueden decir tacos, o siquiera mostrar agresividad o cierto pique en el campo. ¡Imagina un fútbol en el que nadie dice tacos! Imagina un partido de fútbol callejero, dentro de una jaula en el norte de Londres, donde nadie dice tacos.
En cualquier caso, lo que quiero decir es que echo de menos FIFA Street. Echo de menos empujar con el balón a un jugador contra la red de su propia portería al chutar con Jimmy Floyd Hasselbaink. Echo de menos la diversión descerebrada, y el modo Volta es peor de lo que esperaba precisamente porque no tiene eso.
Traducción por Josep Maria Sempere.