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Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010

EA se lo ha tomado en serio.

El Mundial de Fútbol se celebra cada 4 años y es uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, si no el que más.

Esta Copa sirve para muchas cosas. Para venderle teles LED de 50 pulgadas a viejitos —y generar, así, composiciones de salón comedor brutales, con tacitas de café rosas, bordaditos para los sofás y el señor pantallón en medio—, para que algunos jugadores se lesionen… pero sobre todo para unir a los colegas y familia en un mes de puro fútbol, para generar ilusión, canciones pegadizas y momentos épicos.

Al entrar en nuestra industria, empero, y en concreto en los juegos sobre este deporte, se nos genera una duda: ¿realmente merece la pena sacar un título sobre este evento y venderlo a precio normal? FIFA 10 salió al mercado en octubre, al cabo de seis meses sale este y en otros seis meses volveremos a tener FIFA 11. En total, y a precio de tienda de aquí, son más de 180 euros en messis y ronaldos.

Para empezar, todo el grafismo ha cambiado en favor del look oficial del Mundial, y eso ha afectado también a la forma de navegar por los menús. Ahora tendremos a Javier Lalaguna —de TVE— explicándonos qué podemos hacer en cada pantalla, a modo de tutorial, y todos los colorines son naranjas y amarillos. El horrible logo y mascota de la competición, desgraciada e inevitablemente, también se han tenido que meter, pero esto es algo que escapa a EA —y probablemente al entendimiento de todos—.

Tanto tutorial tiene su sentido, porque uno de los añadidos importantes es el control con dos botones. Ya se ve, pues, que se intenta hacerlo accesible a todo el mundo para convertirlo en un juego de comunidad, para todos. Esta opción permite que los que no tengan los dedos rápidos como las piernas de Ribéry sólo tengan que pasar y chutar, y que la IA controle varios aspectos del juego. Previsiblemente esto es algo que seguirá en la saga.