Fight Night Round 4
Campeón del mundo.
Mucha gente está reclamando la vuelta al control por botones. Dejadme decir algo: no. ¡Acostumbraos a jugar así! El control es mucho mejor, más intuitivo. Lo único que hace falta es un poco de práctica. Si lo añaden como parche, está bien, pero ese no tendría que ser, ni por asomo, un motivo de crítica al juego.
Defensivamente también es muy simple. Si apretamos el gatillo derecho podemos bloquear arriba y abajo moviendo la palanca derecha y podemos esquivar si pulsamos el gatillo izquierdo y el stick izquierdo.
Y precisamente la defensa es un punto de vital importancia para que los combates no se conviertan en luchas de pollos sin cabeza. Es también el elemento que, me atrevería a decir, convierte la jugabilidad de Fight Night Round 4 en un juego eminentemente táctico. A priori un combate en el que sólo hay puñetazos y en los que no hay combos claros tiene todos los números para acabar siendo repetitivo. Podrías limitarte a soltar leches sin ton ni son, sin importarte qué hace el rival. De hecho, si los dos contrincantes son inexpertos y no se proponen jugar bien, el juego se gasta en un par de horas. Hay que profundizar.
El sistema de contraataques que han implementado evita que esto suceda. Hay dos formas de contraatacar: o parando el golpe en el momento justo —la dificultad está en saber si va arriba o abajo y en darle con buen timing— o esquivando moviendo el cuerpo y la cabeza. Si lo haces bien la cámara se ralentizará sutilmente y entonces es la tuya para ¡BAM! soltar tu mejor golpe. Un flash indicará que ha surtido efecto y el daño inflingido será mucho mayor que el habitual.
Entonces, y esto es importante, el mejor luchador de Fight Night Round 4 no será aquél que aprete más botones. Será aquél que sea capaz de descurbrir qué rutinas de lucha tiene su contrincante, porque todos las tenemos, y saber anticiparse a ellas. Tienes que saber engañar al contrario, ser más listo y rápido que él. Si te lo propones y si quieres jugar bien, FNR4 tiene una profunidad bestial. Y lo mejor es que, digamos, está construida de forma simple y efectiva.
También es destacable la forma en la que influye tu complexión. Si eres alto como Ali te beneficiará un juego exterior, de lanzar puñetazos directos. Si eres compacto como Tyson, en cambio, tu mejor baza será buscar acercarte al rival y pegarle ganchos o golpes en la barriga. La estrategia tiene que adaptarse, por tanto, al tipo de luchador que utilizamos. Es lo que ellos llaman "juego exterior" y "juego interior". Y la verdad es que sí que se nota.