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Todas las novedades de Shadowbringers, la próxima expansión de Final Fantasy XIV

Viajamos al Fan Fest de París.

La trayectoria de Final Fantasy XIV no ha sido siempre la más sencilla. De hecho, uno atrevería a decirse que ha sido posiblemente una de las más accidentadas para un MMORPG, tras el caótico lanzamiento en 2010 y el posterior fracaso de crítica y público. Square Enix podría haber tirado la toalla, pero logró lo impensable en 2013 con Final Fantasy XIV: A Realm Reborn, reconduciendo la nave y ganándose la confianza de los jugadores. Tras el relanzamiento, varios parches (A Realm Awoken, Through the Maelstrom, Defenders of Eorzea, Dreams of Ice y Before the Fall) y dos expansiones (Heavensward y Stormblood) han asentado un título que quizás no goce de la popularidad del mastodóntico World of Warcraft, pero que si goza de una comunidad fiel y una estabilidad que garantiza su durabilidad a largo plazo.

El pasado fin de semana se celebró en París el Fan Fest europeo de Final Fantasy XIV, un evento dirigido a la comunidad de fans en el que se realizaron montones de torneos, concursos y conferencias, pero donde también se desveló un montón de información de Shadowbringers, una nueva expansión que se pondrá a la venta el día 2 de julio y con la que los desarrolladores quieren seguir la senda marcada por Stormblood.

Empecemos con el dato básico de cualquier expansión: el nuevo nivel máximo. En Shadowbringers se elevará hasta ochenta, lo cual supondrá una buena cantidad de horas de juego. También sabemos que habrá nueve mazmorras instanciadas nuevas y más raids para ocho jugadores, aunque de este contenido no se ha visto nada todavía y habrá que esperar, como mínimo, a que se celebre el próximo evento en Tokyo, previsto para finales de marzo.

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Como no podía ser de otra manera, Shadowbringers también añadirá el nuevo oficio de Gunbreaker. Los personajes de esta clase utilizan como arma el sable pistola que ya vimos en Final Fantasy VIII, haciendo la función de tanque en FFXIV. El director y productor Naoki Yoshida explicó que el requisito para poder acceder al nuevo oficio será tener un mínimo de nivel sesenta, y que las misiones comenzarán en Gridania. Es de esperar que Shadowbringers traiga algún oficio más, pero de momento este parece bastante interesante y, sobre todo, divertido de jugar.

Si con la nueva clase había un guiño a FFVIII, a nivel de razas jugables los fans de Final Fantasy XII y Final Fantasy Tactics estarán encantados con la inclusión de las Vieras. Todavía no se ha confirmado si veremos a su versión masculina, pero Yoshida ha dejado entrever que antes del lanzamiento podría haber sorpresas al respecto. Lo que sí sabemos es que se ha trabajado con bastante mimo para hacer a las Vieras muy personalizables, teniendo en cuenta detalles en apariencia nimios, pero bastante importantes, como sus alargadas orejas y el contacto con los cascos de las armaduras.

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Shadowbringers también incluirá como mínimo dos nuevas zonas para explorar. Una es el Rak'tika Greatwood, una zona boscosa y con lagos en la que se esconden las ruinas de una vieja civilización. El otro es el valle de Il Mheg, hogar de una nueva tribu de bestias, las Pixies. Los desarrolladores las definen como traviesas y, al parecer, nos gastarán más de una broma durante las misiones. El Primal de esta tribu, por cierto, es Titania, la reina de las hadas.

Los que, como un servidor, no seáis jugadores habituales de MMOs seguramente os habréis encontrado en más de una ocasión con el problema de no poder disfrutar plenamente del juego por no tener en todo momento un grupo de amigos con el que avanzar en compañía. El equipo que dirige Yoshida es consciente de esta problemática, y para solventarla se han sacado de la manga el Sistema Trust. La idea, tan simple como efectiva, es básicamente que puedas adentrarte en las mazmorras para cuatro jugadores con otros personajes controlados por una IA. A efectos prácticos esto te permite jugar en solitario al PvE y disfrutar de la historia sin recurrir a otros jugadores, una opción tan lógica que parece mentira que no estuviese implementada ya no solo en Final Fantasy XIV, sino en cualquier otro juego de rol masivo.

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Pero lo más sorprendente en la keynote de Shadowbringers fue el anuncio de YoRHa: Dark Apocalypse. No es la primera vez que el equipo del MMORPG invita a otros desarrolladores de Square Enix para trabajar en colaboraciones, pero pocos podíamos imaginar que tras Yasumi Matsuno (que se encargó de diseñar la raid ambientada en Ivalice de Stormblood) sería el turno de Yosuke Saito, productor de Dragon Quest X y XI, y Yoko Taro, director de Drakengard y NieR. Es precisamente en ese último universo, el de Nier, en el que se ambientará la incursión de alianza de Shadowbringers, en la cual participarán veinticuatro jugadores y cuya historia seguirá lo visto y acontecido en Nier Automata. Lógicamente no quisieron dar más detalles, pero teniendo a Taro y Saito detrás esperamos bastantes sorpresas y alguna que otra locura.

En París también pudimos ver (bien protegida tras una vitrina, eso sí) la Collector's Edition de la nueva expansión, que llegará a las tiendas con un precio de 199,99 dólares. Lo más llamativo de su contenido es la espectacular figura de 23 centímetros del Guerrero de la Oscuridad, pero el libro de arte también nos pareció la mar de interesante. Completan la edición un vinilo con el logo de Shadowbringers, una baraja de cartas con ilustraciones que cubren desde A Realm Reborn hasta Shadowbringers y un conjunto de elementos ingame (la montura Grani, el minion Fran y la Revolver Gunbreaker que usaba Squall).

Las reservas de Shadowbringers ya están activas, y con ella se incluye acceso anticipado a la expansión, a partir del 28 de junio. Sin embargo, quizás lo más interesante ahora mismo es uno de los regalos ingame, el Pendiente Aetheryte. Al equiparlo se nos otorga un bonus de experiencia del 30% hasta nivel setenta, lo cual es ideal para ir mejorando rápido nuestro personaje y estar listos para cuando Shadowbringers esté disponible.

Pero más allá de la presentación de Shadowbringers, que lógicamente es el plato fuerte a nivel informativo del Fan Fest de París, a mi personalmente lo que me ha dejado mejor sabor de boca es todo lo que la rodeaba. Final Fantasy XIV es algo que a muchos nos suena extraño, casi de nicho, pero aquí he podido ver a una comunidad numerosa, muy entregada y sobre todo sana. Square Enix lo sabe, y es por ello que el fin de semana estaba organizado pensando exclusivamente en esos seguidores que se han mantenido fieles a un producto que, como decíamos al principio de este artículo, ha pasado por momentos complicados.

Eso explica la emoción en el ambiente con el espectacular concierto de piano interpretado por el músico alemán Benyamin Nuss y la cantante Susan Calloway, aderezadas por algunas hilarantes intervenciones del compositor Masayoshi Soken, y el concierto de rock con canciones del juego con el que se cerró el fin de semana. O que pocas veces haya visto un público tan atento como el que abarrotó el escenario central para ver el panel de Ayumi Namae, una de las principales artistas del juego. Y eso por no hablar de las actividades, los concursos, la siempre bulliciosa zona con ordenadores para participar en desafíos o torneos.

Es con ese buen rollo y esa ilusión que contagiaban los fans con lo que me vuelvo a Barcelona. Y con ganas de darle una oportunidad a Shadowbringers cuando se ponga a la venta el 2 de julio. Quién lo hubiera dicho.


Este artículo se ha realizado tras asistir al Final Fantasy XIV Fan Festival 2019 celebrado en París. Square Enix cubrió los gastos de transporte y alojamiento.

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