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Probamos los auriculares Aizen de FR-TEC

Un headset gaming para todos los bolsillos.

Ya hace tiempo que el sonido se ha convertido en una parte tan esencial de los videojuegos como lo pueden ser los gráficos. Los fabricantes de periféricos lo saben, y actualmente podemos encontrar una enorme variedad de altavoces, barras de sonido y auriculares enfocados para jugadores, pero por lo general tienen un coste premium que no está al alcance de todos los bolsillos. Ante este panorama se hacen todavía más interesante las alternativas que ofrezcan una buena calidad-precio, pero no es sencillo encontrar algo que cumpla la manida máxima del "bueno, bonito y barato". Ese es precisamente el caso de los Aizen de FR-TEC, los auriculares para PC y consolas de una compañía española que pretende hacerse un hueco en el mercado con productos de buena calidad con precios ajustados para usuarios con un poder adquisitivo más limitado.

Al sacar los Aizen de la caja nos llevamos la primera sorpresa agradable. Se aprecian unos acabados de bastante calidad, los que esperaríamos de un producto más caro, y son muchísimo más ligeros de lo que parecen a simple vista, lo cual hace que sean muy cómodos y no cansen o provoquen dolores si los llevamos puestos mucho rato. Esto irá por gustos, pero siendo un producto gaming agradezco que su estética sea bastante sobria y elegante y se aleje de los típicos LEDs y detalles estridentes que solemos encontrar en los periféricos destinados a jugadores. Aquí tenemos un acabado negro y como único elemento destacado un kanji relativamente discreto. Son unos auriculares bonitos, en definitiva.

La diadema de aluminio está acolchada con una tela muy cómoda, garantizando la comodidad en sesiones largas de juego, y unas piezas de plástico permiten ajustar ergonómicamente el headset para adaptarlo mejor a la forma de nuestra cabeza. Los altavoces de 50mm, por su parte, están recubiertos por un cuero sintético muy agradable al tacto, que además ofrece algo de aislamiento respecto al exterior. En este sentido el único problema es, quizás, que las almohadillas son un poco finas, con lo cual los usuarios con orejas más grandes pueden encontrarse ante la situación de que estas rocen un poco con el auricular. No es molesto en la mayoría de casos, pero conviene tenerlo en cuenta si es vuestro caso.

Al ser los Aizen unos auriculares pensados especialmente para jugar, el micrófono es un componente importante. Habiéndolo probado en llamadas con Discord y Skype podemos decir que ofrece una calidad de sonido aceptable, y que además se beneficia de la inclusión de un pequeño filtro anti-pop tipo esponja para evitar picos de ruido al pronunciar determinadas palabras. Finalmente, un par de apreciaciones sobre el cable, con el que no hay queja alguna: es lo suficientemente largo (1,2 metros), tiene un acabado trenzado para hacerlo más resistente y evitar que se enrede, un control de volumen integrado junto con un pequeño botón para silenciar el micrófono y se conecta con un único minijack de 3,5mm para el sonido de los auriculares y el del micrófono, aunque en la caja también viene un adaptador por si queremos tener esas dos conexiones por separado.

Pero si hablamos de auriculares, aquí lo que realmente cuenta es la calidad de sonido. Y los Aizen, siempre y cuando tengamos en cuenta el rango de precio en el que se mueven y el usuario al que van dirigidos, cumplen con creces: al jugar puedes distinguir perfectamente los diferentes sonidos y la experiencia sonora es bastante positiva. Sí es cierto que palidecen un poco con los graves, a los cuales les falta un poquito de pegada, y que al escuchar música de determinados géneros se notan algunas limitaciones, pero por lo general la calidad de sonido que ofrecen es buena para el ajustadísimo precio que tiene este headset.

Porque no hay que olvidar su factor diferencial: a día de hoy los puedes encontrar por apenas treinta euros en tiendas como Amazon o Game, y por dicho coste es complicadísimo encontrar alternativas mejores. Los Aizen, de hecho, tienen aspectos más propios de productos más caros, como la calidad de fabricación, el cuidado por algunos detalles y el packaging. FR-TEC ha hecho un muy buen trabajo con ellos, y para los usuarios con un presupuesto más ajustado que no quieran hacer un gran desembolso son un producto muy recomendable.

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