Funky Lab Rat
Mueve tus neuronas.
Funky Lab Rat es uno de los muchos juegos que están apareciendo con la excusa de Move y que buscan una oportunidad aprovechando el tirón del disposito de control gestual de Sony. Sin embargo, aunque este título desarrollado por el estudio Hydravision Entertainment se cobija en buena parte en las ventajas de este periférico, tambíen se puede jugar únicamente con el Dualshock 3.
Pero, ¿qué es Funky Lab Rat? Pues en realidad es un juego de puzzles, una nueva versión de aquello que puso de moda Braid. Se nos plantean una serie de retos a resolver con muy pocos movimientos, retos que a priori parecen obvios de resolver pero que necesitarán de cierto ingenio para dar con la clave.
Una rata es nuestro protagonista, y sólo puede correr, saltar y apuntar con una linterna a nubes que esconden pastillas y que se disuelven en contacto con la luz. Ahora bien, la rata cuenta con una ventaja, y es que determinadas pastillas le otorgan el poder de detener el tiempo y alterar el escenario, de forma que zonas en principio inalcanzables pueden dejar de serlo simplemente cambiando bloques de madera –los únicos elementos que podemos mover.
La gracia, o la dificultad según se mire, es que el número de veces en que la rata puede detener el tiempo es limitado, al principio y para coger soltura con el esquema de juego las oportunidades sobran, pero después hay que pensar muy bien cuántas veces vamos a necesitar de este don, en qué posición va a quedar la rata y qué podremos mover en cada momento, de forma que nuestra amiga pueda salvar obstáculos sin quedar atrapada ante una pieza inalcanzable.
La rata además puede rebobinar el tiempo, es decir, volver atrás unos instantes para deshacer alguna cosa que no hayamos hecho bien, algo parecido al mismo Braid o a los Prince of Persia. Y esto sí puede hacerlo tanto como queramos, aunque recurrir a ello significa no hacer un "perfect" en el nivel. En total nos encontramos con hasta 10 mundos diferentes y cada uno dividido en ocho tramos con piezas y escenarios similares entre ellos.
El uso de Move, en el caso de que juegues con él, es para manejar la linterna, señalando los cuatro puntos cardinales para disolver nubes. En combinación con el DualShock 3 –o un Navigation Controller si lo tienes- manejas el salto, y además con él detendrás el tiempo para seleccionar piezas del escenario y cambiarlas de sitio o rotarlas, girando la muñeca. Todo muy sencillo e intuitivo, fácil de realizar incluso sólo utilizando el mando tradicional.
En definitiva, se trata de un bonito juego –con una resolución en pantalla de hasta 1080p y un colorido general bastante entrañable– que invita más a desgastar el cerebro que las yemas de los dedos. El Move sirve para algunas cosas que perfectamente podrían realizarse con el pad, por eso no es imprescindible. Pero si lo tienes resulta fácil adaptarse a este sistema de control, porque no es nada exigente, no requiere de especial pericia y porque Funky Lab Rat no es un plataformas corriente.
Si has comprado recientemente el Move y te gustan los juegos de inteligencia de apariencia plataformera quizá deberías darle una oportunidad. Es una buena manera de desenfundar el periférico, y desde luego mucho mejor que la mayoría de los rellenos que han acompañado al mando desde su lanzamiento.
El juego puede descargarse mediante PlayStation Store por 6,99€.