G-Force
Doble análisis con queso.
Versión Wii
por Miguel Ángel Serna
La ilusión de mi vida había sido siempre ser un hámster espía estadounidense miembro de un equipo de élite formado por otros camaradas roedores. Infiltrarme en territorio enemigo sin más ayuda que mi pericia y un equipo de gadgets valorado en varios cientos de miles de dólares, con el objetivo de desbaratar los planes de algún avieso esbirro del mal cuya ambición por dominar al mundo le lleve a rebasar la delgada línea que separa a terroristas inocentones de auténticos tiranos de lo diabólico.
Poder usar un jetpack, una pistola láser, una mosca con unos poderes que ni Flash, pelear a muerte con electrodomésticos poseídos, desplazarme a gran velocidad en una bola para hámsters ultrapropulsada, trepar por cornisas, agazaparme en lo profundo de los conductos del aire acondicionado, esquivar láseres espía y arreglármelas para llevar a cabo mi misión: salvar a ratones y hombres de la tiranía de la máquina y su dominador. No habría instalación enemiga lo bastante defendida, ranura lo suficientemente pequeña, ventilador suficientemente rápido ni cerradura suficientemente compleja para mi equipo. Avanzaría por los distintos niveles cumpliendo los sub-objetivos y acumulando deliciosos puntos, alternando entre diferentes armas como rifles y látigos de energía, pilotando a mi mosca con una pericia digna del Barón Rojo y utilizando el sigilo de la manera más inteligente: para cuando quisiesen darse cuenta de lo que les había sucedido, los malos apenas alcanzarían a ver una vivaz sombra correteando sobre sus diminutas patitas.
Me lo pasaría en bomba aunque sólo fuese con un simulador de espía ratuno que me permitiese hacer todas y cada una de estas cosas, con gráficos decentes, niveles divertidos y un control acertado y bien implementado, incluso aunque tuviese un doblaje algo rancio y en ocasiones resultase demasiado fácil, incluso si en la caja se me advirtiese de que “para disfrutar al máximo de este juego, es necesario tener una capacidad de lectura básica” –cosa de la que evidentemente carezco–: nada de eso importaría lo más mínimo, nada de eso empequeñecería mis hazañas o achicaría mi leyenda. Sería, sin duda, el mejor agente-hámster que el mundo hubiese conocido, mi fama me precedería y las presumidas ratitas de laboratorio caerían rendidas a mis pies, desmayadas por el embriagador aroma a aventura, a pólvora y a pipas de girasol.
Y entonces, un buen día, apareció G-Force para Wii y pude cumplir mi sueño. Gracias.
Versión DS
por Albert García
¿Qué pasaría si todo eso que ha explicado nuestro amiguito Miguel Ángel de forma tan hamsteril se traspasase a la portátil de Nintendo? ¡Pues que tendríamos lo mismo pero preparado para jugarlo en todas partes! Y es que amigos roedores... ¡¡Quién da más!! El jetpack, la pistola láser, las moscas ultrasónicas, las tecno-gafas de visión de rayos X, la mega-mochila “guardatodo”, las superbolas de hámster turbo-propulsadas, habilidades kung-fu y un sigilo que ni Solid Snake... Todo esto y mucho más lo encontrarás en esta juego recomendada para super-ratones intrépidos de entre 6 y 12 años.
Las aventuras del hámster Darwin en Nintendo DS no han sido creadas por el mismo equipo que ha hecho la versión de Wii, pero el espíritu y las pantallas son las mismas. En lugar de ser Eurocom la responsable, ha sido el estudio alemán Keen Games quien se ha encargado de esta versión, y la verdad es que el resultado está por encima de lo que suelen depararnos este tipo de producciones para la consola. Nuestro simpático personaje se ve muy bien, de hecho es tan grande que ocupa media pantalla, y sus animaciones son la cosa más mona –y bien realizada– que hemos visto desde que el otro día presenciáramos a Boy and His Blob fundirse en un cariñoso abrazo simplemente para darse apoyo moral ante una sección de plataformas realmente abrupta. De hecho los gráficos en 3D están por encima de la media en esta máquina, a la altura de los super gagdets que utilizaremos en la aventura.
Pensando en los super-ratones menos hábiles el juego es sencillo en términos de dificultad, aunque al principio pueden necesitar la ayuda de sus hermanos o padres... Ahora bien muchacho, ándate con cuidado, ¡no vaya a ser que luego les guste tanto que no te la devuelvan! Además, si tienes otros amigos intrépidos puedes jugar con ellos, eso sí, necesitaréis dos consolas DS y dos juegos.
Es una pena que a diferencia de la versión para PSP esta para Nintendo DS no incluya voces por lo que te tocará leer (y bastante) para saber de que van las misiones que te encomendarán tus amigos Juarez y Blaster y el resto de roedores encubiertos que el FBI ha entrenado para defender a la humanidad. Si todo esto no te molesta seguro que te lo pasarás pipa con este G-Force: Licencia para Espiar para Nintendo DS.
Aquí os dejamos, y recordad: estos hámsteres no están gorditos, están fuertecitos.