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Introducción al modding de Game Boy: la segunda vida de las consolas de nuestra infancia

Tetris y ganchitos.

La Game Boy es una de las consolas más vendidas de todos los tiempos, y seguramente también de las más recordadas por quienes empezaron a jugar a videojuegos de niños. Sin embargo, a pesar de todos los buenos recuerdos que nos trae la Game Boy, la portátil original de Nintendo tiene una tecnología que, a día de hoy, hace complicado volver a ella. Ya de lanzamiento, su hardware estaba obsoleto: la pantalla verde y negra con una modesta escala de colores era una de las estrategias que la compañía japonesa utilizó para ser capaz de producirla en masa de manera rápida y barata. Por suerte, ya no vivimos en los noventa, sino que estamos aquí, en el futuro: y los nostálgicos y fans de los juegos retro, en general, están haciendo que esta serie de máquinas tenga una segunda vida. La comunidad de modding - modificación de Game Boys - parece estar viviendo una pequeña época dorada, y encuentra en estas portátiles un campo de experimentación perfecto para crear consolas bonitas, eficientes y, lo más importante: que nos permiten jugar a juegos sobre los que albergamos dulces recuerdos con muchas más facilidades que antaño. Pantallas IPS con retroiluminación y altísima densidad de píxeles, mejoras en los altavoces, baterías y puertos USB-C adaptan al futuro consolas que marcaron nuestra infancia, sí, pero que también guardan características muy especiales.

¿Por qué Game Boy?

La elección de la Game Boy como consola que modificar responde a un amplio abanico de factores. Principalmente tiene que ver con la nostalgia, claro: fueron, en muchos casos, las consolas de nuestra infancia, y es lógico querer volver a ellas siendo adultos para recordar otros tiempos. Pero, por otro lado, el extraordinario nivel de ventas que tuvieron estas máquinas - la Game Boy y la Game Boy Color vendieron 118,69 millones de unidades en todo el mundo; la Game Boy Advance, 81,51 millones - las hace muy fáciles de encontrar incluso a día de hoy. Son abundantes y baratas en páginas de segunda mano, de compraventa de antigüedades y demás tiendas de tecnología. En España, no es raro encontrar la Game Boy Color por un precio de alrededor de 40 euros, más cercano a 50 para la Game Boy Advance y un poco más elevado que ambas para la Game Boy original.

A esta abundancia de consolas le ayuda bastante el hecho de que estas máquinas estaban, al fin y al cabo, pensadas en cierta medida como juguetes. Si bien no necesariamente pretendían venderse únicamente a niños, sí es cierto que mantienen esa filosofía en sus diseños compactos, cómodos y, sobre todo, duraderas. Es bastante probable que esa Game Boy que tenéis guardada en un cajón desde hace veinte años todavía funcione; y, si nos encontramos con que no se enciende, los arreglos de los problemas más comunes - caducidad de los condensadores, corrosión en la placa o en los conductores de las pilas, fuga del LCD de la pantalla - cuestan menos de diez euros.

De hecho, uno de los motivos por los cuales los modders tienden a inclinarse hacia la Game Boy es, precisamente, su sencillez. Como apunta Natalie (natalie.thenerd, en Instagram), "es un aparato muy bien construido que se sostiene físicamente y por sus juegos. También abre las posibilidades de modificación a muchos ingenieros eléctricos aficionados. La Switch, por ejemplo, es muy cara y compleja como para desmontarla y modificarla, y hay cientos de tornillos. La Game Boy sólo tiene nueve."

La sencillez a la hora de desmontar y modificar la consola es, definitivamente, un punto a favor de ella, y que hace que muchos novatos en electrónica, o incluso aquellos que no tienen conocimientos previos, se animen a trastear con ellas. De hecho, la propia comunidad se esfuerza en desarrollar nuevos aparatos y modificaciones que faciliten todavía más los procesos. La propia Natalie lanzó hace poco una serie de placas base que pueden unirse a la consola con apenas un par de soldaduras para añadir luces LED a los botones. El resultado es más que fantástico, y está adquiriendo mucha tracción entre los aficionados:

Pero, por supuesto, una consola no se sostendría sin sus juegos. Muchas sagas de Nintendo que todavía siguen en activo, como Mario, Kirby y Yoshi, tienen grandísimos títulos en la Game Boy, e incluso una de las mejores versiones de Tetris (Tetris DX) pueden encontrarse y jugarse en la consola con grandísima facilidad. Kelly (nxt.stop.please) es otro de los grandes nombres en la comunidad de Instagram ahora mismo, y comenzó a modificar sus consolas porque tenía "una gran urgencia de rejugar mis juegos de infancia. Mi novia y yo encontramos sus viejos juegos y consolas. Su cartucho de Pokémon Cristal ya no guardaba, así que busqué cómo modificarlo, y acabé viendo un montón de videos en YouTube. Después de pedir algunas partes por Internet, acabamos haciendo funcionar el juego, y teniendo una Game Boy retroiluminada. Hice lo mismo con mis consolas, y seguí a partir de ahí. Como quería hacer una carcasa de Game Boy única, experimenté con las pinturas al estilo mármol."

A los diseños de las Game Boy, ya de por sí evocadores, llamativos y juguetones, se les une una avalancha de creatividad colectiva que hace que cada consola pueda tener un aspecto único. Algunos sitios especializados han empezado a crear accesorios que, en su momento, la propia Nintendo omitió de sus consolas, como las lentes de cristal - en vez de las originales de plástico - que ofrecen mayor calidad de imagen, botones de colores o carcasas en distintos colores transparentes. Algunos de estos diseños estaban reservados a ediciones especiales o coleccionistas de la portátil, pero ahora están a disposición de cualquiera que disponga de un par de destornilladores. Las réplicas de la Game Boy Light - la versión retroiluminada de la Game Boy Pocket que nunca salió de Japón - son extraordinariamente populares por este mismo motivo.

Tengo una Game Boy: ¿cómo puedo modificarla?

Si esta explicación ha sido suficiente para hacer que os entre el gusanillo de trastear con vuestras consolas, es posible que queráis saber todas las posibilidades que hay a la hora de modificar Game Boys.

La mejora más obvia que necesitaríamos si, a día de hoy, queremos volver a los juegos de nuestra infancia sería una pantalla retroiluminada. Respecto a esto hay varias opciones. Algunos modders prefieren conservar las pantallas originales de las consolas para mantener el sistema lo más similar posible al que recuerdan. En ese caso, podemos añadir una luz trasera (están disponibles en varios colores) a la Game Boy original o la Game Boy Pocket, e incluir un chip de "bivert" para aumentar el contraste. Las Game Boy Color y Game Boy Advance necesitarían luz frontal, que disminuye un poco la definición de la imagen, pero tiene la ventaja de que nos permite jugarla en cualquier lado. Algunas versiones de este mod añaden pegamento transparente ultravioleta entre la pantalla original y el módulo de luz frontal para conseguir una imagen más nítida.

Sin embargo, la mejor opción a día de hoy parece añadirle una pantalla totalmente nueva. Las pantallas AGS-101 - como las que tuvo el primer modelo de la Game Boy Advance SP - o, sobre todo, las pantallas IPS creadas específicamente para la consola tienen una grandísima densidad de píxeles en pantalla, prácticamente ningún parpadeo, y hacen que nuestros juegos se vean mejor que nunca. Además, la peculiaridad de los últimos modelos de pantallas IPS es que no necesitan soldarse a la placa. Existe la opción de soldar dos pequeños cables para poder controlar los hasta diez niveles de brillo de los que disponen estos displays; pero si no queremos complicarnos tanto, podemos simplemente enchufar la nueva pantalla al conector en el que estaba la antigua, y funcionará perfectamente, aunque no podamos acceder al nivel máximo de luminosidad.

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Si los colores originales de tu carcasa ya no te convencen, o si están demasiado desgastados después de muchos años de uso, también podemos ponerle a nuestra consola una totalmente nueva. Aquí hay varias opciones. Se venden carcasas que replican las originales, para que podamos preservar el aspecto primigenio del aparato. También hay colores y aspectos nuevos con los que podemos experimentar. También podemos pintar nuestra propia carcasa. Uno de los aspectos más populares es el look "semi-transparente", que obtenemos pintando una carcasa transparente por la parte interior. De esta manera, la pintura no queda expuesta al roce y a los dedos y no se desgasta, pero las posibilidades a la hora de escoger las paletas de color del aparato son infinitas.

Algunos sitios web, como Playerwave o Retromodding, venden también carcasas pre-fabricadas con diseños impresos y creados expresamente por artistas. Hace unos días, la artista Mizucat sacó a la venta su nueva línea de carcasas para la Game Boy original, y se agotaron en tan solo unos segundos. Pokémon es el protagonista de muchos de estos diseños, por supuesto, abriendo la posibilidad a customizar una consola a la imagen de nuestra criatura favorita.

Las posibilidades, como vemos, son prácticamente infinitas. Sin embargo, habrá quién prefiera no complicarse la vida. Restaurar nuestra carcasa original también es una opción. El plástico de las Game Boy y, especialmente, de las Game Boy Color es bastante resistente y admite procesos de lijado y pulido que nos permiten eliminar cualquier arañazo y rasguño que tenga. Por otro lado, en las Game Boy originales es bastante común el amarilleamiento de la carcasa, que resulta de la exposición al sol de los plásticos originales. Este proceso puede revertirse mediante la aplicación de peróxido de hidrógeno y algunas mezclas, como Retrobrite, creados específicamente para la causa.

Si el altavoz de nuestra consola no suena bien, podemos reemplazarlo por uno nuevo; pero también existen pequeñas placas de modificación del audio de Game Boy Advance que permiten que se escuche más alto y más nítido, apreciando mejor los matices. En cuanto a mejorar las características base de la consola, quizás uno de los mods más populares consiste en añadirle un jack de audio a la Game Boy Advance SP para poder añadir auriculares. Una opción que, inexplicablemente, la portátil original no tenía.

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Ya hemos hablado de los LEDs, que pueden estar siempre activos o reaccionar a la pulsación de los botones L y R en la Game Boy Advance. Otro añadido más complejo, pero muy útil es la batería recargable, que podemos complementar con un puerto USB-C para no tener que abrir la tapa trasera cada vez que queramos cargarla. Aun así, sigue habiendo quien prefiere las buenas y confiables pilas recargables.

¿Por dónde empiezo?

Si quieres modificar tu Game Boy, el primer paso es encontrar un distribuidor de confianza para conseguir las piezas y partes necesarias. En España, por desgracia, no hay muchas opciones, pero hay un par de distribuidores internacionales que hacen envíos a nuestro país sin muchos costes añadidos. Funnyplaying (China), distribuidor de los paneles IPS más populares del momento, y DeadpanRobot (Reino Unido), con gran variedad de carcasas y materiales, serían buenos aliados en el proceso. Otros, como ZedLabz, son más generalistas en su aproximación, desde consolas retro a consolas actuales, pero también tienen una lista bastante elevada de productos a este respecto. En Estados Unidos hay mucha más variedad, y tiendas como Retro Modding y HandHeld Legend tienen amplísimos catálogos. Además, hay tiendas más pequeñas, proyectos personales que ofrecen piezas hechas a mano y personalizadas, como Bluish Squirrel (UK) o Yesterday's Tech (Australia).

Pero lo más importante es aprovisionarnos de vídeos y tutoriales variados que nos ayuden a entender los procesos y resolver dudas que nos surjan al respecto. Por suerte, este último año ha supuesto un gran auge en la cantidad de canales y creadores dedicados a ello. This Does Not Compute o Retro Future tienen una extensísima lista de vídeos a este respecto.

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Además, la comunidad es particularmente activa en Instagram. Los hashtags #gameboymods y #customgameboy están llenos de ideas, tutoriales y referencias.

¿Cuál es el límite de lo que se puede hacer con una Game Boy?

Esta tendencia en auge de modificar Game Boys es, al final, una nueva prueba de que las consolas portátiles siguen estando de moda. Pero más allá de la Nintendo Switch hay muchísimas opciones que podemos utilizar para revisitar nuestros títulos favoritos. Algunos de las modificaciones más populares, de hecho, mantienen la estética y la portabilidad de la Game Boy, pero cambian su placa y su "contenido" para hacerlas capaces de interpretar juegos todavía más modernos. Uno de los trabajos más populares del modder haihaisb son los modelos personalizados DMG-102 y DMG-103, que consisten en la placa de una Nintendo DS incrustada dentro de una carcasa de Game Boy, para poder jugar a juegos de Game Boy Advance a través de su función de retrocompatibilidad, pero con ergonomía añadida. En ocasiones, la propia Game Boy se adapta para funcionar como una Nintendo DS completa, añadiendo una - o muchas - pantalla superior. Otro proyecto popular es la Game Boy Zero: una Raspberry Pi Zero, el modelo más compacto de este microordenador, encajado dentro de una carcasa de Game Boy o Game Boy Pocket.

Con todo esto sobre la mesa, es difícil no pensar que estamos en uno de los mejores momentos para introducirnos en la modificación y personalización de Game Boys. La comunidad, activa y amable, presenta novedades y facilidades continuamente, y el precio de las piezas se abarata constantemente. Todo esto, en el fondo, son excusas para lo que verdaderamente nos gusta: poder revisitar una consola histórica e icónica en las mejores condiciones posibles, y disfrutarla igual que el primer día.

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