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Gamefest 11

Bigger, better, more badass.

Gamefest año dos. Y aunque dicen que segundas partes nunca fueron buenas, en esta segunda edición de la feria se aprecia la experiencia conseguida el año anterior para corregir ciertos fallos y crecer como evento. Las cifras hablan solas. El sábado, día de mayor afluencia de público, han acudido más de 15.000 personas. La organización calcula que entre los cuatro días de la feria habrán pasado alrededor de 60.000 personas por el pabellón 3 de Ifema. Recinto que por cierto, es más amplio que en la pasada edición.

La organización se ha centrado en cuidar con mucho mimo al público asistente, organizando diversos concursos, ponencias y actuaciones para que todo el mundo, niños, jóvenes y mayores disfrutaran por igual. Desde clases para aprender a tocar la ocarina, sorteos de consolas y juegos, concursos de cosplays o incluso un stand para hacerse tatuajes. Sin lugar para el aburrimiento.

Y por supuesto, no ha faltado ninguna de las grandes compañías dispuestas a presentar sus próximos lanzamientos para saciar -aunque solo sea por unos minutos y después de largas colas- la sed de los títulos que están por venir.

Las tres grandes ocupaban, lógicamente, la mayor parte de la superficie. Microsoft apuesta definitivamente por centrar descaradamente la gran mayoría de su catálogo en Kinect. Pese a que no faltaban grandes exposiciones de los triple A de Xbox 360 como Gears of War 3 o Forza MotorSport 4, el grueso del público se agolpaba sin parar a menear el esqueleto con Dance Central 2 -genial organizado por la gente de Microsoft con bailes multitudinarios-, o a entretener a los más pequeños con Disneyland Adventures o Érase una vez un Monstruo, el adorable título del maestro Tim Schafer. Para un público más concreto, se ha mostrado por primera vez Star Wars Kinect, que si bien es una apuesta bastante arriesgada, se nota que aun le quedan detalles por pulir.

Por su parte, Sony ha querido abarcar un mayor número de títulos con stands más pequeños pero con un mayor variedad. La gente ha podido probar las apuestas de la compañía nipona para estas navidades como Resistance 3, Team ICO Collection o el recientemente retrasado Journey. Evidentemente, no ha faltado la estrella del equipo, Uncharted 3: La traición de Drake. El juego de Naughty Dog ha estado presente con un escenario bastante logrado, repleto de arena y restos de un helicóptero. Lamentablemente no se ha mostrado nada nuevo de las aventuras de Nathan Drake, el material expuesto correspondía a la beta multijugador que se pudo jugar el pasado verano.

Gracias a la gentileza de la gente de Sony, hemos podido darle un nuevo tiento a PlayStation Vita y disfrutar unos minutos de Uncharted: Golden Abyss. Gracias a él, hemos podido profundizar en el uso de varias de las nuevas funciones de la portátil, como la doble pantalla táctil, el segundo joystick o el acelerómetro. Lógicamente, el nuevo artefacto de Sony ha causado mucho furor y se han formado largas colas para poder disfrutarla unos segundos.