Gamerland 2010 en Bilbao
Pocas novedades y una organización caótica.
Sony dedicó el resto del stand a una pequeña selección de títulos para PSP y juegos de PS3 como InFAmous, God Of War III, Heavy Rain, MotorStorm –sí, sí, el primero–, Buzz o LittleBigPlanet... Una idea correcta si se quiere mostrar el potencial de la máquina y pésima si de lo que se trata es de atraer la atención de los usuarios, sobre todo si se tiene en cuenta que algunos de estos juegos tienen secuela a la vuelta de la esquina.
Nintendo optó por una presentación sobria. Varias hileras llenas de Wiis y portátiles Nintendo DS conformaban una propuesta a la que habían añadido la nota didáctica, un mural en el que hacían un recorrido histórico por algunos de los clásicos de la compañía con ejemplos jugables –Super Mario Bros. fue uno de ellos– y explicaciones sobre su génesis y desarrollo. Además de los clásicos, la compañía nipona optó por mostrar algunas de sus últimas novedades como Wii Party, Super Mario Galaxy 2 o New Super Mario Bros. Echamos en falta títulos que sí pudimos probar en Gamefest, como Epic Mickey o Donkey Kong Country Returns.
En cuanto a las third-party, lo cierto es que su presencia era un poco caótica. Codemasters sirvió varios monoplazas con copias de F1 2011, título que fue protagonista en uno de los 23 torneos que se celebraron a lo largo del fin de semana. FIFA 11 y sus torneos también tuvieron su pequeño espacio. Rockstar por su parte presentó su nuevo DLC para Red Dead Redemption, Undead Nightmare, y varias copias de éste y de NBA 2k11 estaban desperdigadas por todo el recinto. Y pese a que Rock Band 3 estaba presente, los instrumentos para probarlo pertenecían a la primera edición del título. Echamos de menos, además, algunos títulos de EA y de Activision, como Medal of Honor, Need for Speed: Hot Pursuit y Call of Duty: Black Ops.
Aunque sólo estuvimos en una de las jornadas, sí tuvimos la sensación de que el espacio que Gamerland dedicó a conferencias y charlas tuvo una mayor acogida que el proporcionado por Gamefest, a pesar de que los temas eran, a priori, algo menos atractivos. ¿La razón? La parte técnica funcionó a la perfección, algo que se echó en falta en Madrid. Fue la charla del jefe de redacción de Meristation, Nacho Ortiz, la que más público congregó.
La zona retro la componían decenas de máquinas recreativas con clásicos como Street Fighter 2, Snow Bros o Track & Field y varias PlayStation 2 ejecutando títulos como Killzone, Pro Evolution Soccer 2009 o God of War.
Pero vayamos ahora con los aspectos más negativos de la cita. Con una puesta en escena bastante más pobre que la de Gamefest, a ratos, quizá por tratarse de la primera edición, la desorganización y el caos se adueñaban de la feria. Baste un ejemplo: uno de los jugadores del torneo de FIFA 11 pasó a octavos de final habiendo perdido el partido que había disputado antes. Aquí va otro más: no era complicado encontrarse con consolas colgadas entre stand y stand sin que nadie hiciera nada por remediarlo. Faltaba personal y eso se notaba. A todo esto hay que sumar que la afluencia al BEC no fue todo lo buena que cabría esperar. Tan sólo 10.146 personas se acercaron a Gamerland. Visto lo visto, quizá no sea tan buena idea que en apenas un mes se celebren dos ferias de importante calado en nuestro país.