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Gamescom 2010: Conclusiones

"Potente".

Ayer terminó, tras seis días de intensa actividad mediática, la gamescom de Colonia. En su segundo año de vida ya se confirma como una de las tres ferias más influyentes a nivel mundial (junto al E3 y el Tokyo Game Show), siendo la que acoge una mayor afluencia de visitantes (254.000) y la más importante de las que abren sus puertas al público general. Su principal hándicap, sin embargo, sigue siendo el periodo del año escogido para su celebración: un par de meses después del E3, en el que se anuncian las grandes novedades de las desarrolladoras occidentales, y un mes antes del TGS, para el cual las desarrolladoras niponas reservan toda su artillería. Eso deja a Colonia con pocos anuncios de gran relevancia, pero al menos no evita que se convierta durante una semana en el centro mundial del universo lúdico.

¿Y cuáles han sido los acontecimientos más importantes de este año? El primero, sin duda, el anuncio de la llegada de Mass Effect 2 a PlayStation 3. Es la confirmación de un rumor que lleva meses rondando por Internet, muestra una vez más a Microsoft perdiendo una importante exclusividad y abre las puertas a que el cierre de la trilogía también se publique en la consola de Sony.

Otro gran titular es el boom definitivo del juego casual, hasta el punto de casi dejar a los títulos más hardcore en segundo plano. A tres semanas para el lanzamiento de PlayStation Move y unos pocos meses para el de Kinect, todas las compañías han mostrado con más o menos acierto sus cartas para los nuevos sistemas de control gestual, e incluso una compañía como THQ se atrevía a presentar una curiosa (aunque efectiva) tableta gráfica para Wii que abre un gran abanico de posibilidades. A nivel de títulos, en todo caso, el panorama era un poco desolador, con muchísimo minijuego a lo Wii Sports y tan sólo destacando el Michael Jackson de Ubi y algunas propuestas para Move, como el nuevo Time Crisis.

El miércoles todavía se podía caminar por el Koelnmesse. A partir del jueves ir a la zona pública era imposible.

Puede que por palmarés Sony salga reforzada de Alemania (Gran Turismo 5 ganó el premio a mejor videojuego general y mejor videojuego para consola, mientras que Move fue escogido como el mejor hardware), pero la compañía que dejó mejores sensaciones fue Electronic Arts. Su catálogo para los próximos meses quita la respiración: FIFA 11, Need for Speed: Hot Pursuit, Dragon Age 2, Medal of Honor, Dead Space 2 o Crysis 2 han sido algunos de los juegos que más nos han impresionado en la gamescom. Incluso otros que iban más de tapadillo, como Bulletstorm, auguran un 2010/2011 muy prometedor para la compañía dirigida por John Riccitiello.

Para un servidor, sin embargo, el mejor juego de la feria (y con diferencia) fue BioShock Infinite. Brillante a nivel técnico, espectacular en su planteamiento y con un nuevo escenario (Columbia) que no tiene nada que envidiar al de sus dos antecesores (Rapture). Ken Levine y su equipo lo han vuelto a conseguir, y tienen a un clásico en potencia en sus manos. Otros juegos que nos sorprendieron de forma muy agradable fueron From Dust, el interesante proyecto de Eric Chahi (Another World, Heart of Darkness) que bien podría calificarse como el sucesor espiritual de Populous, RAGE, el regreso de John Carmack en su mejor estado de forma, Call of Duty: Black Ops, que parecía mejor y más variado que Modern Warfare 2, o Enslaved con su colorista mundo post-apocalíptico alejado del marrón-gris nextgen.

Peter Molyneux. Se puede opinar cualquier cosa, pero es innegable que cree en su juego y en la forma en la que está llevando el proyecto.

Decepciones también las hubo, por supuesto. A nivel personal la mayor fue, sin ningún tipo de dudas, Kinect. El problema ya no era únicamente tan cacareado lag (patente, por ejemplo, en un juego de lucha que presentó Ubi), sino la extrañísima reacción que tenía el sistema durante la presentación que me hicieron del nuevo dashboard de Xbox 360, controlado con el sistema de detección de movimientos. Es un control natural y la idea es francamente buena, pero parece que o tiene algunos detalles por pulir o simplemente no acaba de funcionar como debería. Sin dejar Microsoft, la presentación de Fable III también fue muy extraña. Y cuando digo "muy" quiero enfatizarlo: el propio Peter Molyneux en persona se encargó de explicar lo cambios de interfaz introducidos en el nuevo juego, que daban la sensación de romper el ritmo por completo. Él aseguraba que las pruebas de gameplay eran positivas, pero a mi se me encendieron todas las alarmas. Cuando el juego llegue a las tiendas dentro de un par de meses veremos si Lionhead ha acertado o ha cometido un error capital. Otro que también prometía mucho era Brink, pero al final se queda en un shooter multijugador más que ni aporta nada nuevo ni destaca sobre la competencia.

A pesar del cansancio, nos volvemos a Barcelona con sensaciones bastante positivas. Europa tiene, al fin, un evento que puede mirar de tú a tú a los míticos E3 y Tokyo Game Show, la industria demuestra que se encuentra en un gran momento de forma y durante cinco días se han podido ver muchos grandes juegos. Títulos potentes para una feria relativamente potente, se podría decir...

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