Ghost Trick
Detective fantasma.
Mientras tu cuerpo yace en el suelo de un depósito de chatarra, una chica pelirroja tiembla al ser encañonada por el rifle de un siniestro pistolero. No recuerdas cómo has llegado hasta ahí. De hecho, ni siquera recuerdas tu propio nombre. Pero esos no son ni mucho menos el menor de tus problemas: el peor de todos es que estás muerto. Y solo tienes unas horas para descubrír la historia de tu asesinato.
Así empieza Ghost Trick: Phantom Detective, el último juego surgido de la mente de Shu Takumi, uno de los diseñadores más brillantes de Capcom. Tras iniciarse con la saga Dino Crisis (uno de los mejores productos derivados del éxito de Resident Evil a finales de los 90) obtuvo el reconocimiento unánime de la crítica con Phoenix Wright: Ace Attorney, una de las aventuras más disparatadas y entretenidas de los últimos años (¡juzgados con confetti!), y sin duda uno de los juegos de Nintendo DS que un servidor ha disfrutado más.
Ghost Trick es incluso más extraño en su planteamiento que la saga Ace Attorney, en realidad. Encarnamos a un fantasma que cuenta con una serie de poderes que actúan como reglas de juego, con el objetivo a lo largo de 18 capítulos de evitar diversos asesinatos al tiempo que investigamos la razón por la que hemos acabado muerto. Podemos poseer objetos (a través del plano fantasmal) y realizar acciones con ellos como si de un poltergeist se tratara (en el plano real), lo cual puede generar una secuencia de acontecimientos (al más puro The Incredible Machine) que varíe el destino de la víctima, viajar de una localización a otra usando líneas de teléfono y retroceder en el tiempo cuatro minutos antes de cada asesinato.
Se mantienen, eso sí, algunos de los elementos marca de la casa, como un excelente guión. Plagado de momentos ingeniosos, sorpresas y giros argumentales, es sorprendente ver lo bien que acaban encajando todos elementos cuando terminas el juego. Los personajes, una vez más, derrochan carisma por los cuatro costados (como el extravangante inspector Cabanela con sus movimientos a lo Michael Jackson o el adorable perrillo Missile) y los diálogos son todo un ejemplo a seguir: hilarantes cuando es necesario, complejos cuando la situación lo requiere.
Los puzzles funcionan a la perfección y de forma muy sólida, pero también presentan un ligero problema: se basan en exceso en la mecánica del ensayo y el error (minimizando la dificultad), y exigen usar determinados objetos en un orden concreto y a menudo en un momento muy preciso. Se puede rebobinar el tiempo todas las veces que queramos si cometemos un error, pero a veces te quedas con la sensación de que la solución al puzzle es demasiado artificial y que lo has superado más por un cúmulo de intentos que por estrujar tu cerebro hasta llegar a la conclusión lógica (el momento "Take That!" de Phoenix Wright que lo hacía tan satisfactorio). La gran pega de Ghost Trick, sin embargo, es que su propio desarrollo elimina por completo la rejugabilidad, porque la historia se sucede de forma totalmente lineal y todos sus puzzles tienen una única solución, lo cual evita que una vez terminemos el juego hayan alicientes para volver a él.
La evolución más evidente respecto a los anteriores trabajos de Takumi se encuentra en el apartado gráfico. Las aventuras de Phoenix Wright eran muy limitadas a nivel visual, porque sus pantallas eran practicamente estáticas (herencia directa de sus orígenes en Gameboy Advance). Ghost Trick, en cambio, muestra las que probablemente sean las mejores animaciones que hemos podido ver en un juego de Nintendo DS (en realidad, quizás sean las mejores animaciones 2D que hemos visto en un videojuego), utilizando una técnica similar a la rotoscopia. El detalle y la naturalidad con la que fluyen por la pantalla recuerda, para que os hagáis una idea, a clásicos como el Prince of Persia original, Another World o Flashback. Sumadle a eso una estética bien definida y un gran diseño de personajes y tenéis como resultado un apartado gráfico que no solo rebosa calidad sino también una marcada personalidad.
A nivel sonoro no destaca tanto, pero mantiene un gran nivel. Las melodías compuestas por Masakazu Sugimori siguen el estilo marcado por la saga Ace Attorney, siendo tan pegadizas como divertidas, y hay una gran variedad de efectos de sonido que acompañan las numerosas acciones que se suceden a lo largo del juego. En la edición española también es óbice destacar la excelente traducción al castellano, muy en la línea de lo que nos tiene acostumbrado Nintendo España, y que adapta a la perfección todos los matices de los diálogos originales.
Con el lanzamiento de 3DS a la vuelta de la esquina, Ghost Trick seguramente sea uno de los últimos grandes juegos que disfrutaremos en la actual consola portátil de Nintendo. Es una gran aventura que atrapa al jugador con un excelente guión, personajes carismáticos, una mecánica de juego fresca y sólida y un cierto eye candy que no hemos visto con demasiada frecuencia en DS. Hay pequeños detalles que lo alejan de la perfección, pero en conjunto es tan atractivo como sumamente recomendable.