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God of War Collection

Una recopilación divina.

Nunca he profesado especial simpatía por David Jaffe o su prepotente y en ocasiones inaguantable verborrea, pero al César lo que es del César: con God of War creó no sólo uno de los mejores juegos de la anterior generación, sino también la franquicia más importante de Sony durante los últimos años. Es una obra genial que mezcla con maestría mitología griega, epicidad, violencia exagerada y un protagonista muy carismático, dando como resultado una aventura de acción imprescindible que define parte de lo que ahora es el videojuego moderno.

Con motivo del lanzamiento de la tercera entrega en PlayStation 3, publicada hace un mes y que cierra esta exitosa trilogía, Sony decidió volver a publicar las dos primeras partes en un único disco para la nueva consola. El encargo de desarrollar la edición "remasterizada", similar en su forma a la de otros casos recientes como Perfect Dark o The Secret of Monkey Island, curiosamente no recayó en Sony Santa Monica (creadora de los juegos originales) sino en el estudio externo Bluepoint Games. En todo caso el resultado, lejos de ser otro sacacuartos, es uno de esos títulos imprescindibles que deberían estar en la estantería de todo aquel amante de los videojuegos que se precie.

Sin entrar en demasiados detalles (para ello os recomendamos la lectura del artículo especial que publicamos el año pasado en Digital Foundry), God of War Collection puede resumirse como una recopilación de las dos primeras entregas de la saga con gráficos en alta resolución (720p), 60FPS, anti-aliasing 2X multisampling y eliminando por completo el tearing presente en las versiones para PS2. Se mantienen los extras que ya incluían las ediciones originales (una buena selección de vídeos tipo making of y behind the scenes) y se añaden 71 trofeos (36 para God of War, 35 para God of War II).

Lo cierto es que el lavado de cara sienta de maravilla a los dos juegos del estudio Santa Monica de Sony, otorgando prácticamente una segunda juventud a Kratos. La edad es un factor que no suele sentar particularmente bien a los videojuegos, pero el excelente trabajo artístico realizado con ambos títulos permite que a nivel gráfico pueda mantener el tipo frente a juego de nueva generación (obviamente no es lo mismo que un Dante's Inferno, pero no se ve tan anticuado como dictaría la lógica). De hecho, Collection produce una sensación extraña: parece que, en realidad, los dos God of War fuesen juegos demasiado grandes para la anterior consola de Sony y que es ahora cuando alcanzan todo su potencial.