God of War Collection Volume II
Remasterización ejemplar.
¿Puede un juego creado para una consola portátil, con su propia idiosincrasia y limitaciones, seguir teniendo validez en una consola de sobremesa varios órdenes de magnitud más potente? God of War Collection Volume II, el recopilatorio para PlayStation 3 con los dos títulos para PSP de la franquicia más exitosa de Sony Santa Monica, demuestra que sí, que lo que importa es el contenido y no tanto el continente.
Chains of Olympus y Ghost of Sparta eran y son puro fanservice, porque realmente no aportan demasiado a la trama principal de la saga pero sí añaden matices y explican detalles como el origen de la cicatriz en la cara o los tatuajes de Kratos. En el primero presenciamos los diez años al servicio de los dioses del Olimpo y la lucha del protagonista para deshacerse de las pesadillas que sufre cada noche, mientras que en el segundo descubre que su hermano Deimos, al que creía muerto, está atrapado en el inframundo y se embarca en una aventura para rescatarlo.
Quizás a nivel argumental no sean el punto álgido de la saga, pero en cuanto a jugabilidad cumplen con creces. Ready at Dawn se marcó como objetivo conservar todo lo bueno que tenían las entregas de Sony Santa Monica para PlayStation 2, y es por ello que al jugarlos en PS3 mantienen el tipo sin problemas. El control es un poquito más pesado, por eso de adaptarse inicialmente al peculiar stick analógico de PSP, pero con el Dual Shock 3 se mitiga el efecto e incluso sale beneficiado gracias al uso del segundo stick para realizar el movimiento de evasión.
En cualquier caso el paso a PlayStation 3 también amplifica la noción de que son dos juegos diseñados con una portátil en mente: hay pocos momentos, por ejemplo, en los que nos enfrentemos a más de cuatro enemigos a la vez, las batallas contra los jefes finales no son tan plásticas y espectaculares como en las de un God of War de sobremesa y la variedad de movimientos no es tan amplia. Incluso la violencia, una de las señas de identidad de la franquicia, es visualmente menos gráfica y atractiva. Estas limitaciones, de todas formas, no son lo suficientemente acentuadas como para dañar el conjunto global: son unos God of War un poquito más light que la trilogía principal, desde luego, pero dignos merecedores de llevar ese nombre.
Podéis leerlo con más detalle en el extenso análisis técnico de Digital Foundry, pero sobra decir que el trabajo de remasterización llevado a cabo por el estudio de desarrollo es ejemplar. Sin olvidar en ningún momento sus orígenes en PSP (gráficamente no es, por lo tanto, ni mucho menos comparable a God of War III o incluso a God of War II), estos dos juegos nunca se habían visto tan bien: la alta definición y las mejoras en iluminación lucen estupendamente, y un suave frame-rate a 60FPS asegura que la respuesta del control no se resienta en ningún momento. También se ha mejorado uno de los aspectos más criticados en la anterior colección, las cinemáticas, que ahora están renderizadas a 1080p y no contrastan tanto con las escenas creadas a partir del propio motor del juego.
Se han modificado además otros aspectos para ponerlo al día: los efectos de audio y la banda sonora aprovechan los equipos surround 5.1, se ha implementado vibración gracias al DualShock 3 y los cazatrofeos tienen ante si 72 retos que aseguran bastantes horas de arduo trabajo. Pocas pegas podemos poner en este sentido: Ready at Dawn no se ha limitado a trasladar tal cual los dos juegos originales, sino que han tratado de sacar partido en la medida de lo posible de las superiores características técnicas de PlayStation 3.
Con las remasterizaciones en alta definición hemos visto dos tipos de lanzamientos: unos realizados con cariño para insuflar nueva vida a títulos clásicos y otros programados con prisas con el único objetivo de sacar tajada de sus seguidores. God of War Collection II, por suerte, se encuentra en el primer grupo, y pese a estar indicado sobretodo a los fans de la saga, atesora suficiente calidad y entretenimiento como para agradar a un espectro de público mucho más amplio.