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God of War: Ghost of Sparta

Exprimiendo la PSP.

Para hacer frente a todo el mal que atormenta, el Fantasma de Esparta cuenta con un arsenal de armas con denominación de origen que se mejoran con las adorables gemas rojas que hay en todos los juegos del mismo patrón. Alguna vez deberíamos hacer un estudio sobre las gemas rojas. Igual nos mejoran la vida de verdad y estamos aquí perdiendo el tiempo. No quiero olvidar a las gemas azules, que son menos simpáticas pero necesarias para que Kratos pueda hacer uso de los ataques mágicos que están ahí para aumentar el contador de combos. Siempre que se usan dan la sensación de que haces cosquillas a los enemigos. Pero oye, queda bonito.

También hay lugar para los puzzles, pero no nos llevarán mucho tiempo. Quizás si sois nuevos con la saga se os atraganten un poquito, pero si ya tenéis experiencia en la misma sabréis qué hacer con esa piedra, cómo girar esa ruleta o qué hacer en el escenario con un cuerpo en el que hay que activar un pulsador que misteriosamente se activa con el peso. En pequeños detalles como estos nos aparece la mencionada anteriormente sensación de haber vivido ya una situación similar.

Quizás haya gente que pueda criticar la duración de la aventura. La vida de God of War: Ghost of Sparta la primera vez que se afronta oscila entre unas 6/8 horas. Sinceramente, creo que es el tempo perfecto para un título como el que nos ocupa. Más podría hacerse excesivamente cansino para una gran parte de los usuarios. Y los que se queden con ganas de más siempre pueden buscar los objetos ocultos o probando en un nivel de dificultad más exigente.

Donde hay que poner un sobresaliente a los chicos de Ready At Dawn es en la soberbia ambientación y calidad gráfica del juego. Visualmente, da la sensación de haber copado el techo del hardware de PSP. Y es un feeling que sólo ha conseguido su predecesor y los dos Metal Gear Solid.

La dirección artística es brillante, los escenarios transmiten diversas sensaciones a medida que deambulamos por ellos y eso es algo que no se obtiene con facilidad. Las distintas localizaciones están recreadas de una manera que consiguen que entren por los ojos a la velocidad de la luz. Además, en este aspecto sí que se aprecia bastante variedad debido a la multitud de emplazamientos diferentes que se deben recorrer a lo largo de la aventura.

Por su parte, la banda sonora sigue los tintes épicos que también son marca de la casa. Y el audio, en correcto castellano, cumple con su cometido.

Nos encontramos ante un título que conjuga todo lo bueno de la saga, aunque no lo convierte en el mejor. Da la sensación de que se ha optado por el camino a fácil, el de contentar sin complicaciones. No se puede pedir una renovación total en una máquina quizás algo limitada, pero sí ofrecer ese punto mágico que haga al jugador recordar a un juego por encima de los demás. Aun así, el resultado está por encima de la media.

8 / 10

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