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Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned

American Choppers.

Respecto a la mecánica y la estructura de juego no es que se hayan introducido grandes cambios. Así, en Lost and Damned siguen presentes las misiones del tipo: ir de un punto a otro del mapa para acabar robando algo o matando a alguien. Este vendría a ser un resumen de lo que nos encontraremos en el 90% de las misiones. Lo que consigue variar ligeramente estos encargos es que ahora, en lugar de ir solos como lo haría Niko, en la mayoría de los encargos iremos casi siempre acompañados de los amigotes de nuestra banda. ¡Ah! Y antes de que se me pase, detalle importante: se han incorporado los checkpoints en medio de las misiones, con lo que se acaba el suplicio de repetirlas enteras cada vez que nos mataban.

Durante los trayectos conducimos nuestras motos en formación y debemos respetar nuestra colocación en relación a la jerarquía de la banda. Asimismo, para hacer que los trayectos en sí se conviertan en parte de la experiencia, se nos va pidiendo que coloquemos nuestra moto sobre una especie de marca que aparece sobreimpresa en la calzada en determinados momentos. Hacerlo correctamente aumenta nuestro medidor de dominio de la moto y da pie a conversaciones importantes entre los miembros de los Lost.

La presencia de motos en la expansión es mucho mayor que en el juego original, donde era realmente difícil encontrarse con una. Lo cierto es que parece como si de repente Liberty City haya vivido una invasión de moteros, porque nos encontraremos con ellas en casi cada esquina. De hecho este será el medio de transporte que más utilizaremos en la expansión y, teniendo esto presente, en Rockstar han introducido mejoras en el control de estos vehículos. La maniobrabilidad de las motos ha sido mejorada y responden mejor en los giros y derrapes; a su vez, el agarre de la moto al asfalto y nuestra propia estabilidad sobre ella han sido revisadas. Con todo esto se ha conseguido que la conducción de las motos sea algo más seguro y, aunque su física pueda haber perdido algo de realismo, sí que hemos ganado muchos puntos en cuanto a diversión. En contadas ocasiones cogeremos el coche una vez nos acostumbremos a llevar las motos. Por todo esto nos dará la sensación de que en este Lost and Damned todo va más rápido, y no es sólo una sensación, es totalmente cierto.

Rockstar ha mejorado el control de las motos, y también ha puesto cola de impacto en los asientos.

Cuando lleguemos a nuestro destino después de estos trayectos será el momento de la acción, y ya os anunciamos que este Lost and Damned viene cargado de tiroteos, más incluso que su predecesor. La guerra de bandas es el principal reclamo para que nos pasemos medio juego luchando en violentas batallas sobre el terreno urbano. Eso sí, para tener las cosas algo más fáciles se introducen nuevos juguetitos al conocido arsenal. Entre otras armas contamos con un genial lanzagranadas, que nos vendrá de perlas para abatir las furgonetas de nuestros rivales, también encontramos una pistola mejorada que dispara en ráfagas y no podemos olvidar la escopeta recortada, pieza fundamental de todo motero que se precie. Otra novedad en lo que se refiere a las escenas de acción es que, como si se tratara de Cannon Fodder, ahora deberemos estar pendientes de la salud de nuestros compañeros. A cada batalla que ganemos nuestros colegas van mejorando sus estadísticas… pero cada vez que uno muera será reemplazado por un nuevo integrante, con lo que todo lo que había aprendido se irá al garete. Se trata de un nuevo ingrediente que aporta algo de estrategia y que incide nuevamente en la idea de que formamos una hermandad.

Tal como hemos comentado, Rockstar ha vuelto ha poner especial énfasis en la recreación de la atmósfera. Así, como complemento y en consonancia con la temática Lost and Damned introduce un buen puñado de nuevas canciones para las emisoras de radio, sobre todo en géneros como la vertiente rockera más hardcore, aunque también en estilos como el hip hop o el funky. El resultado de todo ello es una envoltura sonora que realmente consigue sumergirnos en el ambiente. Sumadle a esto los nuevos edificios que podremos visitar, y que en su mayoría serán garitos de mala muerte con la música a todo trapo y donde podremos llevar cabo nuevos mini-juegos como jugar a cartas o echar unos pulsos.

Todos estos ingredientes hacen de Lost and Damned uno de los contenidos descargables más ambiciosos que hemos podido ver nunca para un videojuego. Se trata de un ejemplo a seguir en este terreno cada vez más fértil de la distribución de contenidos digitales. GTA IV disponía de un mundo tan rico y detallado que pedía a gritos una expansión como esta. Sus casi 2GB de información consiguen ampliar este mundo y complementarlo con un nuevo argumento que, si bien no nos atrapará tanto como el de Niko Bellic, sí que podría constituir un título independiente por separado. Con una duración estimada de entre 10 y 20 horas (variará según si hacemos las misiones secundarias) es más de lo que podríamos pedir a una expansión. En resumen, la respuesta sobre si este Lost and Damned te gustará ya la dio hace unos meses el propio Dan Houser en unas declaraciones: "Si disfrutaste de GTA IV, los disfrutarás. Si no te gustó el juego, seguramente te dará nuevas razones para no disfrutarlo".

Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned está disponible exclusivamente para Xbox 360 a través de Xbox Box Live y tiene un coste de 1600 Microsoft Points (EUR 19.20).

8 / 10

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