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Grand Theft Auto: Episodes From Liberty City

I'm back! Back in the New York Groove!

El argumento, el guión y –sobre todo– los diálogos (¡y las voces!), GTA sigue sin rival. Aún contando estas expansiones con una historia que quizás no alcanza la profundidad de la del GTA IV original, su calidad queda fuera de toda duda. Es curioso como tratándose de dos historia que a priori parecen totalmente opuestas (rudos ángeles del infierno vs. gerentes de discotecas gays) en el fondo tienen una estructura bastante parecida. Tanto de TlaD como TBoGT nos sitúan frente a dos historias en las que asistimos al choque de caracteres en el sentido más clásico, el de nuestro personaje aprendiz pero con ambición y el de nuestro jefe/mentor/rival. Temas como la lealtad, el respeto y la traición están presentes en ambas historias.

The Lost and Damned nos sumerge en las tropelías de una banda de moteros americanos. Cuando el líder de este grupo de holgazanes sobre ruedas es puesto en libertad, el protagonista Johnny Klebitz se ve envuelto en una guerra de bandas espoleada por su encolerizado y ambicioso jefe. Es entonces cuando se pone en tela de juicio el verdadero liderazgo de Billy Grey y se empieza a sentir la tensión entre los dos personajes mientras los conflictos entre bandas aumentan. Todo ello amenizado con un ambiente a medio camino de la serie American Chopper y una tragedia shakespiriana con Iron Maiden, Saxon y Nazareth como hilo musical (si tienes Spotify pincha aquí).

Grupos musicales estos últimos que no tienen nada que ver con los ritmos disco (link a Spotify) que podéis escuchar en los locales que regenta Tony Prince, mandamás de la noche en Liberty City, pero al que las deudas le están poniendo en un serio aprieto con las famílias mafiosas que abundan en esta ciudad. Es en este entorno de lujo, drogas y desfase por donde Luís López deberá navegar contracorriente para salir adelante en su papel como protagonista de esta aventura y guardaespaldas de la reinona de su jefe. Si la anterior expansión destacaba por la tensión entre los dos personajes en este caso el abanico de personalidades es mucho mayor, y en concordancia con el desfase las situaciones a las que deberemos enfrentarnos son una locura tras otra. Gay Tony consigue liberar las tensiones de las historias de Niko Bellic y Johnny Klebitz con lo que se supone un retorno al humor negro y caótico del revolucionario GTA III.

De hecho, poca cosa ha cambiado desde aquella primera entrega de la saga en un entorno 3D en lo que se refiere al control. Podríamos decir que se ha pulido y se le han otorgado más opciones pero a día de hoy quizás esté por debajo de lo exigible a un título de estas características. Como pasaba con GTA IV estas expansiones se dejan jugar bien, pero su control no es lo más intuitivo que digamos, y menos si lo comparamos con los lanzamientos de los últimos dos años. Títulos como Modern Warfare 2 han mejorado el apuntado, que aquí es automático y algo tosco, y el último Splinter Cell o Uncherted 2 han dado una fluidez inaudita a los sistemas de cobertura. GTA: Episodes no llega a estos niveles de versatilidad, y aunque hacer explotar un barril rodeado de enemigos siempre es la bomba se podría controlar mucho mejor. Suerte que en ambas expansiones dispondremos de un nuevo arsenal de destrucción que paliará estos defectos de control, y también un multijugador donde desfogarnos.

Respecto a la estructura de misiones y sub-misiones hay que destacar el hecho de que TBoGT aporta algo más de variedad tanto a las de las de la historia principal como a las relacionadas con llevar los locales y realizar pequeños encargos. No obstante, aquellos que se quejaban de lo repetidas que eran las misiones en GTA IV seguirán sin verles el que a estas expansiones. Es una mecánica divertida, pero también repetitiva, donde las geniales escenas de corte entre misión y misión actúan como la suma salvación de los hermanos Houser.

Acabamos finalmente con un retorno a la ciudad, y es que aunque nos quejamos de ello en nuestros respectivos análisis de estas expansiones cuando salieron en Xbox 360, nuevamente hemos de poner el grito en el cielo por algo que hubiera resultado genial a nivel de diseño. Nos referimos a hacer comunes las tres historias más allá de las pocas escenas en que coinciden los personajes. En otras palabras... ¿Por qué no podemos visitar con Niko Bellic la discoteca de Gay Tony? ¿Porqué no podemos llevar llevar al chulito de Luís al bareto de los Lost? Las tres historias comparten escenario pero parece que tengan lugar en mundos paralelos. Hubiera sido una gran idea hacer posible que si tenemos los tres juegos instalados en el disco duro la ciudad desplegara el potencial y los contenidos de los tres juegos.

GTA: Episodes From Liberty City es un juego estupendo si te pasaste GTA IV y tienes ganas de más. Realmente no supone una gran diferencia el comprarlo en formato físico o en descarga, únicamente lo que hemos comentado acerca de la banda sonora. Por lo demás, volvemos sobre lo que dijimos anteriormente, el guión y los diálogos están entre los mejorcito del medio, mientras que la estructura de misiones y el control empiezan a quedar anticuados. De todas maneras, aún con todo esto Liberty City es tan divertida y derrocha tantísimo carisma que sería un pecado no pasearse –al menos una vez– por sus calles. Hacer locuras por Nueva York sin temor a dar en la cárcel sigue sin tener precio.

Las tres ilustraciones que acompañan este artículo no pertenecen a Rockstar ni forman parte del juego. Son dibujos hechos por el dibujante australiano Patrick Brown, quien en su perfil de DevianArt ha hecho público su excelente trabajo, inspirado la mayoría veces por videojuegos. Esta es su dirección: http://patrickbrown.deviantart.com ¡Visitadlo, es un crack!

8 / 10

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