Dark Souls II: Desfiladero negro, estatuas envenenadas

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Guía Dark Souls II: Desfiladero negro

En cuanto entres en el Desfiladero negro avanza hasta la cueva de la izquierda. Cuando estés dentro, enciende la hoguera y luego prepárate en seguida para enfrentarte a un grupo de enemigos venenosos más adelante.

Derriba todas las estatuas venenosas que encontrarás a lo largo del camino, y hazlo rápidamente para que no les dé tiempo de escupirte el veneno. Recuerda que te escupen a la mínima, así que ve con cuidado. Eventualmente llegarás a un conjunto de agujeros negros; aproxímate con mucho cuidado y luego lanza una bomba incendiaria por el agujero en el centro, y después por el de la derecha. Eso hará que se enciendan los dos, y quitará una buena parte de vida a los enemigos que están dentro. Saltarán después de que el fuego empiece, por lo que estate preparado para luchar.

Ahora sigue por el camino de la izquierda de este primer grupo de agujeros negros para encontrar otra cueva. Mata a la estatua que hay en la entrada y luego, en el interior, abre el cofre para recoger el hechizo Gran arma mágica y el arma Shotel. Cuando salgas de allí habrá un enemigo escondido dentro del primer agujero de tu izquierda, mátalo. Si no posees armamento a largo alcance aproxímate lentamente, tienes más estatuas delante en la zona de la izquierda.

Tras superar este primer grupo de estatuas, acércate a la cueva de la izquierda. En el interior tendrás que pelear contra un gusano un poco distinto del que te encontraste anteriormente. Si te acercas demasiado a esta bestia saldrá a través de la entrada de la cueva. Salta rápidamente para evitar que te alcance y luego date la vuelta y aplástalo. Repite este proceso hasta que la criatura quede muerta a tus pies.

Cerca de unos cadáveres encontrarás unos Retazos de vida, una antorcha y un Alma de soldado anónimo. Ten cuidado también con otra criatura que aparecerá por el agujero de la pared de la izquierda.

Cuando hayas superado estas amenazas, no necesitarás preocuparte del agujero del suelo de delante, pero sí en los siguientes. Los dos de la derecha contienen criaturas que deben eliminarse con bombas incendiarias. Si tienes esas bombas acércate cuidadosamente a cada agujero, y después recula con cuidado para atraer a las criaturas al espacio abierto.

Rompe también el siguiente grupo de urnas para hacerte con una Gema de vida radiante, y luego acaba con todos los enemigos de alrededor y entra en la cueva de la izquierda. Asegúrate de destruir todas las estatuas que hay, incluyendo la de detrás del baúl, que te ofrece una Bendición divina.

Ahora abandona la cueva y mata a las criaturas que hay en el agujero negro de encima, en el lado opuesto de esta zona. Este es el último enemigo con el que deberás lidiar, pero antes de atravesar la puerta de niebla, sigue por la pared de la izquierda hasta el lado más lejano de esta sección del Desfiladero. Si buscas cuidadosamente, verás un camino por uno de los lados de la pared de la cueva. Cerca hay una hoguera que te será bastante útil, así que con ella encendida salta de nuevo a la zona principal del Desfiladero negro, evita a cualquier enemigo que haya hecho respawn y avanza por la niebla para enfrentarte a El Podrido.