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Dark Souls II: Jefe final - Último Gigante

Guía Dark Souls II - ¡Acaba con el Último Gigante con nuestra ayuda!

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Guía Dark Souls II: Jefe final - Último Gigante

Es tu responsabilidad mantener las cosas simples con el Último Gigante. El jefe sigue un patrón definido bastante básico, por lo que tienes mucho espacio para maniobrar, atacar y evitar sus golpes. Si eres impaciente, por otro lado (algo nada recomendable en Dark Souls), el combate terminará en un abrir y cerrar de ojos, y no con el mejor resultado para ti. Paciencia es la palabra clave.

Inicialmente hay seis ataques diferentes que debes tener en cuenta. Puede lanzarse hacia adelante y generar un montón de daño si estás cerca, o si te acercas desde delante hace un barrido con su mano de forma horizontal por el suelo. Acércate a él por detrás y saltará hacia atrás también. Acércate mucho delante de él e intentará destrozarte con su puño. Y acércate demasiado y golpeará con sus pies tres veces.

Intenta no quedarte atrapado en ninguna esquina o cerca de paredes, porque si no todo terminará muy rápido. Como hemos dicho, mantén la paciencia y sigue moviéndote.

Una técnica es correr rápidamente hacia él para que intente barrernos con su mano. Corre entre sus piernas y ataca a sus tobillos; dependiendo de con qué arma te hayas equipado podrás conseguir uno, dos o tres golpes, pero asegúrate de que te mueves de nuevo cuando vaya a empezar a dar golpes con sus pies.

Así que ataca a sus tobillos y luego sal del camino y pon algo de distancia entre los dos; cuando termine de pisotear corre de nuevo hacia él para que realice de nuevo el ataque y repite lo de los tobillos. Cuando consigas hacer descender su vida un cincuenta por ciento sus ataques alcanzarán un rango mayor ya que usará su brazo como arma. Puedes usar la misma estrategia que antes, pero hazlo antes ya que tienes más tiempo para esquivar el barrido. Repite esta técnica hasta que le venzas. Una vez muerto podrás recoger un montón de almas, pero que todavía no te tiente volver a Majula para empezar a subir de nivel.

Vuelve a la hoguera y sube las escaleras cerca de la entrada. Con la Llave que recogiste al vencer al gigante abre la puerta cerrada que hay al final del pasillo. Rompe la caja del otro lado de la habitación y encontrarás un Hacha de mano y una Gema de vida resplandeciente. En un cofre del centro de la habitación hay un escudo pequeño de piel y polvo de reparación. Atraviesa la siguiente puerta y encontrarás otro cofre con un frasco de Estus y una blanca esteatita.

Ahora desciende por las ramas del árbol y recoge la bendición divina y desciende hasta la habitación. Atraviesa el agujero de la pared, gírate a la izquierda y desciende por la escalera. Sigue el camino y habla con el tipo del final para llevarte la saponita blanca.

Vuelve a ver al mercader que hay cerca de la hoguera y cómprale la Llave de Lenigrast (1.000) y al Pharros' Lockstone (4.000). Puedes usar la llave para desbloquear la cabaña en Majula y activar el Herrero. El Lockstone se usa en el mecanismo con forma de cara que hay en la habitación con las ballestas.

Desciende y ve a la pequeña escalera antes de dirigirte a la derecha. Usa la Llave de soldado para abrir la puerta, sube por las escaleras y ve a la izquierda donde una puerta te pedirá que muestres el símbolo del rey. Apúntate esto para luego y sigue por el pasillo hacia el cofre del final para conseguir un Anillo de la restauración y tres antorchas más.

Vuelve a la hoguera y atraviesa la obertura de la pared. Gira a la izquierda, baja por las escaleras y llega a la habitación con las ballestas. Hay otra escalera detrás de las ballestas - sube por ella y examina la cara de la esquina de la habitación para usar el Pharros Lockstone. Eso creará una imagen de la cara a la izquierda.

Golpea la imagen para que aparezca una habitación. Dentro encontrarás dos cofres con titanita y un anillo de Chloranthy. Por ahora has terminado en esta zona.