Guía Dark Souls - Valle de los Dragones

Esta página cubre el Valle de los Dragones de Dark Souls, y es la continuación de Cuenca Tenebrosa, Hydra.

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Ahora nos adentramos en el Valle de los Dragones, donde encontraremos, precisamente, dragones. Antes de hacer sonar la segunda pantalla puedes ocuparte de un pequeño asunto. Vuelve por la cueva que hay cerca del fondo de Cuenca Tenebrosa para tomar el ascensor hasta la entrada del Valle de los Dragones. En esta pequeña área encontrarás una familia de Wyverns, unos dragones con un alta cantidad de vida y ataques eléctricos letales.

Como siempre, ni se te pase por la cabeza abalanzarte como un poseso sobre ellos, porque si te atacan a la vez estás perdido; mejor irlos despachando uno a uno con paciencia y manteniendo las distancias.

Si tu nivel de inteligencia es suficiente puedes usar unas cuantas flechas del alma bien potentes para eliminarlos antes, resulta un sitio perfecto para dedicarte a recolectar almas. Acaba con ellos (o escapa si ves que la cosa se te va de las manos) y avanza hasta una gran puerta de hierro. Como no la puedes abrir ve por el lado del acantilado que está a la izquierda.

Al llegar al cañón verás un dragón no-muerto al que puedes esquivar o atacar para ganarte el escudo Dragon Crest. Mientras te mantengas fuera del alcance de su fuego y te las arregles para dañarle no deberías tener problemas.

Envíalo al otro barrio y sigue subiendo por el acantilado hasta la puerta. No la puedes abrir pero puedes ir por el túnel que hay a la derecha, se ve que algún despistado se dejó la llave ahí. Abre la puerta y tendrás un bonito atajo entre Ruinas de Nuevo Londo y el Santuario de Enlace de Fuego.

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