Shadow of the Colossus - Localización del octavo coloso. Cómo derrotar a Kuromori, el Coloso Lagarto de Fuego
Cómo encontrar y derrotar al octavo coloso
El octavo coloso de Shadow of the Colossus, conocido entre los fans como Kuromori, es un Coloso Lagarto de Fuego que por primera vez tiene ataques a distancia.
Es un pelín difícil encontrarlo y no menos derrotarlo, así que en esta página encontrarás detalles sobre la localización del octavo coloso y cómo derrotar a Kuromori, el Coloso Lagarto de Fuego.
Puedes visitar también nuestra guía de Shadow of the Colossus para encontrar más contenido que te ayude en la aventura.
Localización del octavo coloso - Cómo encontrar a Kuromori, el Coloso Lagarto de Fuego
El octavo coloso es algo difícil de encontrar si no sabes exactamente por dónde ir. Está escondido en el fondo de un coliseo, pero para alcanzarle primero tienes que encontrar la entrada.
Ve al sur y un poco al este del Santuario hasta un hueco en los muros rocosos que te lleva a un camino que coincide con el rayo de luz de tu espada.
Cuando salgas al otro lado encontrarás un desvío con dos caminos, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Coge el camino de la izquierda y pronto verás otro muro rocoso directamente enfrente de ti con un camino. Es fácil no verla, pero la entrada del templo-coliseo está directamente enfrente.
Sigue el camino de barro enfrente y la oscura entrada de la cueva empezará a aclararse. Dentro sigue el camino por la cascada hasta que encuentres una masa de agua y un templo en ruinas al otro lado.
Nada por el agua y baja al templo. Encontrarás una habitación de tamaño medio poco después con dos pilares y sin manera de ver cómo llevar al saliente al otro lado.
Detrás del pilar hay una Moneda Dorada, cógela con R2 antes que nada.
Para continuar, trepa a uno de los pilares por los pequeños salientes que hay enfrente de ellos y podrás ir hacia la parte trasera para saltar hacia el saliente que lleva a la salida (en el izquierdo al menos era bastante fácil).
Continua y pronto llegarás a un pasillo con ventanas con arcos que apuntan a un enorme coliseo cilíndrico. Una escena se activará: tu próximo enemigo te espera al fondo.
Cómo derrotar al octavo coloso: Kuromori, el Coloso Lagarto de Fuego
El octavo enfrentamiento contra el Coloso Lagarto de Fuego no empezará inmediatamente, sino que tendrás que provocarle para que ataque. De hecho gran parte del combate consiste en incitarle a atacar para después poder hacerle daño, y hay una manera específica de hacerlo.
Lo primero, ve a la izquierda de la entrada y mira el muro a tu izquierda: verás unas escaleras que bajan en zigzad hasta el fondo del coliseo, pero no llegues al final; quédate en la primera planta.
Desde ahí dirígete a uno de los huecos donde el muro se ha derrumbado, proporcionándote una buena línea de visión del Coloso Lagarto. Ahora tendrás que dispararle con tu arco a una de sus cuatro piernas, que estará brillando.
Tu objetivo es hacer que suba por los muros del coliseo, obligándote a recolocarte de un lado a otro para poder dispararle a las piernas hasta que caiga. Después tendrás que saltar al suelo del coliseo, trepar a su estómago y apuñalar uno de los dos símbolos.
El problema es que Kuromori puede lanzar fuego. Cuando le dispares en la pierna empezará a ir a por ti, lanzándote bolas de fuego de cuando en cuando que explotan al impactar y realizan daño de área.
Cuando escale a un muro, gira para que no te encuentra de forma que puedas dispararle a las piernas. Tendrás que darle a dos piernas diferentes para que se caiga y no tienes demasiado tiempo para hacerlo antes de que se agarre de nuevo.
Cuando consigas que se caiga corre por las escaleras (o salta de un saliente) y ve a por él. La forma más fácil de llegar a su estómago es a través de la cola, pero también puedes saltar a su cabeza y seguir desde ahí.
Agarra la piel de su estómago para agarrarte mientras se retuerce y trata de meter dos puñaladas cargadas antes de que se de la vuelta. Cuando lo haga, machaca círculo para rodar y evitar el daño, corriendo después a las escaleras más cercanas para evitar una bola de fuego.
Repite para eliminar primero un símbolo (el más cercano a la cola) y luego el otro (más cercano a la cabeza) y terminará cayendo. No es el combate más difícil, pero sí es uno de los más raros, así que se paciente y no te arriesgues demasiado, parando y agachándote para protegerte con las coberturas cuando necesites recuperar salud.
Cuando el octavo coloso haya sido derrotado, volverás al Santuario y se destruirá su ídolo. Acabas de superar el ecuador de la aventura.