Halo: Reach

Eso habría sido todo, de no ser porque también nos enseñaron el mejorado modo Forge, que esta vez viene más bruto que nunca: todos los bloques de construcción que hay en el juego están disponibles para que la imaginación de la comunidad haga, como siempre, cosas que ni la misma gente de Bungie habría soñado. Dispondremos de un inmenso mapa (y cuando decimos inmenso queremos decir realmente inmenso, literalmente inmenso, inmensamente inmenso y contínuo) que poblar con estos elementos, que van desde elementos constructivos arquitectónicos a meras rocas.

Como complemento a este brevísimo vistazo a algunas de las nuevas funcionalidades de Halo: Reach, pudimos disfrutar de una nueva ronda de multijugador en el algunos nuevos mapas, y estas partidas vinieron a confirmar lo que ya intuíamos: las nuevas habilidades dotan al multijugador de una versatilidad y de una variedad que se agradece enormemente, los nuevos mapas demuestran el consabido buen hacer de Bungie en lo que a arenas de combate se refiere y los nuevos modos son clásicos instantáneos.

Ahora ya sólo queda que la próxima vez nos dejen ver más de diez minutos y, ya que estamos, que podamos jugarlo nosotros mismos para poder confirmar que Halo: Reach es realmente esa despedida por la puerta grande que tanto la saga como Bungie y los fans se merecen.