Héroes, dragones y anillos mágicos
De la literatura al videojuego.
De pequeño siempre soñé con ser un héroe. De mayor he llegado a conseguirlo, aunque sólo sea para mis sobrinas. Recuerdo haber leído más de uno, dos, y tres de aquellos libros de “Elige tu propia aventura”, donde la historia estaba narrada en segunda persona como si el lector fuera el protagonista del libro, y que te obligaban a decidir entre diferentes opciones para avanzar en la historia.
Después llegarían los libros de fantasía-medieval como El Hobbit y El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, El Bastón Rúnico de Michael Moorcock, la trilogía El Elfo Oscuro de R.A. Salvatore, las Crónicas y Leyendas de la Dragonlance, de Margaret Weis y Tracy Hickman, o Canción de hielo y fuego, del escritor George R.R. Martin, que actualmente está muy de moda a causa del inminente estreno de la serie de televisión Juego de tronos, nombre de la primera entrega de esta saga; con historias de aventuras caballerescas que conseguían atraparte en los mundos imaginados por los autores de tal modo que parecías vivir el destino de sus protagonistas en primera persona.
En los videojuegos, ningún género como el RPG ha conseguido transmitir esta sensación en la que tú te sientes protagonista de la historia y tus decisiones tienen una repercusión directa en ella. El último ejemplo de ello, el reciente Dragon Age 2 de Bioware, creadores de grandes clásicos del género como Baldur’s Gate - I y II -, Neverwinter Nights, Star Wars: Knights of the Old Republic, Jade Empire, Dragon Age: Origins, la saga galáctica Mass Effect, o el próximo Star Wars: The Old Republic; donde, de nuevo, los chicos de Bioware han creado un mundo mágico habitado por héroes, elfos, enanos, dragones, espadas y magia, con un argumento y una jugabilidad basada en las decisiones que tú, como jugador, tomas, para volver a hacerte sentir como el protagonista de una historia épica, como anteriormente lo habían conseguido los libros que he mencionado un poco más arriba. Protagonistas, los de estos videojuegos, que tienen mucho en común y en los que podemos encontrar multitud de similitudes con los protagonista de estos libros, y que, por si hay algún lector que no ha tenido ocasión de leerlos, describo a continuación, intentando no destripar el argumento.
El Hobbit, escrito por J.R.R. Tolkien, y publicado en 1937, relata el viaje de Bilbo Bolsón, un hobbit de la Comarca, junto al mago Gandalf y trece enanos - Thorin “Escudo de Roble”, Balin, Glóin, Bifur, Bofur, Bombur, Dwalin, Ori, Dori, Nori, Óin, Kíli y Fíli - en busca del tesoro custodiado por el dragón Smaug en la Montaña Solitaria. En su aventura, el singular grupo se enfrentará a trolls, trasgos y huargos, y visitará Rivendel, el Bosque Negro y la Ciudad del Lago. Es en este libro donde se cuenta como Bilbo encontró el Anillo Único, objeto protagonista del posterior El Señor de los Anillos.