Califican el acuerdo para la película de Assassin's Creed como "ridículo"

Varios insiders en Hollywood han tachado el trato entre Ubisoft y Sony Pictures para la producción de la película basada en Assassin's Creed como "ridículo".

Según informa el New York Magazine, nunca antes un estudio o director había exigido el mismo nivel de control que Ubisoft.

Según una de las fuentes, "ni siquiera Steven Spielberg podría conseguir este tipo de acuerdo".

Sony Pictures parece haberse rendido a los deseos de Ubisoft y ha otorgado a la compañía francesa la capacidad de aprobar o rechazar casi cualquier aspecto de la película, desde al casting al guión, pasando por el presupuesto o la fecha de estreno.

"Todo el trato entre Ubisoft y Sony es malgastar papel, tinta y tiempo", según una agencia de talentos de Hollywood que prefiere mantenerse en el anonimato. "El nivel de control que da Sony significa que, a efectos prácticos, Assassin's Creed nunca - e insisto, nunca - llegará a hacerse".

Otros estudios, entre los que se encuentran Universal, Warner Bros. o Dreamworks, rechazaron el proyecto debido a estas exigencias de control.

El máximo responsable de uno de los estudios que se retiró de la puja ha afirmado que "quieren poder cancelar la película en cualquier momento de su producción si así lo deciden. Es ridículo".

Una fuente afirma que Sony aceptó los deseos de Ubisoft porque la compañía francesa va a gastar "una gran cantidad de dinero" en la película, y que por lo tanto Sony sólo invertiría "una fracción de lo que normalmente gasta un estudio".

"Es la gran franquicia de Ubisoft, así que entiendo que quieran protegerla", aseguraba otro ejecutivo de un estudio que pujó por el proyecto Assassin's Creed.

"Pero ellos no hacen una película, y la única forma de hacer que una película sea mala es infravalorar el trabajo de los estudios. Y este es un acuerdo que infravalora el trabajo del estudio".

Según el NY Magazine la insistencia de Ubisoft viene provocada por el fracaso de la película de Prince of Persia el año pasado. La compañía francesa cree que si hubiese tenido más capacidad de control el resultado hubiera sido diferente.