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IeSF 2011 World Championship

Viajamos a Corea para ver las olimpiadas de los deportes electrónicos.

Acabo de volver de un viaje que ha durado casi 40 horas. Por la mañana salimos de Andong en autobús y tras seis horas llegamos al aeropuerto de Seúl. Ahí estuvimos 8 horas esperando a que saliese el vuelo hacia Qatar; 7 horazas más hasta Madrid y luego para Barcelona. Me leí un libro y vi tres series enteras.

Pero recapitulemos: ¿qué demonios hacía yo en Corea del Sur? ¿Qué era lo suficientemente interesante como para aceptar someterme a una tortura aeronáutica similar?

Pues estuve siete días en la "IeSF 2011 World Championship" y además viajé con Ralfitita y DeathFate, los dos representantes españoles. Era una ocasión especial, además, porque la LVP -Liga de Videojuegos Profesional- ha anunciado que a partir de este año entra a formar parte de la organización de la IeSF.

Esta organización (International eSports Federation), de origen coreano, pretende crear algo así como las Olimpiadas de los deportes electrónicos. Hay competencia en el asunto, porque ya existen los World Cyber Games, y hacen algo similar. Esta competición, además, es bastante más antigua y ya se ha hecho un hueco dentro de los eSports, y su catálogo de juegos es bastante más apetecible para un público occidental.

En las finales en las que estuve se jugó a StarCraft 2 -imprescindible-, FIFA Online 2, que es una especie de FIFA que recuerda mucho a la versión de 2007, y Alliance of Valiant Arms, un shooter en primera persona que bebe mucho del espíritu de Counter Strike. ¿Cómo es que no estaban Call of Duty, un FIFA normal o Halo? Sung Chul Byun, manager de la IeSF, me explicó que es una mezcla de falta de presupuesto y tensiones con determinadas compañías: para que te dejen utilizar sus juegos tienes que demostrar que vas en serio.

Y en eso están. Desde 2009 han ido sumando países y países hasta plantarse en más de 30. Y seguirán creciendo. También han celebrado varios eventos a los que han invitado representantes de todos los países miembros y en los que se ha competido para ver cuál es el mejor en el asunto: no gana el que queda primero, gana el país que coloca a sus representantes más arriba. La IeSF está en un claro proceso de sumar: más territorios, más participantes, más espacio para las retransmisiones, más cadenas de televisión, más sponsors.

Su filosofía es bastante interesante, además. Lo que quieren es ser algo así como el Comité Olímpico Internacional de los deportes electrónicos. Una mega institución que no solo organice torneos, sino que también forme a árbitros, a jugadores, estandarice normas, juegos oficiales, colabore con las desarrolladoras, cree divisiones profesionales y amateurs, busque patrocinios... todo eso, por cierto, con cierta vocación pública. Es clave para sus planes tener apoyo de los ayuntamientos, del Gobierno: su misión no se entendería sin ello. Su objetivo final es que los deportes electrónicos tengan la misma consideración que los deportes convencionales; es decir, que se vea como algo sano, que fomenta el juego en equipo y la preparación física y mental de todos sus participantes. Una herramienta que permite que el gran público disfrute, que se genere negocio a su alrededor y que sus participantes tengan una serie de valores positivos.

El ganador de este año fue Suecia. El torneo más espectacular fue sin duda el de StarCraft2, que se celebró en un gran centro de convenciones de Andong, y donde SjoW ganó a Grubby. Este último, que partía como favorito, es toda una estrella: vive entre Europa y Asia, tiene un buen puñado de fans y hasta se casó con la guapísima Cassandra tras una memorable petición de matrimonio. Ulf, el sueco que jugaba a FIFA Online 2, no pasó de cuartos, pero la suma de puntos ha sido suficiente para darles la victoria a su país.

Rafa y Juan, los españoles en el torneo y mis particulares compañeros de batalla -se clasificaron para venir ganando sendos torneos organizados por la LVP.es-, pudieron pasar una ronda, pero luego cayeron machacados sin piedad.

"Es una pena que los coreanos no hayan participado en el torneo de StarCraft 2, porque realmente dominan este juego", me comentaba SjoW. "Ha habido una serie de problemas con la KeSPA y no les han dejado participar". Sin duda fue toda una decepción; había varias versiones sobre por qué no les habían dejado competir, pero todo apunta a que la KeSPA todavía apoya el primer StarCraft y además tuvo una contienda con Blizzard por los derechos de retransmisión de partidos de SCII.

A pesar de disputas y planes de expansión, esta experiencia coreana también me ha servido para quitarle un poco de hierro al asunto de los deportes electrónicos. Me refiero a que, muchas veces, percibo cierta necesidad de juzgar por parte de los que no estamos ahí dentro. "Qué frikis", "viciados", "inadaptados"... esto lo he escuchado esto miles de veces. Lo que vi ahí, sin embargo, era una serie de chicos a los que les habían pagado un viaje a Corea, un hotel en el que convivieron durante una semana y a los que trataban con respeto y profesionalidad. Ralfitita, para poner un ejemplo, tiene 18 años y en 2011 ha viajado dos veces a Corea, a Los Angeles, en breve se va a París, se está sacando un sobresueldo interesante... y alrededor de todo esto hay una serie de gente que encuentra trabajo y que está creando una industria casi de la nada: periodistas, cadenas de televisión, empresarios... y un público que lo disfruta. Es una rama de los videojuegos que siempre se ha visto muy de nicho, pero que cada vez cobra más fuerza; estamos lejos de ver regularmente partidas por la tele, e incluso de que los gobiernos occidentales, al contrario de lo que hacen en Corea, apoyen estas iniciativas. Tengo ganas de ver cómo, poco a poco, los jugadores profesionales y amateurs encuentran puntos intermedios en los que interactuar y aprender los unos de los otros.

También me he dado cuenta, por cierto, que ser progamer tiene más de actitud que de don. Juan Bayona, el jugador de StarCraft 2, antes competía en Counter Strike -y ya podéis imaginar que entre uno y otro hay poco en común. Grubby o Lucifrón eran grandes jugadores de Warcraft 3 antes de pasarse a StarCraft2, y ahora están en la élite. Hace falta echarle horas y dedicación, sí, pero es igualmente importante tener un grupo de amigos con los que entrenar y una mentalidad competitiva. No hace falta tomárselo todo muy en serio, pero sí que es necesario aprender a entender los juegos y, sobre todo, intentar forzar una mirada incisiva que te ayude a centrarte en lo te hará marcar la diferencia. Viendo cómo se lo pasan éstos a uno le entran ganas de competir y dominar un juego; ya sé que no, pero lo dejo caer: a ver si el próximo año vuelvo a Corea pero no como periodista. Y con una copa bajo el brazo.

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