Indie Game: The Movie
Oda al desarrollador triste.
Indie Game: The Movie, promete mostrar al público general como se desarrolla un videojuego independiente y como son las personas que hay detrás. El problema es que, como en cualquier documental, lo que vemos es la realidad a través de los ojos de quien filma. Si estáis en sintonía con los productores del documental, os vais a encontrar una película emocionante que seguramente os dejará con una sonrisa en la cara. Pero si, como me ha pasado a mi, no conectáis con esa visión de los videojuegos, vais a experimentar algo muy parecido a ver "El nacimiento de una nación".
El problema que he encontrado en Indie "Game: The Movie", es que se han centrado en un arquetipo concreto de desarrollador indie: el joven idealista que se desvive por terminar su juego. Esa imagen de artista que busca entiendo que conecta muy bien con un determinado tipo de aficionados al videojuego, pero se esta centrando en lo que a la gente le gusta ver y no lo que pueda haber. Soy plenamente consciente de que para hacer interesante la cinta hay que irse a casos "extremos", porque un señor de 40 años en su casa programando tranquilamente, aunque pueda ser fiel a la realidad, no es especialmente interesante. Por eso no os extrañe lo poco que sale Jonathan Blow.
Un señor de 40 años programando tranquilamente, no es especialmente interesante. Por eso no os extrañe lo poco que sale Jonathan Blow.
Por otro lado, cogiendo una muestra de tan solo tres desarrollos se han dejado completamente de lado todos los fracasos. Viendo la película parece que, si te lo propones, puedes conseguirlo todo. Una idea muy bonita, muy de libro de autoayuda, pero no todos los desarrolladores indie han tenido el exitazo de Super Meat Boy. Yo me he quedado con ganas de oír historias de fracasos. ¿Donde esta el desarrollador indie que no ha conseguido publicar su juego y ahora esta desarrollando un Tony Hawk o software bancario?
Pero, extrañamente, aunque no comparto la visión del productor me doy cuenta de lo hábil que es para transmitir esa imagen al espectador. Aunque los protagonistas, especialmente Tommy Refenes y Phil Fish, le dan mucho material del indie triste y atormentado, el director sabe encontrar los planos adecuados, grabar los momentos precisos y hacer las preguntas adecuadas. Todo eso sazonado por la fabulosa música de Jim Guthrie, que consigue crear el ambiente adecuado para que sueltes la lagrimita.
Si eres de los que te preocupa si los juegos son arte o quieres conocer a los genios creativos detrás de Braid, Super Meat Boy o Fez, seguramente hayas visto ya el documental (y quizás hasta hayas colaborado en alguno de los dos Kickstarters con los que se ha financiado). Y estoy seguro de que habréis flipado. Pero, si esperas que Indie Game te acerque al mundo de desarrollo de videojuegos independientes, me temo que tu princesa esta en otro castillo.