Avance de Industries of Titan
Un juego de gestión con enorme potencial.
No estoy seguro de qué es peor, si no saber por qué se mueren mis ciudadanos o el hecho de que, la verdad, no me importe demasiado. Las grandes chimeneas son en parte culpables de esta situación, lanzando a la atmósfera vapores tóxicos tras quemar la basura que se acumula sobre la superficie de Titán. Haber construido los habitáculos residenciales al lado de la fábrica seguro que tampoco ha ayudado; el sueño y la maquinaria industrial no son dos cosas que se lleven demasiado bien.
Es una combinación de factores que requeriría un esfuerzo significativo para ser resuelta. Podría hacer eso, o simplemente podría seguir comprando cargamentos con nuevos ciudadanos en mi puerto espacial. Son sorprendentemente baratos, la verdad.
Industries of Titan puede parecer una especie de SimCity ambientado en el espacio, pero sus partidas se desarrollan más como una versión ultracapitalista de Dungeon Keeper, un juego en el que ser malvado no es tanto una pantomima teatral como una necesidad dentro del coste de las operaciones. Tu papel es el de un director corporativo encargado de supervisar una nueva y lucrativa aventura empresarial en la luna más grande de Saturno. Las expectativas depositadas en ti son altas, y tendrás que explotar todos los recursos a tu alcance para triunfar y dejar tu impronta en este mundo alienígena.
Es importante dejar claro desde el principio que Industries of Titan está disponible actualmente en acceso anticipado y en un estado muy primitivo. Al cargarlo el juego te muestra de forma inmediata una lista con las futuras características que incluirá, las cuales no son precisamente pocas. Entre ellas están algunas mecánicas básicas que se han visto en los tráilers, como la construcción de naves o el combate. Lo que estás pagando ahora son, básicamente, los cimientos de lo que será el juego más adelante.
La buena noticia es que esos cimientos son muy sólidos. Tu llegada a Titan no es exactamente a un suelo virgen; otra civilización ya estuvo allí antes y se fue antes de que tú aparecieses, dejando tras su paso una negra metrópolis con antiguos rascacielos abandonados. Derribarlos te proporcionará los recursos básicos que necesitas para erigir tu ciudad bañada en luces de neón, y también demostrará la capacidad del capitalismo para combinar las palabras "peligro" y "oportunidad".
Construir fábricas es solo el comienzo de tu esfuerzo empresarial, porque tu ciudad funciona gracias a una compleja infraestructura que es satisfactoria dominar. La mayor parte de los edificios requieren energía generada por la quema de combustible, el cual, a su vez, se sintetiza a partir de la atmósfera rica en metano de Titán usando unas máquinas especiales. La energía también debe distribuirse dentro y fuera de las fábricas usando postes. Sí, en Industries of Titan puedes construir objetos y equipo dentro de tus fábricas.
Todas estas tareas las realizan los Empleados, lo cuales también llevan los recursos de un punto a otro. Los Empleados son distintos a los Ciudadanos, los cuales tratas como si fuesen baterías, encerrados en pequeños habitáculos residenciales y forzados a ver anuncios con los que ganas créditos. Si encuentras un Artefacto Rojo en uno de esos viejos rascacielos puedes convertir a Ciudadanos en Empleados usando una máquina especial. El juego no explica muy bien ese proceso, pero al parecer tiene algo que ver con que el sujeto vomite todos sus órganos internos (los estómagos no son demasiado eficientes a nivel de coste, si lo piensas).
Me gusta mucho la mugrienta estética de Titán, bañada habitualmente en lluvia, mientras que la banda sonora con sintetizadores captura muy bien esa temática cyberpunk que busca el juego. El diseño de los edificios es extraordinariamente detallado, además, hasta el punto de que las luces parpadean cuando se encienden. Lo más importante es que la simulación es robusta y se explica bien; puedes identificar lo que hace cada Empleado simplemente echando un vistazo, y ajustar la cola de encargos produce una notable diferencia en cómo actúan.
Pero una vez has establecido tu explotación básica no hay muchas razones que te animen a ampliarla. Algunas naves rebeldes aparecerán esporádicamente para fastidiarte el día, y también hay un objetivo general que te pide que elimines cinco campos enemigos, pero resulta evidente que ahora mismo faltan muchas de esas características que aparecen en la lista inicial de la que hablábamos antes y que son necesarias para hacer que el juego sea atractivo a largo plazo.
También espero que Industries of Titan no se exceda a la hora de parodiar las megacorporaciones cyberpunk, llegando a los extremos de juegos como The Outer Worlds o Journey to the Savage Planet. Elementos como las vainas de publicidad apuntan en esa dirección, pero Titan es mucho más interesante cuando deja que seas tú el arquitecto de esas opresivas estructuras, tomando decisiones banales con terribles consecuencias para el futuro. Ahí es donde se encuentra el poder temático de un buen juego de gestión, e incluso en el primitivo estado en el que se encuentra ahora, Industries of Titan tiene el potencial para convertirse en uno de los mejores títulos del género.
Traducción por Josep Maria Sempere.