inFamous
Le falta algo de chispa.
Empire City está sumida en el caos más absoluto, llena de bandas criminales que saquean todo lo que ven, un control policial férreo y una serie de disturbios urbanos preocupantes, con ciudadanos locos por comida, peleas... Y nuestro héroe, Cole McGrath, se encuentra en el centro de todos estos problemas. Él era el mensajero que llevaba el objeto que explotó y sumió la ciudad en la ruina más miserable. Y, de rebote, se llevó un superpoder muy especial: puede controlar la electricidad.
Todo el mundo lo culpa a él. Se han filtrado unas imágenes en las que se ve con el paquete. Y una tensión así no es fácil de soportar. Cole —tu, el jugador— tendrá que elegir de buen principio si quiere demostrar al pueblo que su corazón es puro y que no tiene nada que ver con la destrucción masiva o, por el contrario, pasar de todo e intentar ir por libre.
El Bien y el Mal, la eterna discusión, y que en este juego adquiere cierta importancia. Si eliges ser bueno tus poderes serán de color azul. Tendrás que mirar por el bien común, sacrificarte por el pueblo. Si eres un tipo duro y malo, en cambio, tendrás unos poderes de color naranja. En inFamous hay varios momentos que determinan si tirarás por uno u otro camino; y la decisión no es baladí, porque cada orientación dispone de una serie de poderes particulares que se obtienen haciendo el Bien o el Mal y que no puedes conseguir de otra forma.
Las misiones secundarias, por tanto, están relacionadas con tu karma, y cada acción que hagas modificará tu alineación moral. Si matas a unos cuantos civiles tu corazón se volverá un poco más negro; si salvas a un civil potenciarás la bondad, para poner un par de ejemplos.
Pero más allá de todo esto, que al final acaba teniendo una importancia relativa, hay una campaña principal que todos deberemos seguir, y que dura entre 15 y 20 horas, más o menos, y en la que iremos paseando por las distintas áreas en las que se divide la ciudad.
El juego se estructura como un “sandbox”, o juego de mundo abierto, muy al estilo de Crackdown. Esto quiere decir que tenemos ante nosotros toda la ciudad y podemos elegir ir por el camino que más nos guste. Y, claro está, Cole tiene una inmensa habilidad para escalar edificios y pegar saltos tremendos. A lo Assassin’s Creed podremos trepar por las paredes aprovechándonos de cualquier saliente (el vídeo que acompaña el artículo lo explica mejor que yo).
Otra de las gracias está en que también tenemos una potencia de salto muy superior a la de los humanos convencionales. Brincaremos de tejado en tejado, nos deslizaremos por cables de electricidad… y esto es algo que convierte los trayectos entre objetivos en algo divertido. El control es excelente, de lo mejor de inFamous. Muchas veces nos quedaremos cortos en nuestros saltos y veremos cómo se agarra con la mano en bordillo; otras veces presumiremos de haber enlazado varios tejados mientras disparamos bolas de energía a los incansables enemigos que pueblan la ciudad.