Experimentando los Intel Extreme Masters 2016 de Katowice
La magia de los eSports.
En una rueda de prensa bastante formal, el alcalde de Katowice explicaba hace unos días que la ciudad polaca recibe, desde hace dos años, más de la cuarta parte de la totalidad de sus turistas anuales durante la celebración de los Intel Extreme Masters, uno de los eventos europeos más importantes dentro del calendario de los eSports. Puede parecer baladí, pero antes considerad esto: Katowice es una enorme área urbana con más de dos millones y medio de habitantes, con lo cual no estamos hablando de un pequeño pueblecito que hace su agosto en cuanto llegan un puñado de visitantes.
Puesto en perspectiva es un dato impresionante, pero que no sorprende tanto cuando asistes en persona al recinto del Spodek para presenciar los diferentes torneos que acogen los Intel Extreme Masters. La cantidad de visitantes que pulula por el estadio no tiene nada que envidiar a la de un evento deportivo tradicional, y el ambiente es espectacular, con un público entregado que no solo anima con fervor a su equipo preferido, sino que aplaude con emoción las jugadas más talentosas de cada partida. Para alguien como un servidor, cuyos conocimientos sobre los deportes electrónicos son escasos y que nunca ha asistido a un evento de este tipo, es toda una revelación.
League of Legends es, como no podría ser de otra forma, el plato fuerte de la competición, aunque comparte los focos con los torneos de otros dos grandes, StarCraft II y Counter-Strike: Global Offensive. Este peculiar tridente es el que mueve más dinero en premios y que concentra la atención de la mayor parte del público en el escenario principal, pero durante el IEM2016 también pudimos ver torneos de otros títulos como Hearthstone, Rainbow Six Siege y Heroes of the Storm. Fuese cual fuese el juego, en cualquier caso, el nivel demostrado por los equipos participantes altísimo; no me pondré la medalla de decir que me enteré de todo, así que haced caso a lo que dicen los expertos sobre algunas de las mejores jugadas vistas en LoL o SC, por ejemplo.
Puede que viendo la partida entre Snute y Polt me sintiera exactamente como se deben sentir la mayoría de mis amigos cuando les explico las razones por la que creo que Pete Carroll firmó una de las jugadas más desastrosas de la historia de la NFL al ordenar un pase a una yarda de touchdown en la SuperBowl XLIX, pero eso no evitó que apreciara un par de detalles importantes. El primero es que los Intel Extreme Masters están montados con muchísima profesionalidad; todo es puntual, organizado y denota que no hay ningún detalle libre al azar. Es algo que toda la gente involucrada se toma en serio. Muy en serio. El segundo es que las retransmisiones no tienen nada que envidiar a las de, por poner un ejemplo cercano, la Liga de Fútbol Profesional: tienen excelentes comentaristas, los valores de producción son altísimos (me impresionó lo cuidado de todos los grafismos) y todo se desenvuelve de forma que puedes disfrutarlo igual en vivo que estirado en el sofá de tu casa. Bueno, igual igual, no; el ambiente que hay dentro del estadio tiene un embriagador encanto especial, claro.
Intel puede estar contenta con el evento, uno que también aprovechan, como no podía ser de otra forma, para presentar y hablar de sus productos más enfocados a los jugadores. En la zona de prensa se podían ver desde los diminutos sistemas NUC hasta ordenadores preparados para mover con soltura juegos tipo The Witcher 3: Wild Hunt a resolución 4K. Los dos grandes protagonistas eran otros. El primero, claro, el casco de realidad virtual HTC Vive, que acumulaba largas colas con gente probando las últimas demos del sistema, que recibirán en unas semanas los afortunados usuarios que pudieron hacer la reserva. El otro era más accesible, pero no por ello menos espectacular: con la tecnología RealSense de Intel y una app para tabletas llamada Uraniom, escaneaban toda tu cabeza en 3D en poco más de un minuto para poco después colocarla sin ningún tipo de complicación en Fallout 4.
En el vuelo de vuelta a Barcelona estuve charlando con una chica con la que había coincidido también en la ida. Típica conversación intrascendente, pero con un detalle que me llamó mucho la atención: cuando me preguntó para qué había ido a Katowice y le expliqué que para cubrir una competición de deportes electrónicos, su cara de asombró inicial dejó paso a una frase lapidaria. "Ah, esos juegos de frikis". En ese momento vi claro que ahí está precisamente el próximo gran reto para los eSports, en demostrar -puede que incluso educar- al público general (ese para el que un tanque es únicamente un vehículo militar pesado y lol un acrónimo para reírse en internet, por ejemplo) que esto es algo serio que ya no pertenece a una pequeña comunidad cerrada, sino un espectáculo masivo con mucho que decir. Tras todo lo visto y vivido en Polonia conmigo, al menos, ya lo han conseguido.