Juegos indie - Loved
Blanco, negro, gris.
Dentro de nuestra serie de artículos sobre juegos indie Loved cierra una primera trilogía de plataformas (género que retomaremos más adelante en otros textos, no lo dudéis) antes de dar paso a una serie de experimentos más complejos que ocuparán los próximos artículos. Como siempre, antes de continuar leyendo, pásate el juego de las dos maneras posibles (lo entenderás mientras lo estés jugando).
Juégalo aquí:
http://www.alexanderocias.com/loved.php
ATENCIÓN: No continúes leyendo hasta haber completado el juego.
Loved es el último trabajo de Alexander Ocias, un australiano que dedica gran parte de su tiempo a la animación, aunque con obras como las que nos ocupa ha demostrado sobradamente su capacidad para crear juegos también.
Loved comienza con dos preguntas. '¿Eres hombre o mujer?' y '¿Quieres que te enseñe a jugar o no?'. Sea cual sea nuestra respuesta, aquel que nos la formuló parece mostrarse hostil. Cuando comienza la parte plataformera esa voz comenzará a darnos órdenes, y ya no nos abandonará hasta el mismo final del juego. Ante esta compañía podemos adoptar dos actitudes que marcarán el progreso del juego: seguir sus instrucciones o desafiarlas.
Si obedecemos el mandato de la voz, lo cual incluirá suicidarnos en alguna ocasión, el mundo irá perdiendo sus colores, pero ganará en definición. Lo que antes era un cuadrado rojo es ahora una púa, o ese rectángulo verde una estatua, siempre en blanco y negro. Conforme vayamos siguiendo los dictados, la voz se mostrará más y más simpática, especialmente tras responderle un par de preguntas más a mitad de camino. Una vez hayamos concluido el viaje, nuestra recompensa será una moneda, cuya recogida terminará con la partida.
En caso de que optemos por rebelarnos contra las órdenes de nuestro anónimo acompañante, el mundo irá coloreándose cada vez más y a mayor velocidad, con cuadros que cambiarán continuamente de color, hasta el punto de que nos costará distinguir en más de una ocasión los pinchos que nos aguardan en el suelo. La voz nos insultará continuamente, con una mezcla de desprecio y decepción, para que nuestra recompensa final sea... un final completamente ambiguo, en el recorremos un pasillo que no parece acabarse nunca, en lo que no sabemos si es el final o el comienzo de un cautiverio.
La enseñanza de Loved se puede aplicar a muchos ámbitos, siendo el amoroso que sugiere el título el más sencillo de todos. Si seguimos a rajatabla absolutamente lo que nuestra pareja nos dice, le haremos feliz, y en cierto sentido terminará tratándonos como poco menos que una extensión de su cuerpo, llevándonos por el camino a una existencia gris, donde solo vemos hasta donde se nos ha permitido ver. Si optamos por no seguir ninguna de sus exigencias, la distanciación será inevitable, pero nuestra perspectiva será mucho más libre, ya que no estaremos sometidos completamente al juicio de otra persona. De entre todos los mundos a los que se puede extrapolar, quizá el más claro sea el del poder (en cierto modo, una persona con la que mantenemos una relación muy cercana ya tiene "poder" sobre nosotros).