Juegos Indie: Metajuegos
Del humor a la introspección.
Otro de los autores reseñables es jmtb02. Tras este apodo que parece más bien una contraseña, se encuentra el creador de una serie de juegos que tienen por protagonista a un elefante azul: Achievement Unlocked, Achievement Unlocked 2, Elephant Quest, This is the only level, This is the only level 2, Obey! The Game...
Ambos Achievement Unlocked se burlan de uno de los elementos definitorios de la actual generación de consolas: los logros. Aquí los logros ya no son esos objetivos que solo sirven para alargar la vida del juego a base de conseguir coleccionables o realizar estupideces; son el objetivo mismo del juego. Todo lo que haces es para conseguir un logro. Tan adictivo como es de esperar, y tan ridículo como los autores se encargan de recordarte una vez has terminado el juego. Elephant Quest, por su parte, es una especie de Action RPG con unas cuantas quest secundarias (del estilo "consigue un oso de peluche" o "consigue 10 globos") que, paradójicamente, tiene bastante más encanto que sus congéneres.
No nos salimos del RPG, y continuamos con Super Press Space to Win Action RPG, que además de generar un hilarante flash basado en uno de los comentarios que recibió el juego en cierta web (DOT DOT DOT) nos recuerda en qué se han transformado muchos juegos de rol: pulsar sucesivamente un botón (sea Espacio, X, A o cualquier otro) para pasar conversaciones repletas de paja, atacar y ganar sin menor esfuerzo y por supuesto ataques especiales que no dudamos que en un juego completo hubiesen sido incluidos como FMV.
Si esta generación nos ha traído un elemento un elemento engorroso, ese es el DLC. Juegos incompletos, elementos recortados antes del lanzamiento para venderlos por separados, trajes… En Upgrade Complete y Upgrade Complete 2 comenzamos pagando por la pantalla de carga, para pasar a jugar a un shoot'em up realmente atrasado técnicamente. A base de jugar y ganar créditos podemos comprar botones, mejorar el aspecto, añadir música, mejorar nuestras armas… Incluso ganar el juego. Así de sencillo, sólo hay que aportar unas cuantas monedas. En la segunda parte empezaremos con algunos hándicaps (como un molesto sonido de fondo) que también tendremos que eliminar.
No podemos pasar por alto un clásico: The unfair platformer. Es conocido sobre todo por cierto vídeo de un argentino tratando de avanzar y reaccionando con furia a sus fracasos. Si bien su objetivo principal era burlarse de ciertos mods de Mario creados con el único objetivo de ser difíciles, es difícil no ver junto con I wanna be the guy (que también tiene vídeo) un reflejo de la época en que los plataformas "hacían trampas" para aumentar su duración, a base de colocar elementos imposibles de esperar, tergiversar sus propias reglas. Podríamos caer en el error de compararlo con juegos actuales como Super Meat Boy, pero este es difícil por su necesidad de precisión: todos los elementos que aparecen se pueden observar desde un primer momento.
La risa es uno de los elementos más subversivos que existen, capaz de quitar de encima un manto de pomposidad que deja al descubierto que, para bien o para mal, los videojuegos siguen siendo simples juegos y no tenemos que tomárnoslos tan a pecho. Gracias a ella podemos pararnos a reflexionar sobre algunos de los elementos que conforman la industria del videojuego y que tratamos como vacas sagradas. Incluyéndonos a los críticos de videojuegos, por supuesto [Great Game 1/5].