Kid Icarus: Uprising

En este nivel de vuelo la sensación de tridimensionalidad y la velocidad a la volamos hacen que el efecto de profundidad sea realmente impresionante. Pit se cuela por los estrechos pasillos de un desfiladero mientras avanza cada vez más rápido y esquiva los diferentes salientes rocosos y todo tipo de rayos láser. Una vez fuera un enorme escenario paradisíaco se planta ante nuestros ojos, y al final nos espera Medusa en forma de gran enemigo de final de fase. Solo con este primer nivel les basta a Project Sora (el nuevo estudio creado por Nintendo que está detrás de este juego) para demostrarnos que posiblemente estemos ante uno de los juegos más brillantes a nivel gráfico del catálogo inicial de la consola, y es que además de su velocidad y su acabado gráfico a medio camino entre una Nintendo 64 y una Gamecube/Wii, Kid Icarus: Uprising destaca por un diseño artístico de esos que ya no se ven hoy en día, pura estética de juego arcade con sus llamativos enemigos llenando el escenario.

Es cuando tocamos suelo en el segundo nivel disponible cuando los problemas con el control se hacen más evidentes. El hecho de tener que estar pendientes de la cámara y de perder de vista aquello que nos rodea se convierten en la tónica, y por si fuera poco al estar tan cerca del personaje tampoco tenemos demasiado campo de visión. También podemos hacer otros movimientos con el stylus como una especie de segadas ideales para esquivar y atacar, aunque me da la impresión que ralentizan un poco el ritmo frenético de la partida. El resultado de este esquema de control en estas pantallas a pie es el de que todo es un poco caótico, sobre todo por lo poco ágil que parece el sistema de control, pero de todas maneras habrá que ver que tal se adapta el control cuando tengamos el juego y podamos dedicarle más allá del cuarto de hora que pude probarlo.

Al llegar al final de esta segunda fase ambientada en una ciudad de clásico estilo griego nos espera el segundo jefe final, que siguiendo con la mecánica de todo el nivel deberemos vencer mientras nos movemos libremente por una área circular. Se trata del feroz Cancerbero y sus tres cabezas, una nueva demostración del poderío gráfico del juego y sus descomunales jefes de final de fase. Por cierto, antes de jugar cada nivel tenemos la posibilidad de escoger entre tres armas distintas antes de empezar: espada, garras o proyectiles. Dependiendo de la elección la forma de jugar cambia ligeramente debido al distinto alcance de cada arma.

Por su diseño artístico, su velocidad y por la euforia desmedida con la que se presenta su protagonista, Kid Ikarus: Uprising se postula como el gran abanderado (aunque saldrá un poco después) de la nueva Nintendo 3DS. Nintendo arriesga y presenta al mundo su nueva consola de la mano de un personaje relativamente desconocido entre la mayoría de jugadores y público en general, pero que por lo visto hasta el momento Nintendo ha sabido dotar de toda la magia de la compañía. ¿Su objetivo? Demostrar cuan espectacular puede ser esto de las tres dimensiones sin gafas.