Killzone 3

Es más o menos en este punto cuando podemos parar y admirar la belleza de los gráficos. Coge el relevo de Gears of War y su "destroyed beauty", pero con un punto más de cansancio y desesperación. Dos razas luchando batallas perdidas, quemando todas sus naves, escupiendo hormigón y metal.

Podemos decir, incluso, que se ve mejor que su antecesor. Si os fijáis en las imágenes y vídeos que se han ido lanzando, notaréis un ligerísimo toque cartoon en los modelados. Los bordes están algo más definidos, los colores están un poco más bordelandizados. En las cinemáticas, no dejamos de sorprendernos de qué bien que saben exprimir la PS3 estos holandeses.

Pero sigamos en las trincheras, que ahora nos atacan unos cafres con lanzallamas. Aunque los fusiles funcionan, en muchas ocasiones nos encontraremos de frente con los enemigos y tendremos que pulsar L1 para ejecutarlos. Es entonces cuando vemos los nuevos ataques cuerpo a cuerpo, que son crudos y brutales: degollaciones, dislocaciones... en nuestras partidas no ha habido demasiada variedad, pero confiamos en que a lo largo de la historia podremos recrearnos adecuadamente y saciar nuestro sadismo en condiciones.

Esta demo, por otra parte, nos ha dado la oportunidad de probar dos de las funciones extra y únicas de la tercera parte de la saga. Una de ellas es el modo cooperativo. No parece que se haya hecho un gran esfuerzo para que la experiencia sea distinta; de hecho se juega prácticamente igual que si estás solo. La pantalla se divide verticalmente -el área de juego queda bastante pequeña- y a partir de ahí a disparar y a correr. Sería una lástima que se quedase ahí; un poco de originalidad podría marcar la diferencia.

También tenemos el inevitable Move. Y nos pasa lo que os pasará a todos: al principio cuesta. Cuesta apuntar y que no se gire la cámara, cuesta acostumbrarse a las ayudas de apuntado, cuesta recargar el arma girando el mando. Pero al fin y al cabo no está mal hecho, y aunque tampoco tiene nada especialmente llamativo se presenta como una alternativa para aquellos que quieran afrontar la experiencia con un toque distinto.

Killzone 3, en definitiva, es lo que esperábamos. Lo mismo que la segunda parte pero más: gráficos más potentes, control optimizado, escenarios grandes, jefes finales enormes, nuevos enemigos, secciones que varían ligeramente la fórmula habitual -conducción- y modos de juego alternativos. Un éxito asegurado.